Detectan anomalías magnéticas en la Tierra preocupantes: podrían afectar satélites, aviones y redes eléctricas

La misión MMS (Magnetospheric Multiscale) de la NASA, compuesta por cuatro satélites idénticos que vuelan en formación a varios miles de kilómetros sobre la Tierra, ha identificado anomalías magnéticas en la magnetosfera de Tierra. Se trata de un descubrimiento sin precedentes en la física espacial, el cual podría cambiar la forma en que comprendemos las interacciones entre nuestro planeta y el Sol.
Desde su lanzamiento en marzo de 2015, la misión MMS ha estado observando la interacción entre el viento solar y el campo magnético terrestre, prestando especial atención a la reconexión magnética, un fenómeno en el que las líneas del campo magnético se rompen y se reorganizan abruptamente, liberando enormes cantidades de energía. Esta interacción es responsable de fenómenos como las auroras polares y las tormentas geomagnéticas que pueden afectar a satélites, comunicaciones y redes eléctricas.
Identifican anomalías magnéticas alrededor de la Tierra
«La misión Magnetospheric Multiscale (MMS) investiga cómo los campos magnéticos del Sol y de la Tierra se conectan y desconectan, transfiriendo energía de uno a otro mediante un proceso conocido como reconexión magnética. Este fenómeno afecta a sistemas tecnológicos modernos como redes de telecomunicaciones, navegación por GPS y redes eléctricas. MMS utiliza cuatro naves espaciales idénticas equipadas con instrumentos para medir plasmas, campos y partículas en órbitas cercanas al ecuador, donde estos eventos de reconexión se producen con frecuencia.
Los cuatro satélites vuelan en forma de pirámide, lo que permite observar la estructura tridimensional de la reconexión magnética y determinar si ocurre en un lugar aislado, en toda una región o si se desplaza por el espacio. Sus sensores miden la velocidad de partículas cargadas, así como los campos eléctricos y magnéticos, con resolución temporal de milisegundos y precisión sin precedentes», detalla la NASA.
El último análisis de los datos recopilados por los cuatro satélites reveló el retroceso magnético. Estas formaciones, también denominadas switchbacks, son ondas en el campo magnético que se doblan momentáneamente antes de regresar a su posición original, dejando un patrón en zigzag característico. Según los investigadores E. O. McDougall y M. R. Argall, autores del estudio publicado en el Journal of Geophysical Research: Space Physics, estos retrocesos se generan cuando líneas del campo magnético del viento solar se reconectan con las líneas del campo magnético terrestre, liberando energía de manera abrupta y alterando temporalmente la configuración de los campos magnéticos circundantes.
Este hallazgo permite estudiar procesos que antes sólo se podían observar de forma indirecta o mediante misiones mucho más peligrosas. La corona solar, donde se originan fenómenos similares, es extremadamente hostil: las temperaturas superan el millón de grados Celsius y la radiación es intensa.
Implicaciones para la meteorología espacial
El descubrimiento de los retrocesos magnéticos en la magnetosfera terrestre tiene consecuencias directas para la meteorología espacial. Estas estructuras pueden contribuir a la formación de tormentas geomagnéticas, perturbaciones que afectan a los sistemas tecnológicos en la Tierra. Cuando estas tormentas alcanzan la superficie, pueden inducir corrientes en redes eléctricas, afectar satélites de telecomunicaciones y navegación, y alterar la comunicación con aeronaves y naves espaciales. Además, este tipo de investigación contribuye al desarrollo de modelos más precisos del clima espacial.
El futuro de la investigación
El hallazgo de las anomalías magnéticas en la Tierra abre nuevas líneas de investigación en física espacial. Una de ellas es estudiar cómo estas estructuras influyen en la transferencia de energía del viento solar hacia la Tierra y cómo afectan la estabilidad de la magnetosfera. Otra es entender su rol en la generación de ondas electromagnéticas y perturbaciones en la ionosfera, que afectan directamente a la propagación de señales de radio y sistemas de comunicación.
En un momento en que la humanidad depende cada vez más de tecnologías espaciales, comprender cómo funciona nuestro escudo magnético y cómo interactúa con el viento solar es más importante que nunca, y los retrocesos magnéticos son solo un ejemplo de los misterios que aún rodean nuestro planeta. Con cada nuevo hallazgo, nos acercamos un poco más a entender cómo funcionan los campos magnéticos que protegen nuestra vida en la Tierra.
«La misión MMS tiene como objetivo principal medir el plasma y los campos eléctricos y magnéticos dentro de las regiones de difusión de la magnetosfera terrestre para responder preguntas fundamentales sobre la reconexión magnética. Estas incluyen cuándo y cómo comienza la reconexión, la estructura de la región de difusión, el papel de los electrones y la influencia de la turbulencia en el proceso, así como cómo se aceleran las partículas a altas energías. La región de difusión electrónica es pequeña y rápida, por lo que MMS utiliza una formación tetraédrica de cuatro satélites idénticos para capturar con máxima resolución temporal y espacial los fenómenos que allí ocurren. Gracias a estas observaciones, por primera vez se podrá predecir la velocidad y variabilidad de la reconexión magnética y comprender cómo la energía almacenada en los campos magnéticos se libera en el plasma», concluye la NASA.