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Las consecuencias físicas de un viaje espacial largo

consecuencias físicas de un viaje espacial
Conoce las consecuencias físicas de un viaje espacial largo en el ser humano

Ya es más que evidente que los seres humanos estamos destinados a no quedarnos en la Tierra. De momento, hay planes de volver a la Luna mientras Elon Musk planea crear la primera colonia marciana en la próxima década. Pero, ¿cuáles son las consecuencias físicas de un viaje espacial largo para el cuerpo humano?

Según una última investigación llevada a cabo en el Centro Médico de la Universidad de Georgetown que ha visto la luz en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, estas no resultan muy agradables, como descubrimos a continuación.

Y es que una misión tripulada a Marte puede conllevar ciertos problemas de salud debido a la prolongada exposición a la radiación cósmica del espacio, lo que podría provocar alteraciones funcionales y daños al tejido gastrointestinal del astronauta.

No sabemos cómo Musk y otras empresas y agencias tienen intención de solucionar este problema, pero no es el primer estudio que confirma los peligros de este tipo de viajes con un exceso de exposición a la radiación solar.

Los problemas y consecuencias físicas de un viaje espacial largo

Los iones pesados de hierro y silicio son especialmente perjudiciales en el espacio profundo, ya que poseen mayor masa si los comparamos con los rayos gamma o los rayos x predominantes en la Tierra.

Sin embargo, en nuestro planeta tenemos la protección natural de la atmósfera. Pero ahí afuera, el único blindaje tiene que estar provisto por la tecnología de las naves que transporten a los astronautas, y la única certeza es que hoy por hoy no están preparadas para proteger a los humanos en un viaje tan largo, por lo que los efectos adversos de estos iones pesados pueden ser extremadamente dañinos.

En este caso, se han usado ratones en la investigación que, tras ser expuestos a dosis bajas de radiación de hierro, mostraron un claro deterioro en las células intestinales. Además, afectó a la migración de células necesaria para el revestimiento intestinal, lo que ralentizó todo el funcionamiento natural del tejido de la zona.

Así pues, los procesos de absorción de nutrientes, al ser alterado el funcionamiento gastrointestinal, dan paso a procesos patológicos cancerígenos. Sin duda, un problema muy serio y a tener muy en cuenta en los viajes espaciales.

La exposición de los ratones a esta radiación de radio equivalía a dos meses, tiempo que estaría un astronauta en el espacio profundo. Luego, se observó que los problemas surgidos eran permanentes en apariencia. Así que el señor Musk y las agencias espaciales tienen un serio contratiempo para sus proyectos.

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