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Los científicos no dan crédito: inventan unas lentes de contacto que superan la ciencia ficción

Las lentes de contacto
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Imagina ponerte unas lentes de contacto y, de repente, poder ver luz infrarroja, esa que normalmente es invisible para el ojo humano. Este avance, que hasta hace poco parecía sacado de una película de ciencia ficción, ahora es una realidad gracias a un equipo de científicos que ha desarrollado unas lentes de contacto capaces de transformar la luz infrarroja cercana en luz visible para nuestros ojos.

Estas lentes, que son completamente transparentes y no requieren ninguna fuente de energía, permiten a quienes las usan percibir señales infrarrojas en diferentes colores. Lo más sorprendente es que, en algunas pruebas, la visión funcionó incluso mejor con los ojos cerrados, ya que la luz infrarroja puede penetrar mejor a través de los párpados que la luz visible. Este invento revolucionario no sólo representa un salto en la tecnología wearable, sino que también abre un abanico de aplicaciones prácticas que van desde la seguridad hasta la comunicación visual avanzada.

Lentes de contacto para ver luz infrarroja

Los científicos han creado unas lentes de contacto futuristas que permiten a humanos y animales ver la luz infrarroja cercana, transformando esta luz invisible en colores visibles. A diferencia de los tradicionales dispositivos de visión nocturna, que suelen ser aparatosos y necesitan baterías, estas lentes no requieren energía externa y son completamente transparentes. Esto permite ver la luz normal y la infrarroja al mismo tiempo.

Además, la tecnología no sólo detecta un tipo de infrarrojo, sino que puede distinguir varios rangos del espectro, mostrando diferentes colores para cada uno. El proyecto, detallado en la revista científica Cell, marca un avance significativo en el campo de la tecnología wearable.

El secreto está en unas nanopartículas especialmente diseñadas que absorben la luz infrarroja y la convierten en luz visible, típicamente dentro del rango que va de 400 a 700 nanómetros. En concreto, estas partículas trabajan con la luz infrarroja cercana, que se encuentra entre los 800 y 1600 nanómetros, un espectro que normalmente no podemos percibir.

Anteriormente, el equipo científico había demostrado que estas nanopartículas podían otorgar visión infrarroja a ratones cuando se inyectaban directamente en el ojo. Sin embargo, ésta nueva versión usa un método mucho menos invasivo: las nanopartículas están integradas dentro de unas lentes de contacto blandas, fabricadas con materiales seguros y flexibles como los que se utilizan en las lentes convencionales.

Pruebas en animales y humanos

Para probar la eficacia de estas lentes, los investigadores realizaron experimentos tanto en ratones como en personas. En el caso de los ratones, se observaron comportamientos que indicaban que podían detectar la luz infrarroja: cuando se les ofrecía elegir entre una caja oscura y otra iluminada con luz infrarroja, los ratones que llevaban las lentes preferían la caja oscura, mientras que aquellos sin lentes no mostraban ninguna preferencia.

En las pruebas con humanos, los participantes fueron capaces de detectar señales infrarrojas intermitentes y hasta de percibir la dirección de la luz infrarroja. Como explicó el investigador principal Tian Xue, sin las lentes las personas no veían nada, pero al ponérselas podían distinguir claramente los destellos infrarrojos, algo que no había sido posible antes con algo tan simple.

Un hallazgo curioso fue que la percepción de luz infrarroja mejoraba cuando los participantes cerraban los ojos. Esto se debe a que la luz infrarroja puede atravesar los párpados con más facilidad que la luz visible, lo que reduce la interferencia y permite una mejor recepción de la señal infrarroja. Esto abre nuevas posibilidades para utilizar esta tecnología en condiciones de baja visibilidad o para transmitir información de forma discreta.

Aplicaciones

La capacidad de convertir luz infrarroja en luz visible tiene muchas aplicaciones prácticas. Por ejemplo, en seguridad y rescate, las señales infrarrojas se podrían utilizar para enviar información codificada que sólo podrían ver las personas con estas lentes, aumentando la privacidad y la eficiencia. También podrían usarse en sistemas de encriptación, o para evitar falsificaciones en productos mediante marcas invisibles a simple vista.

Actualmente, estas lentes pueden detectar luz infrarroja proyectada por fuentes LED específicas. Sin embargo, los investigadores trabajan para aumentar la sensibilidad de las nanopartículas para que puedan captar niveles más bajos y variados de luz infrarroja.

Este proyecto ha sido posible gracias a la colaboración de expertos en neurociencia, ciencia de materiales y óptica, con apoyo de múltiples programas científicos nacionales e internacionales. En definitiva, las lentes de contacto capaces de convertir luz infrarroja en visible representan un avance sin precedentes en el campo de la visión aumentada.

Al ofrecer una manera no invasiva, cómoda y libre de energía de expandir el rango visual humano, estas lentes abren la puerta a nuevas capacidades, desde mejorar la seguridad hasta ofrecer un «superpoder visual» que antes sólo existía en la ciencia ficción. Aunque aún hay retos técnicos por superar, el futuro de esta tecnología promete transformar nuestra manera de interactuar con el mundo que nos rodea.

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