Los okupas de un edifico de lujo en Valencia se burlan del propietario: «¿No le gusta que le robemos, eh?
Nueva okupación de la grupo de extrema izquierda. En Valencia un colectivo radical ha usurpado una antigua entidad bancaria en el centro de la ciudad del Turia y han tenido un encontronazo con uno de los propietarios. «Está picado. No le gusta que le robemos», comentan entre risas los okupas en un vídeo que han subido a sus redes sociales al ver al dueño desde dentro del local.
Se trata del grupo Frente Obrero, conocidos por haber organizado escraches contra Pablo Iglesias en la Universidad Complutense de Madrid y contra Íñigo Errejón en una visita electoral a un barrio obrero de la capital de España. De esta forma, este colectivo abiertamente comunista replica la estrategia que ya han llevado a cabo en comunidades autónomas como Baleares donde también han okupado una propiedad similar.
Como sucede en Palma de Mallorca, el Ayuntamiento valenciano, liderado por los nacionalistas regionales de Compromís y del PSOE, están permitiendo la okupación. En lugar de un desalojo rápido con la Policía Local, que depende del Consistorio, y de la Policía Nacional, responsabilidad de la Delegación del Gobierno, las autoridades han dejado correr el tiempo y los okupas ya se han atrincherado en los inmuebles que no son suyos. Tal es el descaro con el que no respetan la propiedad privada que se cachondean y se burlan de los propietarios entre risas como se aprecia en el vídeo que ellos mismos han promocionado en sus redes sociales.
Además, para tratar de conseguir el favor de los vecinos los activistas del comunismo están tratando de vender que son solidarios. Han organizado un banco de alimentos para personas necesitadas. De esta forma, han conseguido que más de 300 personas hayan formado una cola del hambre frente a la antigua entidad bancaria de Unicaja ahora renombrado como espacio «Esperanza Obrera».
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Según han asegurado, un un solo día han repartido comida a unas 250 familias. Prometen que quieren hacer un comedor social y un albergue, eso sí, sin respetar ninguna de las normativas legales que rigen este tipo de espacios.
Desde Frente Obrero señalan que están dispuestos a negociar un alquiler «simbólico» de 300 euros al mes. Dicen que ya han trasladado la oferta al dueño de este bloque de la calle Pintor Sorolla pero este se niega. La estrategia pasa por culpabilizar a los propietarios de dejar de hacer las entregas de comidas a familias necesitadas si instan al desalojo. Destacan que además de alimentos ofrecen otros productos de primera necesidad, todo ello en bolsas individuales organizadas por familias. Se entregan sin respetar los protocolos de seguimiento que tienen las autoridades municipales y autonómicas para prestar estas ayudas.
Además, en la misma línea, apuntan que están recogiendo juguetes de cara a repartirlos en Navidad. Han quedado guardados en el inmueble okupado para ser entregados «próximamente» a los niños valencianos de cara a las emblemáticas fechas de Papa Noel y los Reyes Magos. «La realidad es que las familias que se acercan hasta aquí a recoger comida son personas que llevan toda la vida trabajando, son familias que no quieren depender del asistencialismo, ni el nuestro ni mucho menos de las instituciones», ha expuesto un portavoz.
El grupo Frente Obrero asegura que el pasado 9 de diciembre informó de la okupación a los dueños y que tenían voluntad de «convertirlo para un fin social». Apuntan que, aunque no han sido desalojados por la Policía que coordina el alcalde Joan Ribó (Compromís), algunos okupas de esta organización han sido identificados por agentes de la Delegación del Gobierno en Valencia. Afean que por la noche «vinieron 16 agentes de la Policía Nacional, empezaron a patear la puerta, a intentar forzarla y decidieron desalojarnos de manera ilegal».
A pesar de los hechos descritos, sorprendentemente el portavoz del colectivo asegura que «no están a favor de la ‘okupación’ ni el movimiento ‘okupa’». Además, se ha preguntado «cuántas veces se han paralizado los desahucios con el cambio de gobierno». Una crítica directa al Gobierno de España al que consideran responsable de no frenar los desalojos de primeras viviendas.
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«A nosotros, de corazón, nos parece indigno que ninguna familia tenga que dormir aquí. No queremos suplantar el papel de las instituciones, sino que la gente tenga un trabajo digno y se gane la vida y no tenga que recurrir a esto bajo ningún concepto», afirman desde Frente Obrero, al tiempo que defienden la «recuperación» de espacios como el edificio de la calle Pintor Sorolla. «Tienen que servir como fuerza y palanca para que las organizaciones combativas y realmente de izquierdas vuelvan a recuperar un espacio en la calle y vuelvan a recuperar ese discurso», desarrollan.
Finalmente, los okupas instan al Ayuntamiento y a la Generalitat de Valencia a «mediar con el propietario» y desvelan que han enviado una carta al consejero de Vivienda y Arquitectura Biolclimática, Rubén Martínez Dalmau (Podemos), «pero se ha negado a mantener una reunión con nosotros».