Salud

Apneas infantiles en el sueño: ¿qué hacer para mejorarlas?

apneas infantiles
Cómo tratar la apnea en niños
Blanca Espada

El trastorno respiratorio más frecuente en la infancia es sin duda el ronquido, que es el ruido que emite el niño mientras duerme, debido al paso rápido del aire por un conducto estrecho (boca o nariz). En algunos casos se trata de una molestia transitoria, por ejemplo por un resfriado, una inflamación temporal de las amígdalas o una rinitis alérgica. En el 10% de los casos, sin embargo, el ronquido en los niños es habitual: está presente durante varias noches (al menos tres a la semana) y no se debe a una condición temporal de modo que debemos saber más sobre las apneas infantiles en el sueño y qué hacer para mejorarlas.

Apneas infantiles en el sueño

Los ronquidos habituales nunca deben subestimarse. Aunque en la gran mayoría de los niños es algo inofensivo y no provoca mayores consecuencias, en una minoría de casos puede ser una importante señal de alarma respecto a la presencia del síndrome de apnea obstructiva del sueño. Todo el mundo, entre una respiración y la siguiente, hacen una pausa muy breve. Sin embargo, en los niños que sufren de apnea, esta pausa se prolonga más de lo normal. Hablamos de apnea del sueño, en efecto, cuando se produce una detención de la respiración durante al menos 10 segundos, con la consiguiente disminución de la oxigenación de la sangre.

Tipos de apneas del sueño

Los expertos distinguen entre apneas centrales y apneas periféricas.

  • Las primeras son más graves, ya que se caracterizan por una detención de los movimientos del tórax y el abdomen. Sin embargo, son más raras y más típicos de niños que padecen síndromes genéticos o enfermedades neurológicas.
  • En las apneas periféricas, las más comunes, el tórax y el abdomen intentan moverse, pero encuentran un obstáculo: generalmente, la hipertrofia amigdalina. En la práctica, las amígdalas están tan inflamadas e hinchadas que obstruyen el paso del aire por la garganta. Esta condición, a su vez, está relacionada con la inmadurez del sistema inmunológico (en los primeros años de vida, la mayoría de las defensas se concentran en las amígdalas), una predisposición genética o exposición a virus y bacterias.

Otros factores de riesgo

Existen otros factores de riesgo que aumentan las posibilidades de padecer esta enfermedad. Los tres más comunes son:

  • Malformaciones de las vías respiratorias: los trastornos respiratorios suelen ocurrir en el primer año de vida pero, en algunos casos, ya inmediatamente después del nacimiento;
  • Reflujo gastroesofágico: este es un problema típico de los recién nacidos, en particular entre los cuatro y los ocho meses de vida;
  • Hipertrofia del tejido linfático de las adenoides : esta condición, como la hipertrofia amigdalina, es especialmente característica de los primeros años de vida (en particular de dos a cinco años).

¿Consecuencias de la apnea del sueño en los bebés?

El síndrome de apnea obstructiva del sueño es una enfermedad importante, que puede tener graves repercusiones físicas y psicológicas , especialmente si se prolonga en el tiempo sin un tratamiento adecuado.

La más obvia es la fragmentación del sueño: el niño no puede descansar lo suficiente y, por lo tanto, está fácilmente sujeto a fatiga diurna, irritabilidad e inquietud. Esto solo empeora la vida escolar, familiar y de pareja.

¿Qué hacer cuando un niño entra en apnea del sueño?

Cuando la apnea del sueño se desencadena por una hipertrofia amigdalina, hay tres formas de proceder:

  • En niños menores de dos años, que aún no son elegibles para cirugía, se administran medicamentos esteroides (es decir, medicamentos antiinflamatorios) por vía nasal, capaces de contener el volumen de las amígdalas y las adenoides. El tratamiento se realiza en ciclos;
  • En niños mayores con un problema respiratorio leve, que no produzca mayores repercusiones ni a nivel físico ni conductual, se puede prescribir tratamiento farmacológico. En estos casos, los niños son reevaluados después de un tiempo para monitorear la situación. Si no se observa un empeoramiento, se puede esperar que tengan entre cinco y seis años. Después de esta edad, de hecho, las amígdalas pueden disminuir de volumen espontáneamente y, por lo tanto, no requieren extirpación quirúrgica;
  • Cuando la apnea es de un grado más grave y provoca consecuencias importantes, se recurre a la amigdalectomía, es decir, a la cirugía para extirpar las amígdalas. Si las adonoides también están hipertróficas, se puede decidir extirparlas también.

¿Cómo curar la apnea del sueño en niños?

En los niños con problemas de sobrepeso es importante corregir el estilo de vida y la alimentación. A la espera de la pérdida de peso, puede ser necesario recurrir a CPAP, un dispositivo particular que inyecta aire a baja presión en la nariz y la boca, evitando así la hipoventilación que puede ocurrir en niños con exceso de peso y provocar un aumento en la concentración de carbono y dióxido en la sangre. Si por el contrario existen malformaciones de las vías respiratorias en el origen de la apnea del sueño, puede ser necesario corregirlas quirúrgicamente. En otros casos, para solucionar los problemas respiratorios es útil recurrir a tratamientos de ortodoncia.

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