Embarazo

Jardinería en el embarazo: ¿Se puede hacer?

¿Se puede trabajar en el jardín durante el embarazo? Los expertos coinciden en que una mujer embarazada puede seguir cuidando su jardín, pero debe seguir algunas reglas para su salud y la del feto.

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Blanca Espada

Durante el embarazo , las futuras madres, especialmente cuando se trata de esperar a su primer hijo, a menudo se preguntan qué actividades pueden ser peligrosas para la salud del feto. Muchas de las cosas que se hacían previas a la gestación, aparecen como peligros potenciales, pero no siempre es así. La jardinería, por ejemplo, es una de las prácticas que más dudas generan si tenemos en cuenta no sólo el esfuerzo físico sino también algunos de los productos que se utilizan para el cuidado de las plantas. Por este motivo, queremos hablaros ahora de todo lo que rodea a la jardinería  y el embarazo y si es segura o no durante este periodo.

Jardinería en el embarazo

En general, todos los expertos están de acuerdo en que mientras una mujer embarazada se sienta cómoda arrodillándose, quitando las malas hierbas, cavando pequeños hoyos y regando las flores, puede continuar con la jardinería durante los meses de embarazo. De hecho, esta puede ser una gran manera de mantener el cuerpo en movimiento.

De este modo, podemos decir que la mujer puede dedicarse a la jardinería si estás preparada y sabe lo que hace en todo momento junto al hecho de usar guantes en todo momento y lavarse las manos con frecuencia dado que existen ciertos riesgos. El suelo puede contener parásitos como la salmonela o la listeria, de modo que esta actividad para una persona embarazada tiene el mismo riesgo que ingerir determinados alimentos y por tanto de contraer enfermedades.

Una de estas podría ser la toxoplasmosis, una infección causada por un parásito común , especialmente peligroso para las mujeres embarazadas. El mayor riesgo proviene de comer carne o mariscos poco cocidos, pero el parásito también puede ser ingerido accidentalmente si entra en contacto con heces de gato , o suelo contaminado.

De este modo, no hay duda de que la jardinería aumenta el riesgo de exposición a la toxoplasmosis, pero si te gusta, es algo que puedes hacer  con el uso de guantes, mascarilla y el hecho de lavarte bien las manos antes de tocarte la cara, la boca o los ojos. Además, se deben evitar algunos pesticidas durante esta actividad, dado que podrían aumentar las posibilidades de tener un aborto espontáneo o defectos de nacimiento, pero además se recomienda no tocar hierbas y plantas que no se conocen para evitar reacciones alérgicas.

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