Descubre el secreto de una casa siempre impecable: los 3 consejos que heredé de mi madre
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Hay 3 consejos que heredé de mi madre que hacen posible que la casa esté impecable siempre, algo que nos ayudará a tener una vida más ordenada y en forma. Es el momento de empezar a recuperar esa voz sensata, esas enseñanzas de una persona gracias a la cual somos quién somos. No nos damos cuenta del trabajo que realiza una madre, siempre discreta y haciendo que todo parezca fácil, hasta que estamos en una situación similar. Dejar la casa o tener lejos a esa persona nos hace recapacitar.
Podemos tener esa época de rebeldía o de falta de fortaleza que nos aleja del orden natural de las cosas. Todo en nuestra casa, tiene un lugar par que quede bien, pero, sobre todo, nos aporte esa gracia que queremos poner en práctica y que seguramente lo acabará cambiando todo. Toca ver qué es lo que nos está esperando para poder crear ese espacio natural que queremos ver llegar. Esas cosas en su sitio no llegan solas, son fruto de una serie de detalles que quizás hasta ahora nunca hubieras imaginado que fueran de esta manera.
El secreto de una casa siempre impecable
La típica frase, el secreto, no es pasarse la vida limpiando, sino, no ensuciar o hacerlo lo menos posible. Hay pequeños trucos que nos pueden ayudar a conseguir aquello que queremos. A luchar contra una serie de elementos que son los que nos acompañarán en esta manera de ver el mundo.
Sin duda alguna, nuestra casa es ese mundo que debemos intentar mejorar, siendo el espacio que podemos controlar y con algunos pequeños elementos que son los que marcarán un antes y un después. Estos gestos y detalles que nos enseñó se pueden convertir en la mejor opción posible en estas jornadas que tenemos por delante.
Cuando pasamos más tiempo en casa, nos damos cuenta de la importancia de intentar mantenerlo todo en perfecto orden. En concreto, estamos ante una serie de elementos que serán los que nos acompañarán en estos días que tenemos por delante y que pueden acabar siendo los que nos hagan sentir especialmente bien.
Tocará poner en práctica algunos elementos que quizás hasta ahora nunca hubiéramos imaginado, recuperando los 3 mejores consejos que una madre puede dar. Sin duda alguna, tendremos que afrontar determinados detalles que son claves.
Los 3 consejos que heredé de mi madre
Lo que no uses no debe estar en tu casa. Tendemos a acumular muchas cosas. Somos una sociedad consumista que tiene casi de todo y más. Por lo que, al final, nuestra casa está llena de cosas que no usamos y que acaban haciendo que el espacio se reduzca muchísimo. Reconoce que hace 1 año que no te has preparado un zumo de naranja con el exprimidor que tienes sobre la mesa de la cocina. Es hora de que le des un nuevo uso. Lo mismo pasa con los armarios, cajones y una larga lista de elementos que quizás no habías imaginado hasta ahora.
Por lo que, al final, lo que acabaremos obteniendo son una serie de detalles que pueden acabar siendo los que marquen un antes y un después. Habrá llegado ese momento en el que tenemos que empezar a pensar en todo lo que tenemos por delante y en la manera de ponerlo en práctica. Sin duda alguna, habrá llegado ese momento en el que todo encaje a las mil maravillas.
Habrá llegado ese momento en el que debemos empezar a pensar en dejar paso a cosas nuevas, pero también minimizar. No tener tanto de todo, sino lo justo. Hoy en día, nuestra madre no tendría dudas en usar las aplicaciones de segunda mano para vender aquello que realmente no necesitamos.
Con menos trastos para ordenar y limpiar, toca hacer algo más para que todo encaje a la perfección. Habrá llegado el momento de poner en práctica algunos nuevos retos que quizás debemos empezar a gestionar. La limpieza es la mejor parte de una manera de tener la casa ordenada y unas ideas claras que debemos empezar a poner en práctica.
Los 10 minutos o las microtareas son esenciales. Esos platos que están en el fregadero o en el escurridor, ponlos en su sitio. Puedes aprovechar las pausas de tu día a día para ir haciendo pequeñas tareas que son esenciales y muy beneficiosas para ti. Seguro que podrás aprovechar al máximo una manera de hacer las cosas que puede ser fundamental.
Al final, podrás poner en orden tu casa, con esas microtareas bien gestionadas y eso sí, la colaboración de todos. El orden no puede recaer en uno mismo, sino que también depende de los demás, es algo que debemos tener en cuenta y que quizás hasta ahora no habíamos gestionado. Delega y reparte las tareas de la casa.