Ni vinagre ni bicarbonato: el truco de los profesionales para limpiar el acero inoxidable sin esfuerzo
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El acero inoxidable es un material resistente y elegante, pero mantenerlo impecable puede ser un reto si no se usa la técnica adecuada. Aunque el vinagre y el bicarbonato son métodos populares, los expertos en limpieza tienen un truco más efectivo y menos abrasivo para devolverle el brillo sin esfuerzo.
Con sólo unos ingredientes básicos, es posible eliminar manchas y huellas sin dañar la superficie. El secreto está en una mezcla suave y segura que respeta la integridad de este material.
Éste es el sencillo truco para limpiar el acero inoxidable
La clave para la limpieza del acero inoxidable sin esfuerzo está fabricar una mezcla de agua tibia y jabón suave para platos. Este método, además de ser efectivo, es respetuoso con este material. Para ello, sólo tienes que seguir los siguientes pasos:
- Introduce en agua tibia unas gotas de jabón suave para platos.
- Humedece un paño de microfibra en la solución jabonosa.
- Pasa el paño sobre la superficie de acero inoxidable, siguiendo la dirección del grano. Así evitarás que la suciedad se acumule en las ranuras y maximizarás el brillo.
- Luego, retira los restos de jabón con un paño humedecido en agua limpia.
- Por último, seca todo inmediatamente con un paño limpio para evitar las manchas de agua.
Gracias a este simple proceso, puedes eliminar bacterias y manchas de las superficies de acero inoxidable. Por otra parte, las dejarás relucientes.
Otros métodos efectivos para limpiar el acero inoxidable
Aparte del truco con jabón, existen otras técnicas que puedes utilizar para combatir manchas más rebeldes o para darle un brillo extra a tus superficies de acero inoxidable. Éstas son algunas alternativas frecuentes según los profesionales de Simex.
Bicarbonato de sodio
Utiliza una pasta de bicarbonato de sodio. Esta solución, aunque es más potente, debe utilizarse con precaución y siempre probando en una zona poco visible antes de aplicarla a toda la superficie.
Lo primero que tienes que crear es una pasta con bicarbonato de sodio y agua tibia. Luego, aplicarla sobre la mancha y frotar suavemente. Posteriormente, enjuaga con agua y seca la superficie con un paño.
Vinagre blanco
Tan sólo tienes que utilizar un paño empapado en una mezcla de agua y vinagre blanco a partes iguales. Es fundamental que compruebes que es vinagre blanco la sustancia y no vinagre puro porque éste es demasiado agresivo y podría dañar el acero inoxidable.
Aceite de oliva y limón
Este remedio casero aprovecha las propiedades del limón para eliminar las manchas, mientras que las del aceite de oliva le devolverá el brillo a las superficies apagadas.
Los pasos que tienes que seguir son muy fáciles. Basta con mezclar el zumo de un limón con aceite de oliva y utilizar un paño húmedo para aplicar esta mezcla.
Agua y harina
Si optas por esta opción, tienes que espolvorear la harina sobre el objeto o la superficie de acero inoxidable que quieras limpiar. Seguidamente, limpia la zona con un paño húmedo y termina aclarando.
Otra alternativa es colocar la harina en la esponja previamente humedecida. Si lo deseas, puedes sustituir la harina por polvos de talco.
Estos trucos pueden ayudarte a mantener el acero inoxidable en óptimas condiciones. Recuerda limpiar a favor de la veta o grano para impedir que nuevos residuos se introduzcan en las ranuras y así puedes obtener el mayor brillo posible.
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