Cierre por pérdidas de los cinco quioscos de prensa de Palma sin avisar al Ayuntamiento
El concesionario desembolsaba 80.000 euros de canon anual, cuatro veces mayor al solicitado en el concurso
El Ayuntamiento le reprocha que no haya comunicado nada y se reunirá este jueves con la empresa


Cierre por pérdidas de los cinco quioscos de prensa de Palma sin avisar al Ayuntamiento de Palma, un año después de que se le adjudicara su gestión por un periodo de seis años por un canon cuatro veces mayor del reclamado por el Consistorio.
En total, 80.000 euros anuales frente a los escasos 22.500 exigidos para la explotación de estos negocios, ubicados en las plazas de España, Progreso, Mercat, Juan Carlos I y del Olivar, tras la desaparición de los situados en las Ramblas y la Porta de Sant Antoni. Transcurrido un año y al no haber rentabilizado su gestión, la empresa Kemfactory ha procedido a su cierre.
Además de prensa y revistas, el adjudicatario podía vender helados, golosinas, agua, refrescos y bebidas no alcohólicas, como actividad principal además de la recarga de tarjetas de transporte y telefonía. Ante esta situación sobrevenida, el Ayuntamiento de Palma se reunirá este jueves con la empresa concesionaria.
La portavoz del equipo de gobierno, Mercedes Celeste, reprochaba hoy a la mercantil que no les haya comunicado directamente a ellos su intención de poner fin a la explotación de estos espacios de titularidad municipal. «Nos parece absolutamente fuera de lugar que tengamos que ser nosotros quienes tengamos que avisarles de que nos tenemos que sentar a hablar», ha reprochado la regidora.
La previsión, ha anunciado, es que la reunión del Consistorio con los representantes de la empresa tenga lugar a lo largo de este próximo jueves. «Y a partir de ahí nosotros les explicaremos cuáles son las reglas del juego», ha apostillado.
«No acaban de entender que esto no es un establecimiento privado que uno decide abrir o cerrar cuando quiere, esto es una concesión pública sometida a unas normas. Y si no se cumple, está sometida a unas penalizaciones», ha advertido.
El canon con el que salieron los quioscos a licitación, ha defendido, fue «más que razonable» y permitía que estos se pudieran «gestionar bien». «Una empresa hizo una oferta cuatro veces por encima, reventando el sistema, para conseguir esos objetivos. La mesa de contratación dio luz verde, y ahora dicen, por la prensa, que no lo pueden sostener. ¿Qué esperaban? ¿Cuál es el proyecto que tenían?», se ha preguntado.
Fue hace poco más de un año cuando la Junta de Gobierno adjudicó a la empresa Kemfactory la explotación de los cinco quioscos con un canon anual de 80.000 euros.