Un inmigrante con 45 detenciones previas vuelve a ser detenido por robar en un piso en Granada

Son múltiples las quejas por parte de los agentes de la Policía Nacional que un día tras otro detienen al mismo delincuente sin que nada puedan hacer. Es el caso de dos inmigrantes que han sido cazados robando en un domicilio del distrito Centro de Granada. Y es que uno de ellos tenía nada más y nada menos que 45 detenciones previas, una cifra difícilmente comprensible para los policías que están hartos de llevarle un día sí y otro también a comisaría.

Los dos inmigrantes detenidos tienen 38 y 40 años, ambos cuentan con antecedentes policiales, y son de nacionalidad georgiana. Estos individuos, a los que además se les intervino numerosas herramientas aptas para forzar puertas y cerraduras, han sido investigados como presuntos autores de un delito de robo con fuerza y ya han pasado a disposición judicial, según ha informado este miércoles en nota de prensa la Policía Nacional.

Los hechos comenzaron sobre la medianoche, momento en el que una llamada comunicó la presencia de dos individuos que estarían intentando robar en el interior de un domicilio del distrito Centro.

La dotación policial allí enviada por el 091 accedió al portal en la dirección indicada para inspeccionar todas las plantas, localizando en el rellano de la tercera planta a un individuo extraño, el cual llevaba «un sombrero, una mascarilla facial y unos calcetines cubriéndole las manos».

A este individuo, un varón de nacionalidad georgiana y 40 años, le constaban antecedentes policiales, encontrando en su poder dos linternas y una riñonera gris. Continuando con la inspección del inmueble, los agentes hallaron una vivienda en la primera planta con el bombín de la cerradura forzado y la puerta abierta.

En el interior de dicho domicilio, los agentes sorprendieron a otro individuo ajeno a la vivienda. Tras ser identificado, los agentes pudieron confirmar que se trataba de un varón de 38 años también georgiano, con numerosos antecedentes policiales, el cual portaba, al igual que el otro detenido, «un sombrero, una mascarilla facial y dos calcetines». En el interior de la morada los policías pudieron observar cómo el dormitorio principal ya había sido registrado, encontrándose sobre la cama el contenido de varios cajones y varios joyeros.

La inspección de los objetos que portaban los dos detenidos reveló que, además de los elementos para disfrazar su apariencia, contaban con numerosas herramientas de cerrajería susceptibles de ser utilizadas para forzar puertas y cerraduras. Entre las herramientas incautadas se encontraban un juego de 16 ganzúas, un extractor de bombines, varios alicates, cuatro destornilladores, unas llaves de carraca, una llave inglesa, una llave fija, un bote de pegamento y un bote de aceite, además de 675 euros en metálico.