Armengol insiste en prohibir la compra de viviendas a no residentes y eliminar plazas turísticas
Los socialistas apuestan por el decrecimiento y las restricciones al mercado turístico e inmobiliario
Armengol insiste en limitar el alquiler y las inmobiliarias alertan: «Habrá menos oferta y subirá el precio»
Las políticas restrictivas de Armengol disparan al máximo histórico el precio de la vivienda en Baleares
La presidenta y por tercera vez candidata socialista al Govern balear, Francina Armengol, insiste en el programa electoral del PSIB-PSOE en recetas imposibles de materializar por su más que dudosa legalidad en materia de vivienda o en el decrecimiento económico de las Islas, de cara a la próxima legislatura.
Tras disparar el precio de la vivienda en Baleares en estos ocho años hasta convertirla en la más cara de España, Armengol persiste en impulsar «medidas específicas para que las Islas puedan limitar la venta de viviendas a no residentes hasta que exista un parque público del 30%, capaz de garantizar el acceso de los residentes a la vivienda».
La propuesta incluye, no sólo a turistas, extranjeros o ciudadanos de la Unión Europea (UE), sino a los españoles no residentes en Baleares, a los que Armengol también quiere impedir que compren una vivienda en las Islas y a los que, indirectamente, culpa de la inflación del mercado inmobiliario.
Aunque la UE ya ha advertido de la ilegalidad de la propuesta, el objetivo final de esta iniciativa no parece ser otro que poner más trabas e impedir la llegada a las Islas de turistas de alto poder adquisitivo, dado que no podrán acceder a una vivienda, así como tampoco muchos mallorquines que viven fuera de las Islas, que tampoco tendrían este derecho al no estar empadronados en Baleares.
El programa electoral socialista en materia de vivienda no menciona por ningún lado el problema de la okupación, la inquiokupación, ni la inseguridad jurídica reinante, que se disparará aún más, cuando entre en vigor la nueva Ley de Vivienda del Gobierno de Pedro Sánchez.
Un marco legal que desprotege a los propietarios, que contraerá la oferta y que la secretaria general del PSIB-PSOE quiere aplicar de inmediato en Baleares, para que las Islas sean la primera comunidad autónoma en desplegarla para limitar el precio de los alquileres, lo que provocará la consiguiente subida de precios.
También en materia inmobiliaria, Armengol quiere aprovechar la congelación de plazas turísticas para prohibir nuevas licencias de alquiler vacacional a viviendas de uso residencial, incrementando las plantillas de inspectores y articulando más campañas específicas para hacer frente a las grandes plataformas de explotación turística de las viviendas.
Reducir la oferta de alojamiento turístico
En relación al decrecimiento turístico, los socialistas impulsarán la próxima legislatura una serie de medidas encaminadas a «bloquear el crecimiento de la nuestra oferta de alojamiento turístico, sentando unas bases objetivas para emprender la reducción de la nuestra oferta, dirigiendo la inversión pública y privada hacia la mejora de los establecimientos existentes».
Para ello, el PSIB-PSOE apuesta por el «crecimiento cero de nuestra capacidad de alojamiento turístico», y en línea con sus socios independentistas de Més y Podemos, el Consell de Mallorca presidido por la candidata socialista, Catalina Cladera, ya aprobó la semana pasada la eliminación de la bolsa de plazas turísticas hoteleras y de alquiler vacacional para toda la isla, en torno a 17.000.
De cara a la próxima legislatura los socialistas apuestan por seguir ahondando en la reducción de plazas turísticas, impulsando el sistema de intercambio de plazas 2×1 una vez que finalice la moratoria.
Es decir, por cada plaza de nueva creación se eliminarán dos, poniendo en marcha «un índice de obsolescencia de los establecimientos hoteleros que servirá para justificar intervenciones públicas de reforma de zonas maduras o de decrecimiento del parque de alojamiento turístico de baja calidad».
De las consecuencias que esta apuesta por el decrecimiento turístico tendrá a efectos de desempleo nada se indica en el programa electoral, más allá de una vaga promesa de generar «itinerarios de recalificación y recolocación de las personas trabajadoras que pierdan su puesto de trabajo como consecuencia de la incorporación de nuevas tecnologías».