Otra derrota del Gobierno: el PP logra que el Congreso tramite la ‘ley anti-Tezanos’ con el apoyo de Junts
La ley busca despolitizar el CIS y someter la elección de su presidencia a votación parlamentaria
El enésimo revés parlamentario evidencia las dificultades de Sánchez para controlar el hemiciclo


El Gobierno de Pedro Sánchez ha sufrido este martes una nueva derrota en el Congreso de los Diputados, al prosperar la tramitación de la propuesta del Partido Popular (PP), bautizada como la ley anti-Tezanos. Esta iniciativa, que busca despolitizar el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), someter la elección de su presidencia a votación parlamentaria y eliminar las estimaciones de voto, fue aprobada pese al contundente rechazo de los partidos de la coalición gobernante, el PSOE y Sumar, junto a sus socios habituales.
Este revés parlamentario pone de manifiesto las dificultades de Sánchez para controlar un hemiciclo fragmentado, donde la oposición ha logrado imponerse con el apoyo clave de Junts.
La votación reflejó una alianza inusual: el PP, Vox, Unión del Pueblo Navarro (UPN), Coalición Canaria y Junts sumaron los votos necesarios para que la propuesta superara la toma en consideración. El respaldo de Junts, que no había garantizado su apoyo durante el debate, resultó decisivo para infligir esta derrota al Gobierno.
En el otro lado, el PSOE, Sumar, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), EH Bildu, el Partido Nacionalista Vasco (PNV), Podemos y el Bloque Nacionalista Galego (BNG) cerraron filas en contra, pero no lograron frenar la iniciativa.
Con esta derrota del Gobierno en el Congreso, la ley anti-Tezanos del PP inicia su recorrido legislativo, comenzando por la fase de presentación de enmiendas. Sin embargo, el PSOE y Sumar, que cuentan con influencia en la Mesa del Congreso, podrían intentar bloquear su avance mediante prórrogas sucesivas, una táctica habitual para congelar propuestas incómodas. Esta derrota parlamentaria, aunque no definitiva, supone un nuevo golpe a la autoridad del Gobierno de Sánchez, que ve cómo la oposición capitaliza la fragmentación del Congreso para imponer su agenda.
Un debate cargado de reproches
El debate en el Pleno estuvo marcado por la tensión y las acusaciones cruzadas. José Antonio Bermúdez de Castro, diputado del PP, defendió la propuesta señalando el «fracaso» del CIS bajo la presidencia de José Félix Tezanos, a quien acusó de ser parte de una estrategia del «sanchismo» para instrumentalizar las instituciones en beneficio del PSOE. Esta crítica resonó en la intervención de Vox, donde Carlos Flores denunció el «descrédito» del CIS, atribuyéndolo tanto al actual Gobierno como a un supuesto reparto histórico de poder entre PP y PSOE. A pesar de estas reservas, Vox apoyó la tramitación, considerando imprescindible una reforma.
El PSOE, representado por Javier Rodríguez, respondió con dureza, acusando al PP de «hipocresía». Rodríguez recordó que los populares también designaron figuras afines, como la exministra Pilar del Castillo, para presidir el CIS durante sus gobiernos. Además, defendió la labor del organismo, asegurando que sus aciertos generan «miedo» en la oposición, y advirtió que la reforma propuesta podría vulnerar principios constitucionales. Sin embargo, estas palabras no lograron evitar la derrota del Gobierno, que vio cómo la oposición se imponía en la votación.
Los aliados habituales del PSOE, aunque reconocieron la necesidad de reformar el CIS, rechazaron la propuesta del PP, contribuyendo al aislamiento del Gobierno en este asunto. Txema Guijarro, de Sumar, argumentó que la iniciativa no despolitizaría el organismo, sino que podría agravar su instrumentalización, y expresó desconfianza hacia un PP al que acusó de gestionar las instituciones de forma «opaca».
Etna Estrems, de ERC, abogó por una reforma del CIS, pero también por una «reforma de la credibilidad» del PP, al que señaló por su «servilismo institucional» en el pasado.
Mertxe Aizpurua, de EH Bildu, calificó la propuesta del PP como una muestra de «nostalgia» por el bipartidismo, asegurando que los ‘populares’ también han politizado el CIS cuando han estado en el poder.
Por su parte, Junts, a través de Josep Pagés, criticó tanto al PP como al PSOE por usar el CIS como una herramienta de «propaganda política» y «guerra sucia» contra los independentistas. Aunque apoyaron la tramitación, dejaron claro que no confían plenamente en la iniciativa y abogan por un modelo más autónomo.
El PNV, representado por Mikel Legarda, también rechazó la propuesta, considerando que no mejora la calidad de las encuestas.
Un futuro incierto tras la derrota
Esta nueva derrota del Gobierno de Pedro Sánchez en el Congreso abre un escenario de incertidumbre para la ley anti Tezanos. La capacidad del PSOE y sus socios para influir en las enmiendas será clave para determinar si la iniciativa avanza o queda estancada. La tramitación de esta reforma, impulsada por el PP, no solo desafía la gestión del CIS, sino que también subraya las dificultades de Sánchez para mantener el control en un Parlamento cada vez más polarizado.