La llegada de menas a Mallorca se ha multiplicado por cuatro desde que Sánchez llegó a La Moncloa en 2018
De 48 contabilizados ese año se ha pasado a 180 en 2023
En estos momentos el Consell tiene a 227 bajo su tutela
La llegada de menores extranjeros no acompañados (menas) a Mallorca se ha multiplicado por cuatro desde que Pedro Sánchez llegó a La Moncloa en 2018 tras la moción de censura a Mariano Rajoy.
Desde ese año, la cifra de menas llegados en pateras a las costas de Mallorca no ha parado de crecer. De los 48 casos registrados en esa fecha, hace ya seis años, se ha pasado a 180 en 2023, según datos del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS) del Consell de Mallorca.
Un organismo público encargado de la tutela de estos menores que tiene para las arcas públicas un coste millonario, de entorno a 7.300 euros al mes por mena acogido.
Así se pone de manifiesto en la adjudicación rubricada entre la Fundación Diagrama de Intervención Psicosocial y el IMAS el pasado mes de mayo, para la concertación de un total de 16 plazas durante dos anualidades. El coste que tendrá para las arcas públicas insulares ese contrato entre 2024 y 2026, será de 2.813.084 euros, por lo que al mes cada plaza tiene un coste de 7.342 euros.
El año que más menas han sido atendidos por este organismo público insular fue en 2022, cuando tuvo bajo su tutela a un total de 193, con el matiz de que «gran parte de ellos eran menores llegados a Mallorca por la guerra de Ucrania», tal y como apuntan fuentes oficiales del IMAS que, en estos momentos, atiende a 227.
Detrás de este crecimiento exponencial del número de pateras y menores llegados a las costas de Baleares está, sin duda alguna, la ruptura de relaciones de España con Argelia en 2022 y del acuerdo de amistad, buena vecindad y cooperación, por el giro del Gobierno de Pedro Sánchez con respecto al Sáhara, alineándose con las tesis de Marruecos.
El año anterior a esa decisión, en 2021 el número de menas llegados a los centros del IMAS fue de 73, mientras el año central de la pandemia en 2020 fue de 37, y en 2019, un total de 36.
Por tanto, es desde que Sánchez provoca la crisis diplomática con Argelia cuando la llegada de menas a Mallorca, principalmente, a Palma y a barrios modestos y ya conflictivos de por sí como Son Gotleu, se dispara.
A causa del incremento de llegadas de menores inmigrantes no acompañados en los últimos meses, el IMAS está en búsqueda permanente de nuevos espacios en los cuales poder acogerlos, ya que su número no deja de crecer.
Y con ello el coste a la hora de hacer frente a los cuidados de manutención, enseñanza y atención para favorecer su siempre difícil integración social.
En estos momentos estos jóvenes son acogidos en los nueve centros específicos del IMAS destinados a estas personas. Suelen ser pequeños inmuebles de entre cinco y 14 plazas, para favorecer así una atención integral más personalizada, si bien hay casos de hasta 20.
Con el fin de intentar alcanzar ese fin, cada vez de más difícil dado el aumento exponencial de personas a atender, el organismo insular apuesta por potenciar un programa de acogida temporal por familias de su misma cultura y lugar de origen. No obstante, la respuesta no está siendo la esperada, por las dificultades económicas y sociales en la que se encuentran los posibles destinatarios del denominado programa ACOTE.
La mayor parte de estos menas que son acogidos dentro del sistema de protección tienen entre 15 a 17 años, con formación básica y graves carencias de lectura y escritura en español.
Por ello durante la estancia en el centro, además de aprender el idioma, reciben cursos formativos y deben ocuparse de la gestión doméstica y de la propia organización personal, para que cuando salgan del circuito de protección sean plenamente capaces de autogestionarse. Todo este proceso lo hacen con acompañamiento y supervisión de educadores, en teoría, las 24 horas del día.
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