Arcos de la Frontera, salpicada por la corrupción socialista: acusan al alcalde de tráfico de influencias

Nuevo día, y nueva trama de corrupción socialista. Esta vez en Arcos de la Frontera, donde Manuel Edozáin, portavoz de AIPRO, ha denunciado por presunto tráfico de influencias y corrupción al alcalde Isidoro Gambín (PSOE) y a su primera Teniente de Alcalde María José González.

Y es que el marido de esta edil, María José González, podría haberse beneficiado de la posición de su mujer para poder iniciar un proyecto de guardería, la Virgen del Carmen. Un proyecto cuya obra ya ha comenzado, según los denunciantes, sin licencia de obra. Según relata El Mira, se trata de un centro de Educación Infantil que cuenta con 700 metros cuadrados y 5 aulas para niños y niñas de 0 a 3 años.

Por ello, el portavoz de AIPRO ha presentado una solicitud para que se cree de manera inmediata una comisión de investigación, para esclarecer los hechos. Erdozáin cuenta que ha recibido un correo electrónico con información interna en la que se comunicaba que se había abierto expediente al marido de María José González por hacer obras sin tener la licencia de obra para ello, lo que considera una acción muy grave.

Cabe recordar, en este sentido, que según el portavoz de AIPRO, en 2019 ya comenzaron mejoras significativas en las instalaciones sin disponer de licencia de obra mayor, por lo que ya se le abrió expediente de sanción urbanística ala Guardería. A pesar del expediente abierto, unos meses después se le concedió una bonificación como establecimiento de interés social, como si fuera una ONG, por el cual se le conceden bonificaciones en el impuesto de licencia de obra que hizo que se ahorrara, aproximadamente, 6.000 euros.

El alcalde de Arcos de la Frontera, el socialista Isidoro Gambín, así como su delegada municipal de Hacienda y Personal, María José González, ya se vieron obligados, tal y como recuerda El Mira, a salir al paso de las primeras acusaciones de favoritismos en lo que respecta a este proyecto de guardería que lidera el marido de ésta última, que admitió que hubo un «error» del secretario que había traspapelado documentación. «No voy a pedir disculpas por ello», llegó a afirmar.