La separatista Òmnium pasa a pagar de 2 a 3 millones en sueldos en un sólo año
No hay crisis económica en Òmnium Cultural. La asociación independentista que, bajo el pretexto de la cultura, defiende y promueve la independencia de Cataluña y tiene como presidente al condenado por el 1-O Jordi Cuixart, ha pasado de pagar en nóminas 2 millones en 2018 a 3 millones sólo un año después.
La asociación defiende que sus ingresos provienen mayoritariamente de sus socios pero lo cierto es que los últimos presupuestos presentados por la Generalitat de Cataluña incluían una partida de 500.000 euros destinados a Òmnium.
Según los datos públicos que pueden consultarse en la página web de la asociación, Òmnium gastó 1.999.926 euros en pagar los salarios de sus trabajadores en 2018. El año siguiente, la cifra aumentó hasta los 2.925.729 euros. Esto supone una subida del gasto de casi un millón de euros en tan sólo 11 meses, un 33% más.
La propia auditoría apunta que este aumento responde a la contratación de más personal a causa del «incremento de las actividades».
Como también refleja el documento, la asociación pasó de tener 101 personas en nómina en 2018 a aumentar su plantilla hasta los 126. Estos datos significan que, aunque la contratación subió en algo más de un 24%, el presupuesto en salarios dobló su cifra en sólo un año.
El personal de nueva contratación del año 2019 responde principalmente a técnicos mientras que directivos y administrativos permanecen igual.
¿Cuánto cobran?
La auditoria muestra también los sueldos de los que los trabajadores de la asociación disponen. Los puestos administrativos cobran un mínimo de 16.601 euros anuales y un máximo de 22.135.
Los técnicos, cuya contratación aumentó notablemente en el año 2019 respecto al 2018, ganan de 22.369 a 30.420 euros.
Los responsables tienen un salario que va desde los 30.420 a los 36.942 euros. Y por último, los directivos, cuentan con una horquilla de sueldo que llega a alcanzar los 65.910 euros al año situándose el mínimo de este puesto en los 40.560 euros.
Los estatutos de la asociación establecen que los miembros de la Junta Directiva no pueden tener un sueldo dependiente de Òmnium por lo que deben ejercer su labor sin retribución. La Junta está compuesta de 18 vocales y es dirigida por el presidente de la agrupación, Jordi Cuixart.
«Lo volveremos a hacer»
Òmnium es junto a la ANC uno de los brazos civiles del separatismo catalán. Ambas asociaciones trabajan a la par para difundir la ideología rupturista dentro y fuera de Cataluña e, incluso en el extranjero.
Pero el separatismo conoce que, aunque sus aspiraciones son ilusorias , deben continuar dando alas a los independentistas para no dejar caer sus objetivos. Tanto es así que el propio Cuixart declaró hace unos días que volverán a intentar dar un golpe de estado a pesar de las consecuencias. «Pase lo que pase, nuestro límite nunca más puede ser ni la prisión ni el exilio», declaró en uno de los vídeos que difunde por redes sociales a menudo. «Lo volveremos a hacer. Y no tengo ninguna duda: lo haremos por amor en la vida y a la libertad», aseguró Cuixart, añadiendo que no guardaba rencor hacia nadie.
Cuixart entró en prisión el 16 de octubre de 2017 junto a Jordi Sánchez, líder de la ANC pero a pesar de lo ocurrido no dudan en repetir que sus intenciones son las mismas que cuando celebraron el referéndum ilegal en el año 2017.
Aumento de la violencia
A pesar de que Cuixart y otros líderes mantienen sus declaraciones acerca de conseguir la independencia de «manera pacífica», ciertos sectores del separatismo no comparten la misma opinión.
El separatismo sabe que la actualidad española y la pandemia del coronavirus ha relevado sus aspiraciones secesionistas en un segundo lugar. Esta realidad, sumada a la imposibilidad de instaurar una república independiente catalana, ha llevado a los sectores más radicales a proponer dar un paso más. Las manifestaciones ya no son suficientes.
Por ello han pasado del ya conocido «somos gente de paz» a lanzar campañas más agresivas en las que se asegura que para conseguir los objetivos no es suficiente lo que se ha hecho hasta ahora.
Es este motivo el que ha provocado que los separatistas comiencen una reorganización en la que se pretende escalar la violencia y en la que, tal y como puede observarse en los carteles difundidos, no existen límites.
La ‘kale borroka’ catalana quiere que los actos vandálicos como los acontecidos en octubre del 2019 vuelvan a repetirse. Para ello, han comenzado a organizarse a través de grupos de Telegram mediante los cuales los más radicales siguen órdenes de los administradores de los canales cuyas ideas son claras: «No hay insurrección pacífica», tal y como puede leerse en los mensajes que difunden.