Un brote en un pueblo andaluz de 600 habitantes hace saltar las alarmas por su rápida expansión

Un brote en un pueblo andaluz de 600 habitantes hace saltar las alarmas por su rápida expansión
Almería.-Coronavirus.-La alcaldesa de Alboloduy afirma que han actuado "por encima de las normas" para contener el virus
Borja Jiménez

Un pequeño pueblo almeriense, Alboloduy, registra en estos días una tasa de contagio superior a los 1.313 casos por cada 100.000 habitantes, pese a que se detectó el primer caso hace apenas seis días. Y es que, en este tiempo, hay seis unidades familiares contagiadas en un municipio de apenas 600 habitantes.

La alcaldesa de Alboloduy, Sonia Guil, ha asegurado que aún se desconoce cómo ha llegado el coronavirus a la localidad ya que, si hasta ahora se les había achacado algún caso –cuatro detectados antes del brote– siempre ha sido en personas ligadas al municipio pero que no residían en él.

«Ha sido todo muy rápido, nos hemos encontrado con los contagios en una familia, luego una, otra, una sobre otra, hasta en seis unidades familiares, todo con una gran velocidad de trasmisión», ha manifestado la alcaldesa, que ha expresado su temor a que puedan darse más casos por una posible trasmisión comunitaria.

Dado que los primeros casos fueron percibidos justo después de la reunión semanal del comité territorial de alerta de Salud Pública en la provincia, desde el Ayuntamiento se han emitido dos bandos para, por un lado, suspender las actividades grupales, y por otro, solicitar a los vecinos que se autoconfinaran y evitaran las visitas de allegados de otras localidades durante el fin de semana y las fiestas.

«La gente se está comportando y las familias que vienen normalmente los fines de semana, porque este es un pueblo con mucho arraigo, han sido súper respetuosas y no han venido salvo por necesidades urgentes», ha reconocido la alcaldesa, quien ha apuntado en este sentido la caída de la participación presencial en los actos de Semana Santa y en las misas, con apenas «cinco o seis personas» a pesar de la falta de un marco normativo que ha hecho que todo haya «quedado en manos de la buena voluntad de la gente».

Así, mientras que el Ayuntamiento ha continuado con las desinfecciones de espacios públicos y se ha facilitado a las personas mayores el acceso a productos y bienes de primera necesidad, los vecinos se han implicado para delimitar la movilidad. «Muchos comercios han abierto hasta el mediodía, el bar también ha estado hasta el mediodía y ha cerrado por la tarde. Hemos estado trabajando muy por encima de las normas», ha valorado.

La primer edil de este pueblo de apenas 600 habitantes ha agradecido la colaboración de los vecinos, quienes han ido comunicando además sus positivos conforme se hacían las pruebas a la espera de que la Junta de Andalucía desarrolle la próxima semana un cribado masivo que permita calibrar el alcance del coronavirus. Por el momento, los afectados –más de ocho– se mantienen con síntomas leves salvo un caso, que ha precisado de ingreso.

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