Entrevista a la presidenta de la Federació de Veïnats de Sa Ciutat de Palma

Mar Mesas: «El déficit de policías provoca que haya vecinos de Palma que estén desesperados»

Las principales reivindicaciones de los vecinos son la seguridad, la okupación y la falta de agilidad de la Administración"

"Barrios como Camp Redó están desesperados porque trasladan constantemente problemas de ruido, insalubridad y juergas"

"Estamos empujando día a día a la Administración pública para que se mueva y haga cosas"

Ver vídeo
Álvaro Moreno

Mar Mesas es la presidenta de la Federació de Veïnats de Sa Ciutat de Palma. Vive en el Molinar desde el año 1993, un barrio que ha experimentado una gran transformación en los últimos tiempos. Los vecinos de la capital balear canalizan a través de ella sus principales inquietudes y reivindicaciones, entre las que destacan la seguridad y el déficit de agentes de Policía, la okupación de viviendas particulares y la falta agilidad de la Administración pública para atender a los ciudadanos.

Pregunta.- Usted vive en el Molinar. ¿Cómo es la vida en ese barrio?

Respuesta.- Es un barrio que ha evolucionado a mucha velocidad. No es el barrio de pescadores y gente obrera que era a principios de los 60 o 70. Yo llevo en el barrio desde 1993. Durante estos 30 años o más hemos visto evolucionar un barrio de gente pescadora, de casitas, de plantas bajas, de gente que se conocía toda la vida… Poco a poco se ha ido convirtiendo en uno de los barrios más solicitados para vivir y una de las zonas con un valor catastral más alto de Palma. En estos momentos convivimos gente en viviendas del Ibavi, gente de etnia gitana, extranjeros que viven en el principio del primer Molinar. Es un barrio que empieza con una zona en el Portixol, una zona de alto standing por sus viviendas y por sus negocios, los bares, toros, la parte de ocio del principio del Portitxol, y luego viene lo que nosotros llamamos el primer Molinar, que vendría a ser la calle Ciudad de La Plata, la calle Cuba, hasta el colegio. Ese es el primer Molinar. Y luego tenemos esta parte de aquí. Desde el colegio hacia Ciudad Jardín, que se llama La Gruta o el Segundo Molinar.

P.- Pero la situación cambia en temporada alta.

R.- En verano sí notamos un aumento de población, sobre todo en las pequeñas zonas de playa. Hemos tenido algunos conflictos en algún momento, con fiestas en las terrazas de los chalés. En cuanto a la restauración que tenemos aquí, es muy respetuosa y no causa ningún tipo de conflictos. Lo que sí notamos en verano es el aumento del alquiler turístico tanto legal como ilegal.

P.- ¿Qué radiografía rápida haría del barrio?

Aquí tenemos lo que llamamos el muro, que en realidad es un paseo maravilloso, más agradable incluso que el Paseo Marítimo de Palma, porque aquí no tienes coches. Es muy tranquilo. Por lo que se refiere al transporte, llegar a Palma para trabajar muchos días se convierte en una odisea y, además, sólo tenemos una carretera que nos conecta con el centro y eso que la rotonda nos ha aliviado mucho. En cuanto a la seguridad, este verano ha habido dos o tres robos cada día en las zonas de playa. Ahora parece que se ha calmado un poco. Además, tuvimos una casa okupada ilegalmente por menas argelinos. Estuvieron ahí desde mayo, hasta que logramos que fuesen expulsados.

Los vecinos también se quejan de falta de limpieza. Hay veces que Emaya tarda un par de días en venir a limpiar. Y está el asunto del chabolismo, detrás del campo de fútbol del Rotlet-Molinar, donde se han ido asentando poco a poco familias de etnia gitana que proceden de Son Banya. Ahora ya están integradas en el barrio y no dan problemas. Pero generan situaciones de insalubridad y okupan unos solares que son de propiedad municipal. En general, el Molinar es un barrio muy tranquilo, gracias a Dios, y desde nuestras asociaciones de vecinos estamos en contacto permanente con el Ayuntamiento y la Policía para precisamente dar respuesta a todo ello.

P.- Volviendo a la Federació de Veïnats de Sa Ciutat de Palma. ¿Sienten que hay buena sintonía con el Ayuntamiento? 

R.- Hay que decir que desde que ha cambiado el partido del Consistorio, el Ayuntamiento de Palma sí nos está reconociendo al mismo nivel que la otra federación de vecinos, porque aquí somos vecinos y vecinas. Estamos al mismo nivel que ellos y tengo que reconocer que el nuevo equipo de gobierno nos está dando la misma voz que a los demás. Cosa que el anterior lo hizo. La mayoría de los políticos oyen pero no escuchan. Es la asociación de vecinos la que traslada los problemas al Ayuntamiento y al alcalde. Somos los que luchamos y damos voz a los distintos vecindarios. Nosotros estamos empujando constantemente a la Administración pública para que se mueva y haga cosas.

P.- Entre todas las reivindicaciones que les trasladan los vecinos de Palma, ¿cuáles diría que son las que más preocupan? 

R.- El problema que más nos trasladan las asociaciones de vecinos es el de la seguridad. Tenemos una falta terrible de policías. Durante diez o 15 años no han aumentado la plantilla. Barrios como Camp Redó están desesperados porque trasladan constantemente los problemas de ruido, de insalubridad y de juergas. Desde el nivel sindical estamos reivindicando el plus de insularidad que nos iguale a los canarios. Porque no puede ser que un señor por trabajar aquí tenga que pagar un alquiler más caro que por trabajar en Cuenca y resulta que de insularidad le están pagando 60 euros al mes.

También les preocupa la limpieza y los precios de los alquileres, que están prohibitivos, las dificultades para acceder a una vivienda. Tenemos un problema gordo y es que nuestra población ha aumentado una barbaridad. Si esa situación no se compensa con un aumento de vivienda, es normal que la gente no tenga un lugar para vivir. Ya sabemos cómo está el problema en Ibiza y Formentera y en estos momentos también está en Mallorca. Tenemos unas administraciones que no llegan a dar soluciones inmediatas o apropiadas en el tiempo y que dilatan el ejercicio de sus competencias.

P.-Estamos viendo cómo Palma no deja de crecer y parece que la Administración pública no consigue dar respuesta.

R.- Efectivamente, el problema de la Administración pública es que es un gran elefante. Nosotros desde la Asociación de Vecinos del Coll-Can Pastilla y el Molinar y la Federación de Vecinos que presido estamos apoyando que se construyan infraestructuras deportivas en dos barrios tan poblados y tan desamparados como son el Coll d’en Rabassa y Can Pastilla. Porque en el Molinar tenemos un pabellón de básquet, dos clubes de fútbol. Pero por ejemplo en el Coll sólo tienen el Collerense, no tienen más espacios deportivos. Entonces te das cuenta de que este proyecto que presentas para unas actuaciones deportivas lo has presentado en el año 2024, pero sabes que hasta el 2044 es posible que los vecinos no lo vean.

La Administración es un gran elefante que no consigue simplificar sus procesos y procedimientos y además no está el día de la realidad, por mucho que desde las asociaciones vecinales traslademos cada día, cada reunión todos los problemas. A veces voy a reuniones del Consejo de Distrito y me doy cuenta de que llevo tres años escuchando los mismos problemas de Sant Jordi, Son Ferriol… Es decir, la Administración no consigue dar respuesta a los problemas de los ciudadanos.

Lo último en OkBaleares

Últimas noticias