El Illes Balears hace historia: tres veces seguidas campeón de la Champions de fútbol-sala

El equipo mallorquín logra un hito sin precedentes para el fútbol-sala europeo

En la final goleó al Kairat Almaty en otro partido soberbio

Los números del Illes Balears son increíbles: jamás ha perdido en Europa

Illes Balears
Un momento del partido.
Tomeu Maura

El Illes Balears hace historia: tres veces seguidas campeón de la Champions de fútbol-sala, tras derrotar hoy en la final disputada en Le Mans al Kairat Almaty kazajo en otra exhibición del equipo mallorquín, que ha logrado un hito sin precedentes en este deporte y además lo ha hecho a lo grande, eliminando primero al Sporting de Portugal en semifinales y goleando en el partido definitivo por un increíble 9-4, en un choque que ha encandilado a los espectadores presentes en el pabellón francés.

 

El entrenador del Illes Balears, Antonio Vadillo, escarmentado por la derrota ante el Peñíscola en la final de la Copa de España, advirtió en la víspera que no quería ningún tipo de confianza y así ha sido porque el equipo ha salido enchufadísimo desde que el balón se ha puesto en movimiento. Gordillo ha abierto el marcador a los siete minutos, y aunque Dener ha empatado a los nueve, Machado y Rivillos han encontrado portería en los dos últimos minutos del primer tiempo para marcharse al descanso con un 3-1 que daba ya una clara ventaja en el segundo acto.

 

Obligado a remontar, el Kairat ha salido a por todas, pero a los 23 minutos robo de Neguinho al portero kazajo y Fabinho aumenta la brecha a puerta vacía. A partir de aquí, todo ha venido rodado: Fabinho marcó otros tres goles casi seguidos y Neguinho hizo el octavo a los 31 minutos para darle al Illes Balears una ventaja que era ya insalvable para su rival.

Tocado en el orgullo, los kazajos marcaron dos goles para maquillar el resultado, pero Mateus Maia, en plena euforia mallorquina, amplió el marcador a un minuto del final para dejarlo en un histórico 9-4, ya que el Kairat marcó por medio de Arrieta en el último instante, que no hacía sino poder en evidencia la enorme diferencia que había existido entre unos y otros a lo largo del partido.

 

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