Astronomía

Alarma científica: el avance tecnológico que todos aplaudimos podría estar abriendo un agujero en la capa de ozono

Agujero capa ozono
Gemma Meca
  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

Hay un avance tecnológico que todos aplaudimos que podría estar abriendo un agujero en la capa de ozono. La alarma entre la comunidad científica está activada, estamos ante una serie de cambios que pueden acabar siendo los que nos acompañarán en estos días y que, sin duda alguna, podremos empezar a tener en consideración en este momento. Por lo que, habrá llegado el momento de poner sobre la mesa los más y menos de este tipo de avances a los que la humanidad se somete.

Podemos dar un paso adelante y dos hacia atrás, la dura realidad es que deberemos estar preparados para afrontar una serie de situaciones que pueden convertirse en una dura realidad. Sin duda alguna, habrá llegado el momento de poner sobre la mesa este avance que puede acabar siendo lo que nos acompañará en estos días que tenemos por delante. Son tiempos de cambios y de visualizar una oportunidad que puede acabar siendo la que nos dará más de una sorpresa inesperada. Los expertos no dudan en reconocer qué es lo que puede pasar en estos días que tenemos por delante.

La alarma entre la comunidad científica que pone los pelos de punta

Nuestro planeta es irremplazable, por mucho que hayamos querido encontrar en el espacio exterior un lugar similar, nada es tan importante como este tipo de elementos que pueden cambiarlo todo. Estaremos ante un giro radical que puede acabar siendo esencial.

Sin duda alguna, estaremos pendientes de una repercusión, la que el propio ser humano ha creado con sus actuaciones sobre el medio ambiente. Sin duda alguna, deberemos estar muy pendientes de unos elementos que pueden acabar siendo los que nos marcarán de cerca.

Habrá llegado ese día en el que la ciencia lance una importante alarma que quizás hasta ahora desconocíamos. Son tiempos de estar muy pendientes de una serie de situaciones que pueden convertirse en la antesala de algo más. Con la llegada de una serie de elementos que, sin duda alguna, pueden acabar siendo los que nos afectarán de lleno.

Es momento de apostar por un cambio de tendencia que, sin duda alguna, acabará marcando una diferencia importante. Por lo que, habrá llegado el momento de apostar claramente por un cambio de tendencia que, sin duda alguna, debemos empezar a dar o la humanidad se enfrentará a un dilema científico en toda regla.

Este avance tecnológico podría estar abriendo un agujero en la capa de ozono

La capa de ozono es lo que protege nuestro planeta de las amenazas que llegan del exterior, por lo que, quizás deberemos empezar a pensar en las formas de mantener este elemento en perfectas condiciones. Con algunos esfuerzos por nuestra parte que sean eficientes.

Los expertos de Scitechdaily nos explican que: «Las emisiones de los cohetes y los contaminantes de reentrada amenazan con retrasar la recuperación del ozono, pero una acción coordinada y una propulsión más limpia podrían evitar daños a largo plazo. El fuerte aumento de los lanzamientos de cohetes globales puede dificultar la recuperación de la capa de ozono, advierte Sandro Vattioni. Aunque se está subestimando el riesgo, señala que podría reducirse a través de medidas proactivas y coordinadas. En los últimos años, la expansión de las constelaciones de satélites en órbita terrestre baja ha transformado el cielo nocturno, impulsado por el rápido crecimiento de la industria espacial. Este progreso crea grandes oportunidades, pero también plantea desafíos ambientales. Los contaminantes liberados durante los lanzamientos de cohetes y de los escombros en llamas durante la reentrada se acumulan en la atmósfera media, donde pueden dañar la capa de ozono, el escudo de la Tierra contra la dañina radiación ultravioleta. Los científicos recién están empezando a evaluar completamente la escala de esta amenaza. Las investigaciones sobre cómo las emisiones de los cohetes afectan al ozono comenzaron hace más de tres décadas, pero durante muchos años el impacto se consideró mínimo. A medida que la frecuencia de los lanzamientos sigue aumentando, esta visión está cambiando. En 2019, solo se registraron 97 lanzamientos orbitales en todo el mundo, pero para 2024 la cifra había subido a 258, con proyecciones que apuntan a un crecimiento rápido continuo».

Siguiendo con la misma explicación: «A diferencia de los contaminantes a nivel del suelo, las emisiones de los cohetes y los satélites que vuelven a entrar pueden persistir en la atmósfera media y superior hasta 100 veces más, ya que los procesos de eliminación como la precipitación no ocurren a esas altitudes. Si bien la mayoría de los lanzamientos tienen lugar en el hemisferio norte, la circulación atmosférica finalmente distribuye los contaminantes a nivel mundial. Para investigar los efectos a largo plazo, investigadores de ETH Zurich y el Observatorio Meteorológico Físico de Davos (PMOD/WRC), en colaboración con el equipo internacional de Laura Revell en la Universidad de Canterbury, utilizaron un modelo química-climático para simular cómo las emisiones futuras podrían afectar la capa de ozono para 2030».

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