Los mejores libros de William Shakespeare que tienes que leer en algún momento de tu vida
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La lectura es uno de los grandes hobbies o aficiones que podemos tener. No sólo nos distrae y nos permite desarrollar nuestra imaginación, sino que además también nos permite «alimentar» nuestro cerebro y en el caso de querer leer las grandes obras de la literatura, es evidente que entre estas no pueden faltar algunos de los libros que escribió William Shakespeare del que precisamente se conmemora en breve el aniversario de su muerte y que dio pie además a la celebración del Día del Libro. Descubramos a continuación, los mejores libros de William Shakespeare que tienes que leer en algún momento de tu vida.
Los mejores libros de William Shakespeare
El próximo 23 de abril se celebra el Día Internacional del Libro. Un día establecido por la ONU para promocionar los libros y la lectura, con una fecha elegida por ser la del día en el que murieron tres grandes escritores: Miguel de Cervantes y Garcilaso de la Vega, así como William Shakespeare (quién falleció muy joven, a la edad de 52 años).
De Shakespeare se conocen muchas obras, y aunque quizás las más populares son Romeo y Julieta o Hamlet y puede que ya las leyeras o las tengas que leer para el instituto, lo cierto es que no son las únicas. Toma nota entonces porque estas otras obras de Shakespeare son también destacadas y debes leerlas al menos una vez en tu vida.
Julio César
Está considerada la mejor obra de ficción de todos los tiempos, una novela que ha dejado una huella imborrable en la literatura. Brutus, amigo íntimo del gran César, se une a la conspiración para asesinar a Julio César tras verse influenciado por Casio. Un fantástico retrato de traición, persuasión y manipulación.
Hamlet
La hemos mencionado, pero es que verdaderamente resulta imprescindible. Se dice que esta obra se inspiró en Hamnet, el hijo del escritor que falleció con tan sólo 11 años. Hamlet es el príncipe de Dinamarca y se desconcierta cuando el fantasma de su padre le dice que su propio hermano, el ahora rey Claudio, fue quien lo asesinó.
Romeo y Julieta
Otro de los libros de Shakespeare que hay que leer al menos una vez en la vida. Romeo y Julia son dos jóvenes que se enamoran, pero pertenecen a familias rivales y su amor no está permitido. Una obra con un final trágico y desgarrador que es conocido por todos.
Macbeth
Otros de los libros de William Shakespeare que hay que leer sí o sí. Tres brujas aparecen frente a Macbeth y se producen extrañas profecías que convierten a Macbeth primero en un Thane y después en quien comete varios crímenes por miedo, influencia y ambición. Una historia de venganzas y remordimientos.
Othello
Othello es un general moro en un ejército veneciano, enamorado de su esposa Desdemona pero de quien sospecha que tiene un amante por culpa del malvado plan de Iago. Othello se enfurece y sigue un camino violento para después arrepentirse de perder la confianza en su mujer.
El mercader de Venecia
Aunque es una historia con final feliz, El mercader de Venecia aborda temas trágicos, tocándolos con momentos de gran tensión , para virar luego hacia una resolución que deje al lector respirar aliviado.
El punto de apoyo de esta puesta en escena es la astucia de Portia, protagonista y verdadera heroína femenina, que con su ingenio se enfrenta sola a los enigmas que impiden que ella y los demás personajes de la historia vean cumplidos sus deseos. Como muchos otros personajes de las obras de Shakespeare, Portia se enfrenta a importantes dilemas morales, pero gracias a su ingenio, Portia siempre logra encontrar una salida para ella y los demás personajes, lo que no niega el cumplimiento de la justicia moral o humana. De nuevo Shakespeare no escapa a poner en escena grandes temas, como el choque moral entre las religiones cristiana y judía, la discriminación de quienes practican esta última, y de nuevo el deseo de venganza que nace y crece en este clima de conflicto. Por sus innumerables giros y vueltas, es una historia que vale la pena descubrir página por página.
La Tempestad
Quizás planeada por Shakespeare para ser su última obra (que no fue el caso), La Tempestad contiene muchos elementos típicos de sus escritos. La relación padre-hija es central : Próspero, ex duque de Milán, se encuentra en una isla (casi) desierta con su hija Miranda, debido a un complot implementado hace algún tiempo por su hermano Antonio para usurpar su título. Próspero, sin embargo, también es un mago capaz de lanzar hechizos. Así que en el momento oportuno provoca una tormenta, con la intención de naufragar en su propia isla el barco en el que se encuentra su hermano traidor, junto con Alonso, rey de Nápoles, y su hijo Fernando.
Además de buscar venganza por el mal sufrido, Próspero se dedica a poner a prueba el amor nacido entre Miranda y Ferdinand, a quien finalmente otorga su bendición.
A lo largo de la historia actúa como director de una puesta en escena, separando a los personajes y haciéndolos reencontrarse en el momento adecuado para el funcionamiento de las tramas que ha tramado; de hecho, no faltan alusiones al mundo del teatro y del arte, y pasajes en los que Próspero, queriendo despedirse de la acción, parece tomar la voz del autor en una despedida fantasmal de las escenas.
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