Seamos sinceros, los recién nacidos no son guapos

Seamos sinceros, los recién nacidos no son guapos
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¿Qué madre o padre no ha tenido a su recién nacido en brazos por primera vez y ha dicho eso de “qué guapo es” o qué abuela no lo ha visto nada más nacer y ha dicho que su nieto es el bebé más hermoso de cuantos ha visto en su vida? Sí, no hay nadie o muy poca gente que reconozca que el hijo que acaba de traer al mundo no es hermoso.

Y es que seamos sinceros, es imposible que un niño sea guapo después de pasar por el canal del parto, de haber sido sacado del interior de su madre con lo calentito que estaba allí, de llegar a un lugar “inhóspito”, de encontrarse rodeado de gente que no conoce de nada , de tener unas dimensiones reducidas y de darse cuenta que toda la ropa le queda grande. Eso es prácticamente posible.

Si tienes sentido del humor, sigue leyendo. A continuación, vamos a dar a conocer realmente los motivos por los que los recién nacidos no son guapos, por más que lo digamos. Se trata de argumentos que han sido expuestos por Esther Gili, ilustradora y autora de la novela de humor gráfico “39 semanas. Y mis experiencias como madre novata”, que gira en torno al embarazo.

Su cara parece la de un boxeador

El bebé nada más nacer se presenta hinchado y con la cara enrojecida, vamos parece que viene de un combate de boxeo. Y es que hay que entender que no es nada fácil salir por un canal de parto a empujones que van dando y teniendo que pasar por un sitio realmente estrecho, en el que la cabeza se tiene que casi plegar, para que luego alguien le agarre y le tire hacia fuera. ¿Después de todo eso cómo va a presentar un aspecto impecable? Pues es imposible.

¡Menudo gorro lleva!

Si su rostro, pobrecito, es un auténtico “poema”, ni que decir tiene que en el hospital no le ayudan en absoluto a que pueda parecer más guapo y esté presentable en ese primer contacto con la familia. Y es que, por regla general, le colocan una especie de gorro, horroroso, que es más grande que el propio bebé casi. Vamos, que no le favorece para nada, todo lo contrario. Y eso sin olvidar que seguramente esa cosa que lleva en la cabeza se le escurre de manera constante.

Es una bola de pelo

No todos los niños son iguales, pero una gran mayoría viene a este mundo con una cantidad de pelo exagerada. Y es que no sólo es que lo tenga en la cabeza sino también por las piernas, por los hombros, por la espalda…Vamos, una auténtica bolita peluda. No obstante, no pasa nada, por regla general, ese vello, que es fino, se le irá cayendo progresivamente por sí solo. Y si lo mantiene tampoco pasa nada, es nuestro hijo y lo queremos, punto.

Garras en lugar de uñas

Otro de los argumentos que ha utilizado Esther Gili para determinar que los recién nacidos no son para nada guapos, por más que se les califique como tal, es que tienen unas uñas larguísimas. Es más, en vez de uñas parecen que tienen garras, madre mía. Vienen a ser casi la versión mini en tema de manicura del Drácula de la película dirigida por Francis Ford Coppola.

Por eso, pronto habrá que cortárselas, básicamente para evitar que pueda hacerse rasguños por sí solo al tocarse la cara.

Pringue por todas partes

Hace décadas se consideraba que en cuanto el bebé venía al mundo había que lavarlo y eso es lo que hacían las matronas y enfermeras. Sin embargo, desde hace unos años para acá esa idea ha cambiado. De ahí que se le deje con todo el “sebo” con el que nace y que se no le bañe hasta que pasen unas horas, ya que se considera que esa sustancia le va a proteger fundamentalmente la piel. En concreto, donde la citada sustancia pegajosa reside fundamentalmente es en la cabeza y allí está oculta bajo el “bonito” gorro que hemos mencionado antes.

Otros motivos

Además de los expuestos, esta escritora e ilustradora que nos ocupa determina que hay otros factores por los cuales no podemos afirmar que un recién nacido es guapo. En concreto, entre esos motivos se encuentran los siguientes:

  • Por regla general, tiene poco pelo en lo que son las cejas, dándole un aspecto cuanto menos extraño. Pero claro, ¿cómo va a tenerlo si todo su vello se ha ido a la espalda?

  • Las manos y los pies cuentan con mucho pellejo. Esto es algo que, de modo fundamental, les sucede a los niños que nacen con poco peso. Pero no sólo eso, todos en general vienen al mundo con esas extremidades muy blancas o por el contrario amoratadas.

Después de leer todo eso, ¿sigues creyendo que los bebés que acaban de nacer son bonitos? No mientas, vale que quieras a tu hijo por encima de todo y que para ti sea el más guapo, pero hermoso lo que se dice hermoso no nace.

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