Campanada científica: construyen un bolígrafo con IA que detecta el párkinson mediante la escritura
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El párkinson es una de las enfermedades neurodegenerativas más comunes del mundo. En España, se estima que entre 120.000 y 150.000 personas la padecen, y la Sociedad Española de Neurología (SEN) calcula que se diagnostican unos 10.000 nuevos casos cada año. No tiene cura y suele comenzar de forma discreta: temblores, rigidez muscular, problemas de equilibrio o alteraciones del sueño.
Hasta ahora, el diagnóstico dependía casi exclusivamente de la observación médica y de pruebas neurológicas especializadas. Pero la ciencia acaba de sacar a la luz es algo que nadie esperaba: un bolígrafo que puede identificar la enfermedad en sus primeras fases a través de la escritura.
Un bolígrafo que ayuda a detectar el párkinson en sus primeras fases
Este es un nuevo dispositivo creado por un equipo de investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), liderado por el bioingeniero Jun Chen. El estudio, publicado en Nature Chemical Engineering, posee resultados prometedores: el bolígrafo fue capaz de detectar señales del párkinson con una precisión del 96,22 %.
Algo tan cotidiano como escribir a mano puede revelar lo que está ocurriendo dentro del cerebro. El bolígrafo lleva en su interior tinta de ferrofluido, una sustancia que contiene partículas magnéticas. A medida que se escribe, esa tinta reacciona al movimiento y genera señales eléctricas. Esas señales, minúsculas pero reveladoras, se convierten en datos.
El sistema no necesita que se escriba sobre papel. También funciona en el aire. Lo que analiza no es el contenido del texto, sino cómo se mueve la mano al escribir. Y ahí es donde aparece la magia: una red neuronal ha sido entrenada para captar pequeñas anomalías motoras que escapan al ojo humano.
Durante la prueba piloto, participaron 16 personas (tres con párkinson, el resto sin la enfermedad). Se les pidió que dibujaran líneas onduladas o escribieran letras. En los resultados, el bolígrafo captó diferencias claras entre unos y otros.
¿Cómo es este bolígrafo y por qué puede cambiarlo todo?
Más que la precisión, lo que realmente hace destacar a este invento es su diseño: es económico, sencillo de fabricar y no depende de baterías ni enchufes.
Funciona de forma autónoma gracias a un principio físico conocido como ley de Faraday. La combinación entre la tinta magnética y la punta especial del bolígrafo genera la electricidad necesaria para capturar los datos al escribir.
Fabricar uno cuesta menos de cuatro euros. Para hacerse una idea, un bolígrafo electrónico convencional puede superar los cien. Este, en cambio, se produce con impresoras 3D y materiales accesibles, lo que lo hace ideal para su uso en contextos con recursos limitados.
En muchas partes del mundo, conseguir una cita con un neurólogo es un lujo. Hay regiones donde no se alcanza ni un especialista por cada 300.000 habitantes. Por eso, una herramienta como esta puede marcar la diferencia: permite detectar casos que hoy pasan desapercibidos y abre la puerta a intervenir antes de que sea demasiado tarde.
Los investigadores insisten en que queda camino por recorrer. El siguiente paso es probarlo con más personas, en distintos estadios de la enfermedad.
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