Ésta es la ruta que siguen los móviles robados en España: es habitual

Entre enero y septiembre de 2024, sólo en Cataluña se registraron un total de 40.067 robos de teléfonos móviles, de los cuales 8.167 fueron con violencia. Esta cifra, que equivale a un robo de aproximadamente 168 dispositivos al día, muestra una ligera disminución respecto al año anterior, cuando se registraron 67.579 móviles robados en todo 2023, con un promedio de 185 al día. Aunque las cifras de robos han disminuido, el número de detenidos ha aumentado considerablemente. En 2023 se arrestaron a 2.331 personas, un 17,4% más por robos violentos, mientras que en los primeros nueve meses de 2024 ya hay 1.550 arrestos. Este aumento se debe, en parte, a las actuaciones de la policía contra los delincuentes reincidentes.

El modus operandi de los ladrones suele ser aprovechar momentos de descuido en lugares muy concurridos, como zonas turísticas, festivales o conciertos. A menudo, los delincuentes actúan rápidamente y, una vez que roban el móvil, lo apagan y lo envuelven en papel de aluminio para evitar su rastreo. Los dispositivos robados se venden en el mercado negro, donde los modelos antiguos se comercializan por unos 20 euros, mientras que los más nuevo pueden alcanzar hasta 400 euros. La policía ha intensificado los operativos en eventos masivos para frenar estos robos, como se vio en el Primavera Sound en el mes de mayo, donde se logró detener a un ladrón que había robado 34 móviles en una sola noche.

La ruta de los móviles robados en España

En los últimos años, el robo y hurto de teléfonos móviles ha evolucionado a un ritmo alarmante, impulsado por la alta demanda de estos dispositivos en mercados ilegales. Uno de los métodos más utilizados por los delincuentes es el formateo de los teléfonos robados utilizando programas informáticos específicos. Este proceso elimina cualquier dato personal del propietario anterior, lo que permite que el móvil sea puesto a la venta de nuevo sin dejar rastro de su origen. Sin embargo, algunos grupos organizados recurren a tácticas aún más sofisticadas, como hacerse pasar por los fabricantes o las operadoras de telefonía móvil para intentar obtener las claves de acceso de los usuarios y desbloquear los dispositivos.

En septiembre, se desarticuló una banda internacional que operaba tanto España como en Argentina, Colombia, Chile, Ecuador y Perú. Esta red criminal se dedicaba al robo de teléfonos de alta gama, que luego eran desbloqueados mediante el uso de una página web falsa que simulaba ser una empresa de telecomunicaciones.

A través de un SMS que contenía un enlace fraudulento, lograban obtener las credenciales de acceso a los dispositivos de las víctimas. En total, se calcula que la banda logró desbloquear más de 1,3 millones de teléfonos móviles robados, de los cuales 30.000 se encontraban en España.

Una vez formateados o desbloqueados, los teléfonos robados se suelen enviar a otros países, sobretodo a Marruecos y al mercado asiático. Las rutas utilizadas por los delincuentes han cambiado en los últimos años. Si antes los móviles robados se enviaban a países como Argelia o Senegal, ahora la mayoría se dirigen a Marruecos, donde existen numerosos bazares y vendedores ambulantes que venden teléfonos de segunda mano. La principal razón de este cambio radica en la dificultad de vender teléfonos robados en España, donde las autoridades suelen realizar un seguimiento más estricto.

Uno de los métodos más utilizados para trasladar los dispositivos robados a Marruecos es esconderlos en huecos de vehículos que transportan objetos grandes de forma legal. También se envían camuflados en paquetería, lo que hace aún más difícil su detección. A pesar de los esfuerzos por bloquear el IMEI de los dispositivos robados, este sistema sólo tiene validez en la Unión Europea. Fuera de ella, como en el norte de África, el bloqueo no es efectivo, lo que hace que la recuperación de los teléfonos sea prácticamente imposible.

En los últimos meses, las autoridades han identificado un nuevo destino para los teléfonos robados: el mercado asiático. En febrero de este año, la Guardia Civil y la Agencia Tributaria interceptaron en el aeropuerto de Barcelona-El Prat varios paquetes con 472 teléfonos de alta gama robados, cuyo valor se estimaba en unos 400.000 euros. Estos dispositivos estaban destinados a Asia, donde existe una alta demanda de piezas de recambio para móviles. La mayoría de estos teléfonos habían sido robados en Cataluña, Madrid y Aragón, algunos de ellos en robos violentos que involucraron el uso de armas blancas y causaron graves lesiones a las víctimas.

Una de las recomendaciones clave de la policía para prevenir el robo de teléfonos es que los usuarios conozcan el número IMEI de su dispositivo. Este código único de 15 cifras es esencial para poder denunciar y bloquear un teléfono robado. Los Mossos sugieren apuntar este número en un lugar seguro, ya que si el teléfono es sustraído, con este código se puede bloquear el terminal y evitar que los delincuentes lo utilicen. Para obtener el IMEI, basta con marcar *#06# en el teléfono.