Síntomas de madre agotada

Sentirse agotada es algo normal que todas las madres, especialmente cuando los niños son pequeños, deberían asumir sin sentimiento de culpabilidad alguna. Cuando ya no se puede más no te debes sentir como una mala madre o alguien imperfecto ya que admitámoslo: los niños agotan y en ocasiones hasta límites insospechados. Conozcamos ahora, los síntomas de una madre agotada.

Síntomas de madre agotada

Admitir que se está cansada, agotada e incluso un poco estresada no hace que sea mejor o peor madre. Solo que eres humana, pero a veces cuesta reconocer que ese cansancio existe ya que damos por hecho que es nuestra obligación estar siempre al servicio de los niños.

Esta creencia malsana de que las mujeres son «Wonder woman» solo hace que aumentar las expectativas y la carga de trabajo. De hecho, suele decirse que las mujeres, y en especial las madres, son multitarea.

Pero, ¿es realmente así? Probablemente muchas madres hagan varias cosas y seguro que la mayoría lo consigue, pero las consecuencias no deben descuidarse en absoluto. De hecho, cuando nos sobrecargamos de compromisos y responsabilidades podemos acabar sufriendo de estrés.

Por ello será bueno repasar algunos signos que podemos aprender a reconocer antes de que sea demasiado tarde y tomar medidas para recuperar el bienestar psicofísico.  Estas son algunas de las señales o síntomas de una madre agotada

• La fatiga crónica es la primera alarma. Si a pesar de las horas adecuadas de sueño te sientes extremadamente cansada ​​y no tienes fuerzas para hacer nada, tal vez sea el momento de hacer una pausa. Pide ayuda a tu pareja, a tu familia. Date un respiro de unas horas y recupérate antes de que sea demasiado tarde.
• El sentimiento de incapacidad e insuficiencia es el segundo signo que no debe pasarse por alto. Esto nos hace comprender que estamos realmente agotadas, al punto que llegamos a pensar que no somos buenas madres  por no llegar a todo lo que nos proponemos. ¿Has pensado en organizarte de manera que todo se pueda hacer a su tiempo aunque se tarde un poco más?
• Las madres agotadas también tienden a distanciarse emocionalmente de sus hijos , una protección que en realidad surge para auto-protegernos de el estrés que nos acecha. Es normal entonces que estés más irritable o tengas menos paciencia con los niños, pero ellos hacen su función: ser niños y no puedes culparles de nada.

Si te encuentras con estos síntomas, incluso en uno solo de ellos, puede que haya llegado el momento de detenerte un momento y admitir que necesitas que te echen una mano , un momento de desapego de todo para recuperar energía y fuerza vital. Admitir que criar hijos, deseados, queridos y amados, es agotador, no te convertirá en mala madre.