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Coronavirus: Cómo enseñar a los niños a que no se toquen la cara

Dar un toque de atención, cambiar los hábitos o crear acciones específicas nos servirá para que los niños no se toquen la cara estos días.

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Cómo enseñar a los niños a que no se toquen la cara

Tener una buena higiene de manos es algo esencial para poder evitar el riesgo de contagio del coronavirus. En una entrada anterior ya os hablamos de cómo enseñar a los niños a lavarse bien las manos, pero queremos hablar ahora del hecho de tocarse la cara, que es lo que realmente provoca que podamos acabar contagiados con el temido virus. Veamos entonces ahora, cómo enseñar a los niños a que no se toquen la cara.

Todos nos tocamos la cara de forma automática más de 100 veces al día. No es una cifra exagerada, de hecho podemos llegar a quedarnos cortos ya que en la mayoría de los casos es algo que hacemos de manera inconsciente, de modo que cuando se trata de los niños es realmente importante que controlemos impulsos como los de meterse los dedos en la boca, restregarse los ojos o también que se metan el dedo en la nariz. Todo ello, puede provocar que se contagien de todo tipo de virus, no solo el coronavirus, de modo que veamos qué soluciones encontramos para que los niños no se toquen la cara.

Coronavirus: Cómo enseñar a los niños a que no se toquen la cara

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Es realmente complicado enseñar a un niño a no tocarse la cara cada dos por tres o de hecho, es del todo imposible que evitemos que se lleven las manos a la cara si hasta nosotros mismos no somos capaces de ello. ¿Qué podemos hacer entonces? Lo principal es que nos aseguremos incluso estando en casa, que los niños se laven las manos antes y después de comer, antes y después de ir al baño y también tras haber tosido o estornudado. Solo así podemos reducir bastante el riesgo de contagio por coronavirus y por cualquier otro virus.

Luego tenemos otras soluciones que pueden facilitar de alguna manera el que los niños no se toquen la cara a lo largo del día.

Recuérdales no hacerlo

Tan sencillo como darles un toque de atención en cuanto les veamos con las manos en la cara. Puede que les pique la nariz y solo se estén rascando, debes advertirles del riesgo para que dejen de hacerlo.

Explícales por qué no se pueden tocar la cara

Los niños suelen responder de un modo más obediente cuando se les explican las cosas de manera clara y sencilla. Durante estos días en casa por el estado de alarma seguro que hemos explicado qué es el coronavirus a los niños y qué riesgos supone para la salud, les habremos explicado por qué tienen que lavarse bien las manos, pero será bueno que les expliquemos además que si tocamos algo que esté «contaminado» con el virus, y luego nos tocamos la cara, en especial la boca, los ojos y la nariz, es posible que acabemos contagiados.

Cambia los hábitos 

La técnica de revertir los hábitos es un método de modificación del comportamiento que ayuda a las personas a detener los comportamientos automáticos, como tics nerviosos , tartamudeo o en este caso, tocarse la cara sin darse cuenta.

De hecho ya estamos cambiando muchos hábitos estos días, como por ejemplo toser en el codo, en lugar de poner la mano, o no dar la mano a la gente cuando saludamos. Pero a diferencia de la tos y los apretones de manos, tocar la cara es algo de lo que no te das cuenta . Por lo tanto, el primer paso para reducir el contacto con la cara es darse cuenta de ello.

En nuestro caso podemos evitarlo, siendo conscientes de que nos estamos tocando la cara y analizando la situación o el porqué lo hacemos, pero en el caso de los niños aplicar esto será algo más complicado, de modo que basta con hacérselo saber tal y como hemos mencionado antes. Tienes que avisar al niño que se está tocando la cara y que pare de hacerlo. 

Por otro lado el autocontrol es más efectivo cuando se crea un documento físico. Puede que suene a algo estúpido, pero no es mala idea hacer un libro de registro en el que describamos cada contacto que el niño hace con su cara.

De este modo, el pequeño se dará cuenta de todas las veces que se ha estado tocando la cara a lo largo del día. Será consciente de ello y desde entonces, intentará evitarlo en la medida de lo posible.

Nuevos gestos

Una vez que el niño se de cuenta de lo que hace, querrá cambiar, de modo que podemos aprovechar para enseñarle algunas acciones o gestos, que le permitan evitar tocarse la cara. Por ejemplo, cuando sienta el deseo de tocarse la cara, puede apretar los puños , sentarse en las manos , presionar las palmas de las manos sobre los muslos o estirar los brazos a lo largo del cuerpo. El gesto de reemplazo debe ser discreto y la posición debe poder mantenerse durante al menos un minuto. De hecho será bueno que el niño mantenga esa nueva posición o gesto durante el tiempo que esté deseando tocarse la cara.

Manipulación de objetos

Otra opción es la manipulación de objetos, lo que permitirá al niño ocupar sus manos de otra manera. Puede frotarse las yemas de los dedos, jugar con un bolígrafo o apretar una bola anti estrés.

Pon obstáculos

También podemos recurrir a algunos obstáculos, en el caso de que el niño se toque la cara de manera impulsiva sin parar, o cuando tenemos niños pequeños que tengan la costumbre por ejemplo, de chuparse el dedo. En este caso puedes poner guantes de lana a los niños para que los noten cuando vayan a tocarse la cara y eviten así hacerlo, o puedes también recurrir a esmaltes especiales para evitar que se muerdan las uñas o como decimos, que se chupen el dedo.

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