Castilla y León

Gallardo condena la agresión a un ex alcalde socialista pero advierte: «Ni una sola lección del PSOE»

El vicepresidente de Castilla y León ha recordado que la historia del PSOE está trufada "de todo tipo de crímenes y delitos"

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El vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo (EP) (5)
Rodrigo Villar

El vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, ha condenado este viernes la agresión que sufrió el ex alcalde socialista de Ponferrada, Olegario Ramón, y ha asegurado que Vox «no se siente responsable» en este incidente. Ahora bien, el dirigente político ha advertido que no admitirá «ni una sola lección» del PSOE en esta materia, ya que los 140 años de historia de este partido están «trufados de todo tipo de crímenes y delitos».

«Vox nunca ha promocionado ni incentivado ningún tipo de violencia», ha remarcado García-Gallardo en declaraciones a los medios durante su visita a la localidad palentina de Castrejón de la Peña, donde ha inaugurado la presa del Arroyo de las Cuevas.

En relación con esta cuestión, García-Gallardo ha enfatizado en que la violencia política debe ser «apartada y condenada», algo que Vox hace de forma «reiterada», al tiempo que ha criticado que el PSOE condene algunos tipos de violencia en el ámbito familiar y otros no.

«Ahora se ve cómo los socialistas condenan como nosotros esta agresión desde la que desde luego no nos sentimos responsables pero luego olvida condenar todas las agresiones que sufren nuestros militantes, afiliados y simpatizantes en cada campaña electoral», ha reflexionado el vicepresidente del Ejecutivo autonómico.

Del mismo modo, García-Gallardo ha recordado que esto se vio hace unos días en el comienzo de la campaña electoral en Bilbao pero también en carpas a lo largo de España, en muchísimos municipios.

«Es una agresión constante», ha lamentado García-Gallardo, para remarcar que todo esto está alimentado por el «relato falso y sectario» de los medios de comunicación de que Vox es un partido «radical y extremista lo cual lleva a muchos irresponsables a agredir a los militantes y a los cargos públicos de la formación».

Por esta razón, ha señalado que hay «mucho» que reflexionar al respecto, al tiempo que ha asegurado que Vox «no admitirá ni una sola lección del PSOE en esta materia», un partido que ahora mismo está aliado con los «separatistas que llevaron el terrorismo a las calles y que ahora quieren administrar y que además está aliado con la ETA política que vemos que es Bildu».

Al hilo de estas palabras, el vicepresidente de la Junta ha incidido en que Vox no va a aceptar la «superioridad moral de la izquierda», que trata de «culpabilizar a la formación liderada por Santiago Abascal de generar un clima de odio y crispación». «Sin embargo, no es nuevo este clima que el PSOE ha llevado a las calles durante distintas etapas del siglo XX», ha criticado.

Ramón culpa a Vox

El ex alcalde de Ponferrada, Olegario Ramón, que ha comparecido este viernes en rueda de prensa, ha asegurado que «se han normalizado las palabras gruesas, mentir constantemente, se ha normalizado el ruido, el enfrentamiento y la agresividad», algo que también ocurre en el Parlamento Nacional o en las Cortes Autonómicas.

«Toda esta tensión forma parte de una estrategia política diseñada cuando aparece la ultraderecha con un partido como es Vox que empieza a tener repercusión y el PP pelea por ese espacio político y que está, en ocasiones, más a la ultraderecha que Vox», ha manifestado el político berciano, quien cree que «desgraciadamente esa va a ser la línea de futuro».

Por eso considera que «esa tensión que se traslada a la ciudadanía» ha generado que, en el caso de Ponferrada, todos los días un grupo de personas se manifieste con banderas de España en la sede del PSOE donde, según ha dicho, se ha llegado a arrojar «sangre de animal» a la fachada del edificio donde tienen sus dependencias los socialistas.

Ramón ha hecho una «llamada a rebajar la tensión y los enfrentamientos», así como a «recuperar la tranquilidad, el diálogo y la tolerancia» para «no enfrentar territorios ni personas. «He echado de menos eso en el Ayuntamiento en los primeros meses», ha reconocido el socialista, que cree que el PP incluso tuvo «mucha indulgencia» con las concentraciones en la sede.

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