Jardinería

Ni agua ni químicos: el truco definitivo que recomiendan los profesionales para evitar los hongos de los rosales

Hongos de los rosales
Rosal rojo. Foto: Pexels.

Cuando se trata de cuidar plantas y flores, muchas veces toca lidiar contra el reino Fungi. En este sentido, los hongos de los rosales siempre fueron un problema recurrente durante los meses más cálidos del año. Factores como la humedad ambiental, el riego excesivo o una poda inadecuada son elementos que propician el desarrollo de esporas en las hojas de estas plantas.

Además de los cuidados habituales, muchos jardineros buscan estrategias eficaces que les permitan controlar la aparición de hongos de los rosales sin recurrir a fungicidas químicos. La buena noticia es que existe una solución recomendada por profesionales, basada en un enfoque físico y preventivo, que no involucra ni agua ni productos industriales.

¿Cuál es el truco que recomiendan los profesionales para evitar los hongos de los rosales?

No importa si tu rosal es joven o viejo, el mejor truco para evitar los hongos es lavar las hojas una a la vez, a mano. Esta práctica ayuda a eliminar restos de polvo, esporas y otros contaminantes que podrían facilitar la aparición de hongos. Además, es una manera de mantener la planta libre de otras plagas.

Evitarás así que el Diplocarpon roseae encuentre un ambiente favorable para desarrollarse. Una limpieza minuciosa puede marcar una gran diferencia, especialmente si se hace con regularidad.

Si detectas hojas con manchas negras, lo ideal es retirarlas de inmediato. Pero no basta con tirarlas al suelo o dejarlas cerca de la planta. Las esporas del hongo pueden sobrevivir y propagarse fácilmente, afectando otras partes del rosal o incluso otras plantas del jardín.

Por eso, es fundamental eliminar completamente del jardín cualquier hoja infectada. Lo mejor es descartarlas en bolsas cerradas, lejos del área de cultivo.

Otros trucos eficaces para evitar los hongos de los rosales

Lejos de métodos tradicionales basados en líquidos, fungicidas o soluciones caseras, hay otra recomendación profesional sencilla, pero efectiva: utilizar mantillo seco alrededor del rosal.

¿En qué consiste este método? Es muy simple: hay que aplicar una capa de mantillo o acolchado vegetal seco en la base del rosal, asegurando una cobertura uniforme.

El grosor recomendado es de entre 5 y 8 centímetros. Puede emplearse paja, corteza de pino, restos secos de poda o incluso hojas secas trituradas.

A continuación, estos son los beneficios del mantillo:

  • Evita el contacto de las hojas con el suelo, donde se acumulan esporas fúngicas latentes.
  • Regula la humedad, evitando tanto la sequedad extrema como el exceso de agua.
  • Reduce salpicaduras de riego o lluvia, que son el vehículo principal de transmisión de esporas a las hojas.
  • Fomenta la ventilación al mantener el follaje seco, minimizando la condensación.

Este método no sustituye el resto de cuidados, como la poda de aireación, el riego desde la base o la eliminación de hojas infectadas. Pero sí representa una barrera física eficaz contra la aparición de hongos de los rosales sin necesidad de tratamientos agresivos.

¿Por qué aparecen los hongos en rosales?

Los hongos afectan con frecuencia a los rosales cuando las condiciones de cultivo no son las más adecuadas. Existen tres factores principales que explican su aparición:

  • Exceso de humedad: ya sea por lluvias, riego desmedido o condensación en el follaje.
  • Falta de ventilación entre plantas: un follaje muy denso impide el paso del aire, creando un microclima propicio para los hongos.
  • Debilitamiento de la planta: debido a plagas, poda incorrecta o falta de nutrientes.

En la misma línea, entre los hongos de los rosales más comunes se encuentran:

  • Oídio: presenta un polvo blanco sobre hojas y brotes.
  • Roya: provoca manchas anaranjadas y caída prematura de hojas.
  • Mildiu: se detecta por manchas amarillentas en la parte superior de las hojas y una pelusa blanquecina en el envés.

Estos hongos suelen comenzar en las hojas inferiores y extenderse si no se toman medidas rápidas. Eliminar las hojas infectadas es una acción básica, pero si no se manejan correctamente, las esporas pueden sobrevivir en el entorno y volver a infectar.

Cuidados complementarios para prevenir hongos

Además del mantillo, los profesionales señalan una serie de buenas prácticas fundamentales:

  • Separación adecuada entre plantas: al menos 50 cm entre rosales.
  • Evitar mojar las hojas al regar.
  • Revisión periódica del envés de las hojas.
  • Poda de mantenimiento: eliminar ramas cruzadas y exceso de densidad.
  • Rotación del sustrato si hay antecedentes de infecciones.

Estas acciones ayudan a reducir los factores de riesgo y a crear un entorno menos favorable para la propagación de hongos de los rosales.

¿Cuándo hay que aplicar fungicidas en los rosales?

El uso de fungicidas debe reservarse para situaciones en las que el hongo ya ha colonizado varias partes del rosal. En ese caso, es recomendable:

  • Elegir un fungicida sistémico, especialmente en primavera.
  • Aplicar en días sin viento ni lluvia.
  • Respetar los tiempos de carencia indicados por el fabricante.

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