AYUNTAMIENTO DE VALENCIA

Ribó arrincona la réplica de la talla de la Patrona de Valencia que salvó un alcalde republicano

José Cano Coloma rescató los restos de la talla y los tapió en el Ayuntamiento para impedir su destrucción

Compromís y PSOE decidieron su salida de la réplica de la talla del Ayuntamiento con la excusa de unas obras

El PP ha reclamado a Ribó y al PSOE que la retornen al Consistorio

VIRGEN DE LOS DESAMPARADOS
La talla de la Virgen de los Desamparados en el almacén donde se encuentra ahora.
Ignacio Martínez

Para la talla de la Virgen de los Desamparados, que los valencianos conocen cariñosamente como La Geperudeta (la jorobadilla) la Patrona de Valencia, no hay memoria histórica. Salvada literalmente de la quema por un alcalde republicano en la Guerra Civil, hoy, su réplica no puede ser visitada por los valencianos: está oculta y cubierta con plásticos en un almacén del museo de la ciudad desde que el Gobierno que conforman Compromís y PSOE y que tiene al frente a Joan Ribó (Compromís) decidió sacarla del Ayuntamiento hace meses con la excusa de unas obras. Hasta entonces, se hallaba en la entrada del Museo Histórico Municipal, junto al Salón de Cristal. La portavoz del PP, María José Catalá, ya ha anunciado que la devolverá al mismo lugar: «De dónde nunca debió salir».

Las vicisitudes de esa primera talla se remontan a los primeros días de la Guerra Civil, cuando el entonces alcalde de la ciudad, un republicano llamado José Cano Coloma rescató sus restos quemados y los llevó al Ayuntamiento. Su objetivo era que imagen no fuera destruida del todo.

Con ese fin, aquellos restos fueron ocultados detrás de una tapia del Consistorio que Cano Coloma ordenó levantar para disimular su presencia. Ya tras la Guerra Civil, la réplica de la talla fue regalada por los trabajadores consistoriales al Ayuntamiento, donde ha permanecido, en un lugar que recordaba su ubicación en aquellos trágicos días. Hay que tener en cuenta que la Virgen de los Desamparados es alcaldesa honoraria y perpetua de la ciudad desde 1954.

El pasado año, esa réplica fue trasladada al almacén por las obras, pero con la finalidad también de que no volviera a ese lugar tras esas obras sino al Museo de la Ciudad. Y en un almacén de ese museo es donde ahora se encuentra. Ya entonces, el PP, a través de su concejala Julia Climent tildó de «vergonzosa» la idea de Ribó de trasladarla a otras dependencias.

La portavoz popular María José Catalá, reclamó también que la imagen debía volver de inmediato con una muy gráfica frase: «No nos fiamos de Ribó y sus socios». Ya en enero de este año, el PP preguntó de nuevo dónde pensaba reubicar la imagen el equipo de gobierno municipal y a raíz de la respuesta, que básicamente era que lo estaban estudiando, calificó, también por boca también de María José Catalá, de «tomadura de pelo» que Ribó y el PSOE siguieran «sin querer reubicar» a la Virgen de los Desamparados. La imagen continúa en el almacén. Con plásticos. Y tantos años después de nuevo oculta y arrinconada. Si en la Guerra Civil un alcalde republicano fue quien la protegió en el Ayuntamiento, ahora otro alcalde es quien ha certificado la salida de su réplica.

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