El fiasco del juicio por el ‘caso Cursach’: ya sólo quedan 5 acusados de los 17 iniciales
La Fiscalía y dos de las tres acusaciones particulares han retirado los cargos contra el 'capo' de la noche mallorquina
La acusación particular también sucumbe ante Cursach y la Fiscalía y retira todos los cargos
La nefasta instrucción del caso por la Fiscalía permite al ‘capo’ de la noche Cursach librarse de 15 delitos
Este es el fiasco del juicio por el caso Cursach: ya sólo quedan 5 acusados de los 17 iniciales. Así, el caso Cursach está agonizando en la Audiencia de Baleares después de que el pasado viernes la Fiscalía decidiera retirar todas las acusaciones contra el capo de la noche mallorquina. Este lunes han seguido el mismo camino dos de las tres acusaciones particulares y en estos momento los 17 acusados con los que se inició el juicio han quedado reducidos a cinco. Son Bartolomé Sbert, un funcionario del Ajuntament de Calvià, Jaime Nadal, y dos policías locales, José Mayans y Gabriel Mayol. Cursach sigue acusado sólo por un empresario de Magaluf.
A primera hora de la mañana se conocía que la acusación particular también sucumbía ante Cursach y la Fiscalía y que retiraba todos los cargos. El abogado del empresario Julián Ávila, que ejerce acusación particular en el juicio del caso Cursach, anunciaba la decisión de la retirada al inicio de la sesión de la vista oral de este lunes.
Todo ello es consecuencia de una instrucción desastrosa y repleta de irregularidades por parte de la Fiscalía Anticorrupción de Baleares que ha permitido que el principal empresario de la noche Bartolomé Cursach vaya a quedar exonerado de todos los delitos que sobre él pesaban.
A lo largo de su trayectoria, Cursach ha sido acusado de narcotráfico, corrupción de menores, pertenencia a organización criminal, cohecho, extorsión, amenazas, coacciones, uso de información privilegiada, delito contra la Hacienda pública, blanqueo de capitales, tráfico de influencias, falsedad documental, estafa procesal, aportación de documentos falsos en juicios, tenencia ilícita de armas y delitos contra los derechos de los trabajadores. La mayor parte de estas acusaciones han ido decayendo y las que restaban han sido retiradas ahora por la Fiscalía y la acusación particular.
Así y todo, tras el fiasco, el juicio ha proseguido con la declaración de agentes de Policía Nacional que investigaron las presuntas irregularidades que tuvieron lugar durante la instrucción. Los agentes han asegurado que el juez Penalva y el fiscal Subirán «teledirigían» a los testigos.
Agentes de la Policía Nacional que investigaron las presuntas irregularidades durante la fase de instrucción del caso Cursach han explicado el uso «torticero» de la ley procesal por parte de Penalva, Subirán y cuatro agentes de blanqueo durante la fase de instrucción así como de la utilización de testigos como «misiles teledirigidos» que actuaban por sus propios intereses y para conseguir situaciones ventajosas en sus pleitos particulares.
Los policías han declarado como testigos durante la sesión de este lunes, que ha comenzado con la retirada de varias acusaciones también por parte de dos acusaciones particulares.
Los agentes se han referido a varios de los informes que redactaron y en los que revelaron, entre otras cuestiones, un uso «torticero» de la ley procesal por parte de los investigadores y la «unidad de acción» entre el juez Manuel Penalva, el fiscal Miguel Ángel Subirán y cuatro agentes de la Unidad de Blanqueo.
En este sentido, han detallado, los testigos recibían ayudas en otros procedimientos, se levantaba el secreto de sumario según interesaba en cada momento y se abusaba de la prisión preventiva para «ablandar» a investigados, así como de la figura de testigo protegido.
Los policías se han referido a los chats de Whatsapp a los que tuvieron acceso y en los que los agentes recibían instrucciones para demorar la investigación y perjudicar el derecho de defensa o se repasaban las declaraciones de los testigos, que recibían indicaciones sobre qué debían decir.
Han señalado igualmente que los testigos conocían el contenido de la causa, aunque fuera secreta, y que sus declaraciones eran inducidas por los investigadores a cambio de beneficios.
En este punto, han explicado que, por ejemplo, la conocida como La Madame accedió a la causa porque debía un alquiler a un familiar de Cursach, al Ico le ofrecieron salir en libertad o empresarios que entraban en la causa por cuestiones personales o relacionadas con los negocios que competían con Cursach. Algunos beneficios se produjeron por parte del propio Penalva en otras investigaciones.
Los policías aseguran que las denuncias no se apoyaban con nada objetivo. «Se decía que se iban a aportar pruebas que no se aportaban. Aún estamos esperando algunas», han indicado. También se aceptaban, han afirmado, supuestas agresiones a testigos que más tarde se demostraba que eran falsas. Así, también han indicado que las pruebas de descargo se descartaban rápidamente.
Los policías también se han referido al «calvario y el miedo» vivido por decenas de investigados. «Algunos pasan por blanqueo y se les ablandan las piernas», han señalado, informa Europa Press.
«Las declaraciones de personas con intereses dudosos eran suficientes para convertirte en un presunto culpable», ha añadido uno de los funcionarios policiales.
Los agentes han hablado también, en varias ocasiones, de las maniobras de los investigadores para buscar a testigos o ponerlos en contacto. Así, se han mostrado fragmentos de los chats a los que tuvieron acceso en los que se hablaba de poner a testigos en contacto, se evaluaba la evolución de la causa o se corregían las declaraciones de los testigos que se entendían erróneas. «Algunos testigos hicieron hasta 60 declaraciones», han afirmado.
A pesar de la «cercanía» de los agentes de blanqueo con el juez y el fiscal, los testigos han recordado que «no es una práctica habitual que no se sabía a qué obedecía» el hecho de que los policías participaran en los interrogatorios.
Los policías han apuntado que las acusaciones no se comprobaban. Por ejemplo, han recordado que en el auto de ingreso en prisión se implicaba a Cursach en un homicidio que resultó ser una sobredosis. También han apuntado a una supuesta conexión aérea para traer droga de Colombia en un vuelo que nunca operó. Tampoco aparecieron, han afirmado, una supuestas fotos eróticas de Cursach con menores.
Sobre el auto de ingreso en prisión de Cursach y Sbert en marzo de 2017, los testigos han señalado que las investigaciones revelaron que el auto de ingreso en prisión lo tuvieron los agentes de blanqueo antes incluso del arresto de los empresarios.
Los policías aseguran la falta de neutralidad en la investigación. «El juez no era el fiel de la balanza», ha dicho uno de ellos, antes de afirmar también que «el final al que había que llegar ya estaba predeterminado antes de concluir la investigación».
El segundo agente ha apuntado, igualmente, que los investigados llegaban a «perder la condición de personas» por el hecho de que en los chats se referían a ellos con insultos, motes y descalificaciones.