Nace en Baleares un proyecto para proteger las aves marinas más pequeñas y esquivas del mundo: los paíños

Es un pájaro exclusivamente nocturno y difícil de observar en el suelo, ya que vive siempre mar adentro

En Baleares recibe diversos nombres y entre ellos, noneta, fumarell, paio, escateret u ocell de tempesta

Baleares paíños
Un paíño sobrevuela el mar. (UIB)
Miquel Ángel Font

El Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (Imedea) de la Universidad de Baleares (UIB) está liderando un proyecto europeo para proteger a los paíños. Se trata del proyecto Seaghosts, que tiene como objetivo mejorar el estudio y la conservación de las aves marinas más pequeñas y esquivas del mundo.

El paíño, conocido en Baleares como noneta, fumarell, paio, escateret u ocell de tempesta es una pequeña ave marina que mide 14 a 18 centímetros, tiene una envergadura de ala que supera el doble de su longitud corporal y un peso medio de unos 28 gramos durante la época reproductora.

En 2018 se detectó la presencia de paíños por primera vez en la Illa des Conills y en Ses Rates, en el Parque Nacional de Cabrera. Se trató de un fenómeno inédito según los expertos que indicaba la calidad ambiental recuperada por estos islotes. Años atrás el Parque Nacional había promovido la erradicación de la rata negra en estos lugares. La presencia de paíños, los cuales son muy vulnerables a los ataques de ratas, indican que las actuaciones han obtenido resultados positivos.

El paíño sólo se acerca a tierra para nidificar. Es un animal exclusivamente nocturno y difícil de observar en el suelo, ya que vive siempre mar adentro y es diminuto y difícil de ver.

Según ha informado el Imedea este jueves en nota de prensa, el principal objetivo de la iniciativa, uno de los 33 proyectos europeos seleccionados en la convocatoria BiodivMon, es comprender las amenazas que afectan a la conservación de los paíños y mejorar la protección de las poblaciones de estas aves en Europa.

La investigadora de la UIB y del Imedea Ana Sanz está liderando el estudio de acciones de conservación de las colonias de crías como parte de este proyecto.

Seaghosts destaca, según ha resaltado la UIB, como uno de los seis proyectos financiados por instituciones estatales en el marco de esta convocatoria, destinada a mejorar el monitoreo de la biodiversidad y el cambio en los ecosistemas en Europa. Con una financiación que supera los dos millones de euros, su meta es afrontar el desafío de comprender en profundidad a los paíños, las aves marinas más diminutas del planeta.

«Los paíños son excelentes indicadores del estado de salud del ecosistema marino. Pasan más del 90% de su vida en el mar, viajan largas distancias, se alimentan principalmente de zooplancton, pueden llegar a vivir más de 30 años y son muy sensibles a las amenazas», ha remarcado la investigadora.

También ha matizado que, hasta hace poco, se desconocía dónde se alimentaban o dónde pasaban el invierno, y los estudios en Benidorm y Baleares «han sido pioneros en este sentido».

De otro lado, ha subrayado la importancia de contar con datos precisos sobre la distribución de especies, las amenazas que enfrentan y cómo las acciones de manejo pueden mejorar su conservación.

«Seaghosts mejorará nuestro conocimiento de la ecología espacial, ecología trófica, demografía y amenazas a las que se enfrentan las diferentes especies de paíños presentes en Europa (Hydrobatidae y Oceanitidae), con el fin de ayudar a mejorar su estado de conservación», ha agregado la investigadora.

La distribución desigual de la huella humana en los océanos y la falta de estudio de su impacto en el medio marino dificultan el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU por parte de la UE, han explicado desde el Imedea.

Así, aunque hay una sensibilidad europea hacia la transición verde, la inversión en tecnologías bajas en carbono y energías renovables puede tener efectos negativos en los ecosistemas marinos.

Colonias de paíños en Baleares

En Baleares y Benidorm se han desarrollado medidas de conservación para las colonias de paíños, y los nuevos datos generados por este proyecto permitirán mejorar la comprensión de sus rutas migratorias y zonas de alimentación, identificando amenazas y áreas críticas que requieren protección adicional.

Esto incluye la identificación de puntos críticos no cubiertos por las Áreas Marinas Protegidas existentes, la edición de mapas de sensibilidad a impactos antropogénicos y la definición de Unidades de Conservación más precisas, así como la mejora de las estrategias de conservación en las colonias de cría.

«El proyecto tiene como objetivo abordar las lagunas en el conocimiento sobre la biodiversidad marina mediante la combinación de datos de monitoreo disponibles con nuevos datos que se adquirirán durante el proyecto, complementando así el muestreo en toda Europa. Este conocimiento también contribuirá a la definición de las diferentes Unidades de Conservación (CU) de los paíños que habitan nuestros mares», ha indicado el investigador y coordinador de Seaghostos, Raül Ramos.

Algunas de las metodologías que aplicará el proyecto son dispositivos de geolocalización ultra miniaturizados, modelado de hábitats, análisis de isótopos estables, análisis de metabarcoding de ADN, análisis demográficos, morfometría geométrica y caracterización de microplásticos.

«Seaghosts proporcionará una perspectiva actual innovadora y crítica sobre los impactos antropogénicos en el medio marino -en particular, cómo estos impactos afectan a especies poco conocidas- que será clave para una mejor gestión y conservación de la biodiversidad marina», han finalizado desde el instituto, recordando que el proyecto se desplegará en los próximos tres años e involucra a un total de 16 socios de diez países europeos (España, Dinamarca, Alemania, Portugal, Grecia, Noruega, Italia, Francia, Irlanda, Islandia), así como uno de Estados Unidos y Canadá.

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