El alcalde del PP de Palma se ve obligado a exigir catalán al nuevo jefe de la Policía Local

Aunque ha prometido impulsar el bilingüismo, el nuevo alcalde del PP en el Ayuntamiento de Palma, Jaime Martínez , que gobierna en solitario con 11 de los 29 regidores municipales, se ha visto obligado a exigir la titulación de catalán como requisito en el concurso convocado para la selección del nuevo jefe de la Policía Local, en concreto, el nivel B2.

La exigencia de disponer del certificado oficial de catalán para la plaza en cuestión, es acorde con lo negociado y aprobado por el Ayuntamiento con los sindicatos años atrás, tal y como figura en la Relación municipal de Puestos de Trabajo rubricada por el anterior gobierno, y en la normativa autonómica aún vigente, aprobada por el Govern de Francina Armengol.

Se trata de un cargo que, en estos momentos, está ocupado de forma interina tras la jubilación el pasado mes de junio del anterior responsable del Cuerpo, Josep Palouzié.

Para poder eliminar el requisito de catalán, el gobierno municipal tendría que renegociar con los representantes sindicales, y tramitar las nuevas condiciones del puesto en cuestión, lo que habría retrasado de forma notable el proceso de selección para la incorporación del máximo responsable policial.

Para no demorar más esta convocatoria pública, el alcalde Martínez ha optado por no modificar nada, y ha sacado a concurso la jefatura policial para que todas personas que dentro y fuera del cuartel de Sant Ferran cumplan los requisitos requeridos puedan presentarse y opten a un puesto que, finalmente, será resuelto mediante el procedimiento de libre designación.

En concreto, para poder participar en el proceso de selección, los aspirantes tienen que ser personal funcionario de carrera, en servicio activo, que tengan la titulación exigida para acceder a la categoría a la que está adscrito el puesto, cumplir los requisitos establecidos en la relación de puestos de trabajo y, en caso de que pertenezca a otro Ayuntamiento, acreditar un mínimo de dos años de antigüedad en la escala de procedencia.

Los funcionarios que podrán participar en el proceso de selección deberán de pertenecer a la escala técnica (intendente, comisario o comisaria y mayor) o a la categoría de inspector de la escala ejecutiva del cuerpo de la Policía Local de Palma, o  de cualquier otro municipio, además de personal de otras fuerzas y cuerpos de seguridad.

En cuanto al catalán, los aspirantes deben estar en posesión del nivel B2 del conocimiento de esta lengua con certificado expedido por la Escuela Balear de Administración Pública, u otros, homologados por la Consejería competente en materia de política lingüística.

El concurso ha sido publicado este jueves en el BOIB, y en unos 15 días se publicará en el BOE. A partir de ahí, se abre un periodo de 20 días naturales para que los aspirantes presenten sus candidaturas. Los interesados deberán presentar también un plan de trabajo sobre cómo piensa organizar la jefatura y los procedimientos para lograr los objetivos previstos.

A diferencia de lo sucedido en el Govern balear o en los Consells insulares, en el Ayuntamiento de Palma el PP gobierna en minoría y en solitario, y no ha firmado, aún, ningún acuerdo programático con Vox, como si ha hecho en el Ejecutivo balear o en los gobiernos insulares de Mallorca y Menorca.

El acuerdo autonómico PP-Vox que ha hecho posible un gobierno en solitario de Marga Prohens, recoge el compromiso expreso de ambos partidos, aun  no materializado a nivel legislativo en este arranque de legislatura, para «modificar la Ley 3/2003 de Régimen Jurídico de la Administración de la Comunidad Autónoma, así como todas aquellas normas de rango inferior que impiden el bilingüismo, y la libertad de opción de lengua en los trámites y comunicaciones de la administración».

En principio, y a falta de conocerse los nombres de los aspirantes al cargo, la intención del alcalde Martínez es que el nuevo responsable del cuartel sea alguien de la casa, con el objetivo de que se ponga a trabajar desde el primer día para hacer frente a los notables retos que en materia de seguridad ciudadana existen, en la quinta ciudad más insegura de España con una tasa de criminalidad de 83 casos por cada 1.000 habitantes.

Entre ellos, una más que acuciante falta de personal, y de ahí, que en la pasada campaña electoral, Martínez prometiera la puesta en marcha de un plan de choque de seguridad en Palma con hasta 300 nuevos agentes lo que permitiría a la capital balear contar con casi 1.000 en total.