1-1. Un empate que duele como una derrota

Otro gol en el descuento, ahora producto de un penalty absurdo de Sastre sobre Lozano a los 93 minutos, evitó una victoria vital para la permanencia que el Mallorca tenía ya en la mano en un partido en el que hubo tres balones a la madera, tres expulsiones, una de ellas anulada, y una enorme cantidad de oportunidades de gol. Por desgracia de entre la vorágine se escapan dos puntos que valían su precio en oro.

En contra de cualquier pronóstico la primera parte fue una verdadera oda al fútbol ofensivo. Sólo un balón acabó en el fondo de la portería y fue además en la del Cádiz, pero hubo dos remates a los postes y varias ocasiones que en condiciones normales tuvieron que ser gol. Una fantasía hecha realidad para los espectadores y un tormento para los entrenadores, a los que no les suelen gustar tantas alegrías.

Kang In Lee primero y Jonsson después iniciaron las hostilidades, pero el verdadero órdago llegó a partir del minuto 21, cuando Salva Sevilla botó un golpe franco que escupió con violencia el travesaño hasta el punto de que el rebote pasó por encima de la cabeza de Russo, que hubiera marcado a placer de no llevar tanta fuerza el balón.

La respuesta del Cádiz fue un contragolpe conducido por el Choco Lozano, al que cubrió muy bien Valjent obligándole a un disparo desviado. Casi en la jugada siguiente Salva Sevilla advirtió el desmarque de Amath y le dejó solo ante Ledesma tras un pase mágico. El portero argentino desvió el remate a córner, pero esa fue la antesala del 0-1 porque en el saque de esquina un rebote le cayó a placer a Baba, que a placer marcó, ahora sí, su primer gol en la Liga.

El Cádiz no se resignó al resultado y se tiró con todo hacia arriba bien llevado por Lozano, verdadera pesadilla para la defensa mallorquinista. El hondureño fabricó una jugada que acabó con un rebote que llegó a Rubén Sobrino con Reina en el suelo. Toda la grada se levantó para celebrar el empate, pero el ex-jugador del Valencia, al que quiso fichar Vicente Moreno para el Mallorca hace dos temporada, remató muy mal y el balón , tras tocar en el portero, se fue también al travesaño. La relación de oportunidades de la primera parte se cerró con un disparo cruzado de Alberto Perea que se marchó desviado. Ya no volvieron a aparecer en ataque los de LGP, pero tampoco lo necesitaban porque el objetivo inicial ya estaba cubierto.

Valjent, con problemas musculares, abandonó el equipo en el descanso y le suplió Sedlar, pero el comportamiento del Mallorca no varió en absoluto y en el arranque del segundo tiempo tuvo dos veces el 0-2 en la mano, primero en un disparo de Kang In Lee que rozó el poste y luego en un remate a la primera de Ángel que obligó a Ledesma a hacer un paradón.

Todo estaba controlado, pero de nuevo a raíz de una jugada concreta se desató el vendaval. A los 70 minutos el árbitro expulsó a Carcelén por una entrada salvaje sobre Dani Rodríguez. Sin embargo el VAR le llamó a capítulo y le pidió que examinara el origen de la jugada, donde se revelaba una falta previa de Baba. Pizarro echó para atrás la roja, luego expulsó a LGP por protestar y más tarde a Sedlar por doble amarilla dejando al Mallorca con 10 futbolistas.

El Cádiz se tiró con todo, pero no fue capaz de crear ocasiones. Todo parecía sentenciado, pero Sastre cargó sin necesidad a Lozano a los 93 minutos y el árbitro encontró la excusa perfecta para señalar penalty. Negredo fue infalible desde los once metros.