Muralla medieval y calles de piedra: viajarás al pasado nada más poner un pie en este pueblo de España

Viajarás al pasado nada más poner el pie en este pueblo de España, uno de los rincones con encanto que podemos descubrir en cualquier época del año. La realidad es que nuestro país nos ofrece una serie de puntos espectaculares que debemos tener en cuenta y que, quizás, hasta ahora nunca nos hubiéramos planteado descubrir. En esencia, estamos ante una serie de cambios que pueden ser los que marcarán la diferencia en estos momentos.

Un pueblo de España puede esperarnos en estos días en los que necesitamos descubrir en primera persona lo mejor de un territorio que lo tiene todo y más para poder disfrutar. En esencia estamos ante un pasado glorioso que vemos llegar de la mano de detalles que puede ser los que marquen un antes y un después. Este lugar de nuestro país se lleva un aplauso y una mención especial por aquellos que quieren empezar a vivir unas jornadas que son realmente espectaculares. Habrá llegado el momento de empezar a pensar en qué podemos descubrir en estos días del mes de agosto o en cualquier momento del año. Si te gusta la historia o simplemente quieres salir de la rutina, te apasionará descubrir este lugar.

Viajarás al pasado nada más poner un pie en este pueblo de España

 

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El pasado de España es uno de los más gloriosos que existe. No debemos olvidar que pasamos de vivir en un imperio, siendo uno de los países del mundo más poderosos en su día. Esa historia se plasma en algunas calles en las que vemos llegar estos detalles que convierten en esenciales.

Son momentos en los que tenemos que pensar en qué lugares de España podemos visitar. Es mejor quedarse en casa si lo que queremos es ahorrar un poco, sin renunciar a nada. Podemos vivir unas jornadas repletas de actividad, siendo uno de los elementos que se acabe convirtiendo en una realidad. Estamos ante unas cifras que pueden llegar a ser especialmente complicadas o que podemos empezar a visualizar.

Un ahorro de tiempo y de dinero, sin renunciar a unos días en los que necesitamos sumergirnos en un momento de nuestro día a día que puede acabar siendo lo que marque una diferencia importante. Es hora de aprovechar al máximo unos días en los que podemos viajar al pasado de la mano de este pueblo con muralla medieval y calles de piedra.

Calles de piedra y muralla medieval

Hay muchos pueblos medievales que disponen de calles de piedra y hasta de una pequeña muralla defensiva imprescindible hace unos siglos que ha acabado siendo la que nos acompañe en estos días de vacaciones. Podrías llegar a casa cualquier comunidad autónoma, pero te proponemos un plan distinto.

Montfalcó Murallat forma parte de la villa medieval del municipio de Les Oluges en Lleida. Es literalmente una población de 18 vecinos que viven en el pasado, dentro de una fortificación medieval que puede hacer al visitante vivir una experiencia realmente increíble en este punto de España.

Tal y como nos indica la web de este municipio: «El pueblo de las Oluges o las Oluges Altas y Bajas lleva este nombre en plural porque, hasta la formación de los modernos municipios, estaban la Oluja Soberana o Alta y la Oluja de Baix o Jussana. Durante el siglo XIX se construyó bastante y los dos pueblos se fueron acercando hasta que quedó uno solo. De Oluja Sobirana quedan unas paredes de casa señorial, aprovechadas para una morada, y la capilla del castillo, que aparecen en la cima, hacia el levante del pueblo. En l’Oluja Jussana consta ya en 1106 una iglesia dedicada a Santa Maria. Esta parte inferior del pueblo fue creciendo y se construyó un gran templo parroquial de estilo neoclásico en el sitio del medieval que, junto con la casa señorial, es el edificio que más destaca. Al entrar en el centro urbano hay una capilla dedicada a Santa Engracia».

Destaca este increíble recinto con murallas que debemos descubrir: «Al recinto de Montfalcó Murallat se accede por una única entrada situada en el lado sur de la población, formada por una doble puerta de arcos adovelados que da a una plaza central. De la plaza salen dos calles, una a la derecha, que conduce a la iglesia, y la otra que da la vuelta a la muralla. En una primera etapa constructiva, el recinto estaba constituido por un núcleo amurallado con una torre circular al este y una torre cuadrada en el centro de la fortificación que actualmente forma parte del edificio central de la plaza. Una segunda etapa constructiva incorporó una torre cuadrada frente al primer portal de entrada formando un doble portal en ángulo recto. La tercera ampliación dotó a la villa de una segunda muralla por el lado sur. La primitiva iglesia románica se construyó aprovechando una torre circular de defensa para la construcción del ábside. El edificio ha sido reformado y reconstruido a lo largo de su historia. La transformación más importante se realizó entre los siglos XVII y XVIII, cuando se construyó la torre del campanario. De la iglesia actual sólo el ábside y la puerta de entrada son del primitivo templo románico. La parte exterior de las murallas, en época medieval y moderna, estaba rodeada de tierras de cultivo. Las tierras más cercanas a la población se destinaban a la huerta ya los forrajes para alimentar a los animales. En una segunda línea se encontraban las tierras de cultivo dedicadas al cereal y al viñedo y, las tierras más alejadas de la población, los bosques y los pastos. Las primeras referencias de Montfalcó Murallat datan del siglo XI. El castillo feudal de Montfalcó se menciona en 1043 con el nombre de Monte Falconi. Montfalcó pasó a formar parte del condado de Cardona en 1375. Es por este motivo que el pueblo se conoce también con el nombre de Montfalcó del Duc. Más tarde la casa de los Cardona se unió a la de Medinaceli y Monrfalcó formó parte de las posesiones de esta familia hasta la desamortización del siglo XIX».