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Semana Santa con un bebé en casa: ¿Viajar o no viajar?

No es lo mismo si el bebé tiene 2 o 3 meses que si ya tiene 8 o 9

El nombre italiano de 4 letras que se está poniendo de moda entre los padres españoles

Semana Santa
Bebé. (EP)

Para las nuevas familias siempre es una inquietud el primer viaje con un bebé pequeño, como BabyPlanner abordar este tema desde el embarazo me resulta indispensable para dar a los nuevos padres las herramientas y soportes necesarios para que puedan sentirse tranquilos de hacerlo. Porque sí, la respuesta es que se puede disfrutar muchísimo de un viaje con un bebé incluso durante el posparto, eso sí, planificarlo bien es fundamental.

A la hora de pensar en un viaje o escapada con un bebé es muy importante ser consciente de sus necesidades y del entorno en el que estaremos. Así pues, no es lo mismo ir a visitar a la familia al pueblo, que hacer turismo por una ciudad europea o refugiarse en una casa rural en el interior. En función al tipo de escapada deberemos pensar en muchos detalles. Tampoco es lo mismo si el bebé tiene 2 o 3 meses que, si ya tiene 8 o 9, sus necesidades y rutinas en destino serán diferentes.

Si planeas una escapada con un bebé de menos de 4 meses

¡Es un momento perfecto para viajar en familia! En cuanto la mamá se encuentre recuperada del posparto inmediato (generalmente sería ideal esperar a pasar la cuarentena) los viajes son momentos únicos para disfrutarse, conocerse aún más, despejar la mente. Las emociones de la mamá aún estarán a flor de piel y cambiar de aire, relajarse y pasar tiempo fuera de casa es estupendo para su ánimo.

El bebé solo necesitará estar con sus padres y ser mimado, por lo que no será un problema cambiar de espacio. Durante los paseos podrá dormir en el cochecito o la mochila, podrá comer en cualquier sitio tanto si es de pecho como si lactancia artificial (aunque en este caso requerirá algo más de planificación a la hora de armar el bolso) pero nada debe preocupar a los papás de que su bebé salga de su espacio.

Algunas particularidades a tener en cuenta:

  • Si vamos a visitar a familiares, especial atención a la sobrecarga de estímulos desconocidos, a que no pase de mano en mano, regular un poco el estrés que puede ocasionar tantas caras nuevas con más contención de la mamá y momentos en los que solo sean mamá, papá y bebé.
  • Si vamos a hacer una escapada más rural en el interior, hay que ser mucho más previsores y llevar equipaje con más «por si acaso». Desde algún medicamento hasta dosis adicionales de pañales o chupetes extras. No habrá tanta disposición de tiendas por lo que hay que viajar con todo lo que necesitemos.
  • Si vamos de turismo de ciudad, un cochecito ligero y bien plegable puede ser un aliado muy interesante. La mochila o el fular resultarán indispensables y tener en cuenta con mucha atención el clima en destino, manejando su abrigo con muchas capas, ya que seguramente pasarán más tiempo al aire libre con cambios de temperatura en la misma jornada. Puede ser muy interesante contar con unos cascos anti ruido especial para bebés, para esos momentos de estrés o espacios muy concurridos, suelen ser una excelente solución.

¿Y cómo organizarse cuando es algo más mayor?

Si planeas una escapada con un bebé de 6 a 10 meses y estás en plena incorporación de la alimentación complementaria y de rutinas de sueño más estructuradas, puedes tener que hacer algunas adaptaciones al ritmo normal de las vacaciones y deberás adecuarte mucho más a sus necesidades. Es probable que ya no duerma sus siestas tan cómodamente en el cochecito mientras paseas o incluso que le cueste más conciliar el sueño por las noches si no está en su ambiente más conocido. Tendrá mucha más curiosidad por los estímulos que lo rodean y el sueño puede alterarse bastante. Respecto a su alimentación, aún estará en una etapa en la que no come igual que los adultos, que no es posible en todos los sitios pedir algo que cumpla los requisitos y que tengas que improvisar comidas a la hora que le toca, aunque no sea la hora de la comida o cena de los adultos.

Esto no significa que no es recomendable viajar con un bebé de esta edad, todo lo contrario, puede ser un plan perfecto para disfrutar en familia de un tiempo y un espacio diferente y guardar recuerdos estupendos de ese momento. Solo necesitas mucha más previsión y planificación. A la hora de pensar en destino, planes y formas de traslado, ten en cuenta sus rutinas, sus ritmos y sus necesidades. Sería bueno pensar en planes que no duren todo el día sin volver «a la base» para que tu bebé pueda tener su momento de estar relajado. Deberás pensar en lo que va a comer durante el día y tener la previsión de tenerlo cuando sea la hora, independientemente del plan que hayáis escogido.

Es importante entender que, si bien sabemos que las rutinas son fundamentales para el desarrollo seguro del bebé, de ningún modo esto significa que debamos aferrarnos de modo extremo a horarios y actividades de manera tan rígida. No le causaremos ningún daño al bebé si en ocasiones «rompemos» con la rutina para hacer una salida, nos acostamos o nos levantamos más tarde, o como estamos hablando nos tomamos unas vacaciones, estas excepciones a la regla también son saludables en cierta medida, ya que nos dan un respiro de la vida diaria y organizada, nos brindan espontaneidad y distensión.

Independientemente del tiempo que tenga tu bebé antes de hacer una escapada siempre es una buena recomendación hacer una consulta al pediatra, comentarle los planes al profesional que realmente conoce a tu bebé, asegurarse de que todas las vacunas estén actualizadas a fin de tenerlo lo más protegido posible y por supuesto comentar las posibles recomendaciones específicas que pueda llagar a hacer para ser aún más previsores. Recuerda que si el destino es fuera de España necesitará la tarjeta sanitaria europea (tanto bebés como adultos) independientemente de que tengas un seguro médico que cubra cualquier necesidad.

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