Parto

Qué es y cómo se desarrolla el periodo expulsivo del parto

La fase de expulsión es la fase previa a que se produzca el parto. Una fase que sirve para prepararse para el nacimiento del bebé que ya estárá colocado para salir.

fase expulsivo
Cómo se desarolla la fase de expulsión del parto
Blanca Espada

Una de las fases del parto que más suele preocupar a las futuras madres es el periodo expulsivo, que corresponde al momento en el que se debe expulsar al recién nacido. Veamos entonces con más detalle a qué se corresponde el periodo expulsivo y cómo se desarrolla.

Qué es el periodo expulsivo

El periodo expulsivo es la fase del parto que corresponde al momento en que el feto atraviesa el canal de parto para salir del cuerpo de la madre.

En realidad, antes del período expulsivo real hay una fase de transición, llamada «latencia» , que es como una pausa de descanso prevista por la naturaleza antes del sprint final: dura alrededor de media hora parece que las contracciones se detienen y que el parto se detuvo, a pesar de que la progresión del bebé continúa. Es una pausa fisiológica importante que hay que respetar, sin pretender forzar el tiempo, porque ayuda a que los tejidos de la madre se adapten al paso del bebé.

Al final de ese intervalo, la mujer comienza a sentir cierta presión, que es una sensación de empuje, como si fuera precisamente a «expulsar». ¿Qué hacer? Simplemente la embarazada se debe dejar llevar por este impulso, buscando la posición que te permita empujar mejor : sentada, en cuclillas, a cuatro patas o sobre una colchoneta, responde la comadrona.

Como el resto de fases del parto, la duración del periodo expulsivo es muy variable aunque es el primer parto y no hay signos de sufrimiento fetal, es posible esperar hasta dos horas, o incluso tres.

Cómo se desarrolla el periodo expulsivo

Ahora que ya sabemos a qué corresponde el periodo expulsivo del parto, podemos explicar con más detalle cómo se va desarrollando en cuanto se inicia.

1. Empezamos a empujar

El inicio del período expulsivo coincide con la llegada de esa mencionada sensación incontrolable de presión sobre la parte posterior del suelo pélvico cuando la dilatación del cuello uterino también es completa (unos 9/10 cm). Ha comenzado la fase más intensa y tumultuosa. Es el momento de abandonarse a las sensaciones que le transmite su cuerpo y dejarse guiar sobre todo por él. Disfruta este momento al máximo.

Los empujes activos de la mujer durante cada contracción acompañan al bebé hacia la salida por el canal del parto; Este es un momento lleno de ansiedad y aprensión, así como de fatiga física, pero al mismo tiempo aumenta la confianza y surge un espíritu de colaboración: las contracciones se toleran mejor ya que el nacimiento es inminente. Casi todo el período expulsivo aún se pasará en la sala de partos, donde es posible identificar la posición más adecuada para dar a luz.

2. Lo que sucede durante este período

Algunos fenómenos como la reducción, el compromiso fetal, la rotación interna y parte de la progresión del feto en el canal del parto ya han ocurrido en la fase previa al periodo expulsivo.

Durante la rotación interna, el vértice de la cabeza del niño, bajo los primeros empujes, ya puede salir a la superficie. En estos momentos la partera y el padre pueden ver el color del cabello que, sin embargo, parece más oscuro que el real ya que está empapado en líquido amniótico.

Posteriormente, el feto fija la nuca detrás del pubis de la madre y comienza el movimiento de desenganche de la cabeza: una acción de palanca permite la extensión y salida con la cara hacia atrás.

La posterior rotación de los hombros, que a su vez se disponen según un plano anteroposterior de la pelvis, hace que la cara del lactante gire hacia el muslo derecho de la madre; el hombro derecho se fija debajo de la sínfisis púbica, mientras que el izquierdo sobresale posteriormente. Finalmente, con extrema facilidad, se producirá la expulsión del cuerpo.

3. Asistencia durante el período expulsivo

Durante este período, se realiza un registro continuo de los latidos cardíacos fetales y las contracciones del útero.

En los raros casos en los que no se ha producido la rotura espontánea de las membranas, se practica la amnioresis. Si no se puede orinar espontáneamente, se vacía la vejiga con un pequeño catéter estéril y se lubrica con un gel anestésico.

La partera realiza exámenes vaginales esporádicos para comprobar el progreso de la cabeza del bebé en el canal del parto. La propia matrona permanecerá cerca de la futura madre durante todo el período expulsivo, apoyando tus elecciones instintivas de posición y forma de empujar y aconsejándote sobre posibles alternativas.

4. Lo que hace la embarazada

Consiente las sensaciones más instintivas y profundas, disfruta de este momento tan intenso. Si el parto no es del todo inminente, puedes tomar la posición más cómoda o la que te sugiera la matrona.

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