Alimentación infantil

15 buenos consejos para hacer que los niños amen las verduras

Saber cocinar y presentar las verduras de forma original es sin duda, una de las claves para conseguir que a los niños les guste comer verdura.

niños verduras
De qué modo puedes hacer que tus hijos amen las verduras
Blanca Espada

La alimentación de los niños debe tener siempre algunos alimentos que resultan clave no solo para garantizar un buen crecimiento, sino también para que se acostumbre a tomarlos desde pequeños y con ello, que conserven una buena alimentación durante la adolescencia y también cuando sean adultos. Las verduras son uno de esos alimentos, y aunque algunas de ellas cuesta que se las coman, vamos a daros algunos consejos no solo para que las tomen sin problema, sino incluso que las amen.

Saber cómo cocinar las verduras puede ser una de las claves a la hora de ofrecerlas a los niños. No es lo mismo darle unos guisantes, por ejemplo hervidos sin más, que añadirles un poco de sal y aceite, o incluso de tomate hecho en casa. Podemos además guiarnos por los consejos que os ofrecemos a continuación.

15 buenos consejos para hacer que los niños amen las verduras

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  1. Haz que el niño te ayude en la cocina: Desde una edad temprana, involucra a los niños en la preparación de la comida para elegir las verduras o poner los ingredientes en la sartén o en el plato, echar el aderezo o hacer puré las papas. Es más divertido comer un plato que has preparado tú mismo. Y sin olvidar que mientras preparan las recetas, los niños a menudo prueban todo y también como no, acaban amando las verduras.
  2. Que sepa reconocer las verduras: Un puré verde no significa mucho para un niño pequeño. Es importante describirle la composición de lo que le ofreces. Cuando vayáis a comprar, y luego cuando vayáis a cocinar, muéstrale las verduras como están en su estado crudo. ¡Los identificará mejor, se divertirá al reconocerlas y finalmente tendrá mucha menos aprensión para saborearlas!.
  3. Varía las funciones de cocción: La cocción al vapor conserva la mayoría de las vitaminas y minerales vegetales, pero en lo que respecta al sabor hace que a veces sean poco sosas. Tan pronto como tu hijo pueda masticar, puedes hornear las flores de coliflor en el horno con un poco de aceite de oliva y hierbas aromáticas, de modo que nos quede más crujiente. Para darle más atractivo a las zanahorias, las espinacas y otras verduras, también piense en cortarlas en tiras y hornearlas en el horno con un poco de aceite, ¡podrás hacer como si fueran patatas fritas!.
  4. Ofrece al niño/a vegetales crudos: Tan pronto como a tu bebé le guste tener texturas crujientes en la boca, le puede ofrecer vegetales crudos. En este sentido puede ser buena idea rallar finamente las zanahorias, hacer tallarines con el calabacín, cortar los anillos de rábano, etc…
  5. Disfraza las verduras: A menudo puede ser buena idea «esconder» las verduras en una preparación para hacer que se las coman de incógnito. Esto les permitirá acostumbrarse a ellas suavemente. Por ejemplo, para querer comer brócoli o calabacín, se los puedes ofrecer mezclado con un poco de arroz. Verás como le gustan más y se acostumbra a ellas enseguida.
  6. Prepara gratinados: Otra solución para hacer que tu hijo coma y ame las verduras es gratinarlas. Vierte una salsa bechamel sobre el calabacín cocido. Espolvorea con un poco de queso parmesano y hornea por unos minutos. Esto le dará sabor y textura a las verduras al vapor. Además, no se podrán resistir y les encantará.
  7. Deja que pruebe a comerlas con las manos: Los buenos modales requieren comer con cubiertos pero ocasionalmente no pasará nada porque dejes a tu hijo comer con los dedos. Es mejor comer muchas judías verdes con los dedos que picotear 2 o 3 con un tenedor. Deja que curiosee, en especial las primeras veces y verás como no pone tantas pegas cada vez que le ofrezcas verduras.
  8. Haz salsa de verduras: Para ayudar a pasar los verduras mejor, ¿por qué no ofrecerlas en una versión de salsa? Por ejemplo, prepara un pesto de brócoli con unas hojas de albahaca, piñones y un poco de aceite de oliva. Verás como le encanta.
  9. Sirve las verduras en platos con compartimentos:En lugar de mezclar todos los alimentos en el mismo plato, colócalos en uno con diferentes compartimentos. Tu hijo los distinguirá y así podrá elegir comer lo que tenga en el plato según le guste de más a menos. Además, este tipo de platos suelen tener formas que gustan más a los niños y hacen que la comida sea más atractiva.
  10. Atrévete con las mezclas dulces / saladas: No dudes en mezclar los sabores. Por ejemplo, agrega un poco de pera cruda triturada en el puré de brócoli (1/4 de pera por 200 g de vegetales). Endulza ligeramente el sabor de las verduras, sin enmascararlo. Puedes variar con manzanas o piña. Además, la fruta cruda aportará vitaminas.
  11. Combina los alimentos que le gustan: Para que tu hijo quiera probar verduras nuevas, será bueno ponerle en su plato los alimentos que le gustan: por ejemplo, nuggets de pollo con brócoli y patatas, o pasta con calabacín. Le ayudará a probar, mientras hace que la experiencia sea más agradable.
  12. Apuesta por presentaciones que sean bonitas: No tenemos tiempo todos los días para decorar nuestros platos, pero podemos lograr cosas bonitas muy rápidamente. Por ejemplo, las judías verdes te pueden servir para hacer un barquito o una casa, o los guisantes para crear una cara.
  13. Juega con las formas: El puré de patatas o las verduras en cubitos son bastante comunes. En su lugar, corta la remolacha o la calabaza en rodajas, luego, con un cortador de galletas, cree diferentes formas. Podrás cocinar las verduras de forma distinta, presentarlas de forma original y el niño/a no se resistirá a ello.
  14. Añade color al plato: Usa especias para decorar tus purés. Ideal para realzar el color de las verduras. Además, obviamente, les dará sabor. Por ejemplo, las hierbas provenzales van bien con el calabacín.
  15. Varíe las texturas: Para cambiar los purés, puedes por ejemplo hacer flanes con vegetales. Una textura a menudo apreciada por los más jóvenes. Para una receta rápida: mezcle una pizca de agar en un poco de agua y hierva. Luego agrega esta mezcla al puré. Dejar reposar en la nevera durante 1 hora y comprobarás la diferencia.

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