Obesidad y embarazo: ¿existen riesgos?
La obesidad puede suponer un riesgo para el desarrollo del bebé durante el embarazo
¿Qué funciona para combatir la obesidad?
Casi la mitad de la población tiene sobrepeso u obesidad


La obesidad afecta a millones de personas en el mundo, y aunque debe ser tratada y controlada, durante el embarazo puede llegar a suponer no sólo un problema para la futura madre sino también para el desarrollo del bebé. Debemos conocer bien los riesgos que implica tener obesidad o exceso de peso durante el embarazo, de modo que de ellos te hablamos a continuación, además de ofrecerte también una pequeña guía para prevenir la obesidad y sus complicaciones antes y durante el embarazo.
Riegos de la obesidad en el embarazo
La obesidad es una enfermedad crónica que se caracteriza por un exceso de grasa corporal, que se mide mediante el índice de masa corporal (IMC). Se considera obesidad cuando el IMC es igual o superior a 30 kg/m2. La obesidad es un problema de salud pública que afecta a millones de personas en el mundo y que aumenta el riesgo de padecer diversas enfermedades, como diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
La obesidad también puede tener consecuencias negativas durante el embarazo, tanto para la madre como para el bebé. Las mujeres obesas tienen más dificultades para concebir y para lograr un embarazo exitoso con técnicas de reproducción asistida. Además, durante la gestación, la obesidad aumenta el riesgo de sufrir complicaciones como las siguientes:
- Aborto espontáneo (que pueden llegar a ser recurrentes), muerte fetal intraútero
- Diabetes gestacional, que es la diabetes que se desarrolla durante el embarazo y que puede causar problemas de salud al bebé
- Preeclampsia, que es una complicación del embarazo caracterizada por presión arterial alta y signos de daño a otro sistema de órganos, como el hígado o los riñones
- Problemas cardíacos y apnea del sueño, que son trastornos respiratorios que afectan la calidad del sueño y la oxigenación
- Dificultad en el parto vaginal y mayor necesidad de cesárea, que implica un mayor riesgo de infecciones, hemorragias y otras complicaciones
Los bebés de madres obesas también pueden sufrir problemas de salud, como los siguientes:
- Defectos congénitos, especialmente del tubo neural (que forma el cerebro y la médula espinal) y del corazón
- Macrosomía fetal, que es ser significativamente más grande que el promedio al momento del nacimiento, lo que puede causar lesiones durante el parto o dificultades respiratorias
- Problemas de crecimiento intrauterino o postnatal
- Asma infantil y alergias
- Obesidad infantil y mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en el futuro
- Problemas cognitivos y retraso en el desarrollo
Prevenir riesgos de la obesidad en el embarazo
Para prevenir estos riesgos, es importante que las mujeres con obesidad consulten con su médico antes de quedar embarazadas y sigan sus recomendaciones sobre nutrición y actividad física. También es fundamental controlar el peso durante el embarazo y seguir las pautas de aumento de peso según el IMC previo al embarazo. El Instituto de Medicina recomienda los siguientes rangos de aumento de peso durante el embarazo para las mujeres estadounidenses:
- Las mujeres embarazadas con peso bajo (IMC inferior a 18,5) deberían aumentar entre 12,7 y 18,1 kg.
- Las mujeres embarazadas con peso normal (IMC entre 18,5 y 24,9) deberían aumentar entre 11,3 y 15,9 kg.
- Las mujeres embarazadas con sobrepeso (IMC entre 25 y 29,9) deberían aumentar entre 6,8 y 11,3 kg.
- Las mujeres embarazadas obesas (IMC superior a 30) deberían aumentar entre 5 y 9 kg.
Tener un peso saludable antes y durante el embarazo es una forma de cuidar la salud propia y la del bebé. Además, adoptar hábitos saludables puede ayudar a prevenir la obesidad en edades posteriores.
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