Navidad 2018

La ciencia de la Navidad

La ciencia explica o trata de explicar algunas convicciones navideñas singulares

ciencia de la Navidad
La ciencia de la Navidad y sus tradiciones

¿Existe una ciencia de la Navidad como tal? A esta cuestión trataremos de dar respuesta contestando a grandes misterios que originaron esta época hace 2000 años, por ejemplo, el posible origen verdadero de la estrella de Belén.

Son muchas las ramas de la ciencia que pueden estudiar la Navidad. Por ejemplo, respecto a la famosa estrella que se supone que guio a los tres Reyes Magos hasta el portal de Belén, ¿qué opina la astronomía?

Llegar desde Oriente hasta la zona de Israel no es nada sencillo, y mucho menos encontrar un pobre pesebre en un pueblo llamado Belén solo siguiendo el rastro de una estrella en el cielo. Por eso, la ciencia ha lanzado diversas hipótesis al respecto.

Una de las teorías más aceptada indica que se pudieron dar varios acontecimientos astronómicos seguidos y en sucesión. Por ejemplo, la conjunción triple entre Saturno y Júpiter, de forma que se alinearon para que parezca que se acercan y se alejan de la Tierra varias veces durante siete meses. Posteriormente, pudo haber una gran supernova que durante 70 días brilló con fuerza en el cielo terrestre y que podría ser parte de esta hipótesis.

La ciencia de la Navidad en diversas teorías

Otras teorías científicas navideñas estudian los villancicos. Esas composiciones musicales que nos alegran estas fechas, pero que, por ejemplo, afirman que los peces pueden beber en el río una y otra vez.

Obviamente, los peces de agua dulce viven ahí gracias al proceso de ósmosis. Es decir, dado que el agua es hipotónica respecto a las células de su cuerpo, el líquido entra en las células del animal para igualar concentraciones de sales, pero jamás se realiza este proceso bebiendo.

Evidentemente, ni Papá Noel ni los Reyes Magos son capaces de contentar a millones de niños dejando regalos para todos durante una sola noche, sería algo único e inconmensurable desde el punto de vista físico.

Los Reyes Magos lo tendrían más fácil, pues apenas visitan a los niños de España. Pero Papá Noel tiene la obligación de recorrer más de 100 millones de kilómetros para depositar regalos en casi 100 millones de hogares. Solo sería posible si se desplazase a 1000 kilómetros por segundo, triplicando la velocidad del sonido.

El único objeto que se acerca lejanamente a la enorme velocidad del trineo de Papá Noel que haya fabricado el ser humano es la sonda Voyager 1, que alcanza la velocidad de 61.200 kilómetros por hora, algo impresionante, pero muy lejos de lo que logra Santa Claus que, para colmo, transporta más de 300.000 toneladas de juguetes en el viaje. Increíble, ¿verdad?

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