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Cómo saber si eres de clase media: éste es el dato que lo confirma

Clase media
Billetes de euro.
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

En la sociedad actual, la división entre clases sociales continúa siendo relevante, aunque con criterios más flexibles que en la antigüedad. En España, buena parte de la población, alrededor del 44%, se identifica con la clase media, según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Sin embargo, esta percepción no siempre se corresponde con la realidad económica. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha propuesto un sistema más específico para clasificar a las personas según su renta, considerando la mediana nacional como punto de referencia. Según la OCDE, la clase baja abarca a aquellos que ganan menos del 75% de la mediana de la renta, la clase media está entre el 75% y el 200%, y la clase alta corresponde a los que superan el 200% de esa mediana.

En 2023, el Instituto Nacional de Estadística (INE) situó la renta mediana en 17.162 euros anuales, lo que equivale a unos 1.430 euros al mes. Tomando esta cifra como base, según los parámetros de la OCDE, las personas que ganan menos de 12.872 euros anuales serían consideradas de clase baja, mientras que los que ganan entre 12.872 y 34.324 euros anuales formarían parte de la clase media. Aquellos con ingresos superiores a 34.324 euros anuales estarían en la clase alta. Aunque la percepción sobre a qué clase social se pertenece es subjetiva, la realidad económica determina una clasificación más precisa en función de los ingresos anuales.

Clase media en España

A pesar de que la percepción de la clase social es un asunto subjetivo, existen parámetros económicos que permiten hacer una distinción más objetiva entre los diferentes grupos. La OCDE ha establecido unos rangos para clasificar a la población según sus ingresos anuales, basándose en la mediana de la renta nacional. Según esta clasificación, la clase baja incluye a aquellas personas cuyos ingresos son inferiores al 75% de la mediana, la clase media abarca a quienes ganan entre el 75% y el 200%, y la clase alta está formada por los que superan el 200% de la mediana.

Según los datos del INE de 2023, la renta mediana en España se ubicó en 17.162 euros al año. A partir de esta cifra, la OCDE clasifica a las personas en diferentes grupos socioeconómicos según sus ingresos anuales. Aquellos que ganan menos de 12.872 euros al año se consideran parte de la clase baja, mientras que los que tienen entre 12.872 y 34.324 euros anuales pertenecen a la clase media.

Por otro lado, quienes superan los 34.324 euros anuales forman parte de la clase alta. Aunque la manera en que las personas perciben su propia clase social puede depender de factores subjetivos como su entorno o expectativas personales, los ingresos anuales ofrecen una manera más objetiva de categorizar a los distintos grupos.

A pesar de estos datos, la percepción de las personas sobre su clase social no siempre coincide con estos baremos. Según el barómetro del CIS, una parte considerable de la población se identifica con la clase media, aunque en realidad, según los criterios de la OCDE, muchos no alcanzan los umbrales establecidos para formar parte de ella.

En el último barómetro, más del 44% de los españoles se consideraron parte de la clase media, mientras que solo un 3,4% se situaron en la clase alta. Esta discrepancia puede deberse a la percepción subjetiva de la clase social, influida por factores como el entorno socioeconómico, el coste de vida y las expectativas individuales.

El coste de vida es un factor importante que afecta la percepción de clase social, especialmente en grandes ciudades como Madrid o Barcelona, donde los salarios elevados pueden parecer insuficientes para acceder a un nivel de vida cómodo debido a los altos precios de la vivienda y los servicios.

En cambio, en zonas rurales o en ciudades con un coste de vida más bajo, una renta más baja puede ofrecer un estilo de vida más desahogado. Así, una persona con un salario de 2.500 euros al mes en Madrid podría sentirse como parte de la clase media, mientras que en una ciudad más pequeña, esa misma cantidad podría colocarlo en una posición más alta.

Además, el tamaño del hogar también juega un papel crucial en la definición de la clase social. Teniendo en cuenta que un ingreso adecuado para una persona soltera puede ser insuficiente para una familia numerosa, la OCDE ajusta sus clasificaciones en función del número de personas en el hogar. Un hogar con más miembros necesita mayores recursos para mantener el mismo nivel de vida, lo que hace que los rangos de clase social puedan variar significativamente de un hogar a otro, incluso si el ingreso es el mismo.

Este enfoque para entender las clases sociales refleja la complejidad del concepto, que no se limita a los ingresos, sino que también tiene en cuenta otros factores como el entorno social, la educación y la percepción personal del bienestar económico. En este sentido, es evidente que la brecha entre clases sociales no sólo depende de los números, sino de las distintas realidades de las personas y sus familias.

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