La familia de un yihadista preso en Ceuta lanza una campaña para pedir su libertad: «Es un buen musulmán»
Mohamed Abderrahman Maimon está en prisión preventiva desde noviembre por presunta relación con el terrorismo
La Audiencia Nacional mantiene su encierro por indicios concretos de integración y enaltecimiento yihadista


Este miércoles, familiares de Mohamed Abderrahman Maimon, conocido en su entorno como El Mumin —que significa «el bondadoso»—, han puesto en marcha una campaña de recogida de firmas en Ceuta para solicitar su puesta en libertad. Maimon permanece en prisión preventiva desde noviembre de 2024, cuando fue detenido en su domicilio, situado en la barriada de Vicedo Martínez, en el marco de una operación antiterrorista desarrollada por la Policía Nacional.
Seis meses después de su arresto, sus hijos y allegados afirman no saber qué hacer para visibilizar el apoyo que aseguran que tiene en la ciudad. Consideran injusta su situación y han optado por iniciar una recogida de firmas a través de la plataforma peticion.es, con el objetivo de solicitar una revisión de su situación judicial. «Es un buen musulmán», aseguran en la petición, destacando su implicación en actividades sociales, su conducta intachable y la ausencia de antecedentes penales. El texto subraya que se trata de «una persona ajena a la militancia yihadista» y que es reconocida en la comunidad por su compromiso con el bien común y la ayuda a los desfavorecidos.
La detención de Maimon se produjo en el marco de una investigación antiterrorista de gran calado que llevó a la Audiencia Nacional a ordenar el ingreso en prisión provisional de varios individuos, todos ellos residentes en Ceuta. La medida fue adoptada tras el análisis de diversos materiales y pruebas, entre ellas teléfonos móviles, cuentas en redes sociales y documentos presuntamente relacionados con el DAESH.
Según la Audiencia Nacional, los indicios apuntan a que Maimon podría haber desempeñado un papel activo en la difusión de contenidos yihadistas a través de redes sociales, así como en el adoctrinamiento y enaltecimiento de actividades terroristas. En los autos judiciales se indica que utilizaba líneas telefónicas españolas y marroquíes y administraba varias cuentas digitales con mensajes que ensalzan la violencia religiosa y justifican actos terroristas.
Pese a estos indicios, su defensa ha presentado varios recursos, incluyendo uno de reforma y otro de apelación, en los que se argumenta que no existe ninguna prueba concluyente contra él. El recurso también insiste en su arraigo en la ciudad de Ceuta, donde vive con su familia, y en su situación de vulnerabilidad, dado que cobra una pensión por discapacidad. Sus abogados consideran que todos estos factores deberían haber pesado a la hora de valorar su puesta en libertad, y critican que no se haya especificado qué conductas concretas podrían ser delictivas.
No obstante, la Audiencia Nacional ha desestimado todos los recursos, alegando que los indicios recabados son suficientemente sólidos como para justificar la medida. Entre los motivos expuestos se encuentran la existencia de una red organizada de simpatizantes del DAESH en la ciudad, la cantidad y el tipo de material encontrado en los dispositivos electrónicos de los detenidos, y las reuniones presenciales mantenidas entre los investigados. Según los jueces, todo ello indica un riesgo real de reiteración delictiva y fuga.
Pese a la contundencia de los autos judiciales, la familia de Mohamed Abderrahman Maimon mantiene su esperanza. Consideran que las pruebas presentadas no reflejan la realidad del comportamiento del detenido y piden a la sociedad ceutí que se solidarice con su causa. «Solo queremos volver a ver a nuestro padre en casa», insisten.