¿Podemos controlar el clima? La Ciencia de la Geoingeniería
La geoingeniería representa un campo fascinante y transformador en la lucha contra el cambio climático. ¿Podemos controlar el clima?
Actividad solar y clima terrestre
Alerta climática, actividad oceánica
Características del clima tropical
El deseo de controlar el clima ha sido una constante a lo largo de la historia de la humanidad. Desde tiempos inmemoriales hubo rituales, sacrificios y ofrendas para influir en las condiciones atmosféricas.
La tablilla de Nippur es un antiguo texto sumerio que refleja este temor a la ferocidad del clima y el anhelo de dominarlo. Sin embargo, controlar el clima sigue siendo un reto monumental pese a los avances tecnológicos. En la actualidad, las naciones han redoblado esfuerzos para lograrlo, utilizando medios avanzados como satélites y big data.
¿Qué es la Geoingeniería?
La geoingeniería se refiere a un conjunto de técnicas y tecnologías diseñadas para manipular el clima de la Tierra con el fin de combatir el calentamiento global. Estas técnicas se pueden dividir en dos categorías principales:
- Remoción de dióxido de carbono (CO2): estas estrategias buscan eliminar el CO2 de la atmósfera, que es uno de los principales gases de efecto invernadero. Ejemplos incluyen la reforestación, la captura y almacenamiento de carbono (CAC) y la fertilización del océano.
- Modificación de la radiación solar: estas técnicas están diseñadas para reflejar más luz solar de vuelta al espacio, reduciendo así la cantidad de energía que llega a la superficie de la Tierra. Ejemplos incluyen la inyección de aerosoles estratosféricos y la creación de nubes más reflectantes.
Controlar el clima
El pararrayos fue uno de los primeros intentos exitosos por controlar el clima. Después, John von Neumann propuso la modificación del albedo de los glaciares para prevenir una era de hielo.
Más adelante, Wilhelm Reich experimentó con el cloudbusting, una técnica para romper nubes. Sus resultados fueron controvertidos y no aceptados por la comunidad científica. A finales de la década de los 50, Jack Toyer desarrolló un generador de lluvias en Australia, que luego fue continuado por Peter Stevens.
Uno de los métodos más comunes de manipulación climática es la siembra de nubes. Sin embargo, algunos críticos argumentan que solo funciona en condiciones en las que ya habría lluvia de manera natural.
Para prevenir huracanes, se han desarrollado diversos proyectos experimentales, como el “Proyecto Stormfury”. Este buscó debilitar ciclones tropicales mediante la inyección de yoduro de plata en el ojo de los huracanes, entre 1962 y 1983.
Ideas más recientes incluyen el uso de barcazas con motores a reacción para reducir la intensidad de las tormentas y la dispersión de aceites ecológicos en el océano para evitar la formación de gotas de agua. Pese a todo, la efectividad de estas propuestas sigue siendo objeto de debate.
Las técnicas actuales
El control del clima ha ganado atención en los últimos años. China ha llevado a cabo exitosas campañas para evitar lluvias en eventos importantes, como la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de 2008 y el 60º aniversario de la revolución comunista en 2009.
Janos Pasztor, actual director ejecutivo del Carnegie Climate Governance Initiative (C2G), recordó que durante una visita a China en 2015, el clima fue sorprendentemente perfecto para los actos conmemorativos. Solo después de finalizar los eventos, comenzaron las lluvias. Esto resalta la capacidad de China para manipular las condiciones meteorológicas en eventos importantes.
Para 2025, los chinos planean controlar las precipitaciones en el 60% de su territorio. Para provocar lluvias, cuentan con una infraestructura de 50.000 empleados. La técnica utilizada consiste en sembrar nubes existentes con partículas de sal o yoduro de plata, empleando aviones, cohetes y dispositivos terrestres.
Esto provoca que las nubes descarguen su humedad en ubicaciones específicas. Este método ha generado cierta controversia con países vecinos, ya que implica “robar” agua que podría haber caído en otros lugares.
En los Emiratos Árabes Unidos (EAU), la estrategia es diferente. Tienen temperaturas que a menudo superan los 45°C. Por eso, el Centro Nacional de Meteorología ha trabajado en provocar precipitaciones para enfriar el suelo mediante el bombardeo de nubes con cargas eléctricas.
El futuro
Uno de los proyectos más destacados en el ámbito de la modificación del clima es el de la empresa estadounidense Make Sunsets. Esta compañía ha lanzado globos a la estratósfera, cargados con dióxido de azufre, con el fin de reflejar la luz solar y, así, enfriar temporalmente el planeta.
La idea nació después de la erupción del Monte Pinatubo en 1991. Este evento provocó una disminución temporal de 0,4 °C en la temperatura global. El método de Make Sunsets pretende emular ese fenómeno.
En Australia hay un proyecto llamado Marine Cloud Brightening (MCB), que busca aumentar el brillo de las nubes marinas. Esta técnica consiste en bombear sales marinas en las nubes. El objetivo es mejorar su capacidad de reflejar la luz solar y, de este modo, proteger ecosistemas vulnerables, como la Gran Barrera de Coral.
Riesgos y Desafíos
A pesar de su potencial, la geoingeniería también presenta riesgos significativos. Manipular el clima a gran escala puede tener efectos colaterales impredecibles. Además, existe el riesgo de que las naciones se involucren en una «carrera» por implementar soluciones geoingenieriles sin una regulación adecuada, lo que podría llevar a conflictos internacionales.
Otro desafío es la cuestión ética: ¿quién tiene derecho a tomar decisiones sobre el clima del planeta? La geoingeniería plantea preguntas sobre la justicia climática, ya que los efectos del cambio climático no se distribuyen equitativamente y algunas comunidades podrían verse desproporcionadamente afectadas.
Lecturas recomendadas
Temas:
- Clima