Sin conejo en la chistera de Sánchez

Sin conejo en la chistera de Sánchez

Según Pablo Iglesias -y alguno más que aplaude a su ritmo- hay dos opciones: o el gobierno de Rajoy (derecha) o el Gobierno de izquierda (PSOE-Unidos Podemos-nacionalistas vascos y catalanes). A veces la alternativa a la derecha no es la izquierda, ni lo contrario al blanco es el negro. Semejante afirmación es la consecuencia que conlleva simplificar demasiado. Al final termina uno diciendo cosas raras, como que partidos nacionalistas como el PNV puedan considerarse «progresistas» o «de izquierda”.

La cuestión, por lo tanto, es dilucidar las opciones de Gobierno que tenemos el conjunto de la ciudadanía española en este momento. Parece que nos encontramos de nuevo en la misma situación que se dio hace seis meses, después de las primeras elecciones del 20 de diciembre. Lo cierto es que podría decirse que sí, aunque en esta segunda tanda todo se ha complicado bastante más. Las cifras se han retorcido haciendo que algunas formaciones políticas pierdan fuelle para mantener el pulso, algo que les ha ocurrido prácticamente a todos. Por otro lado, los populares se han fortalecido pero no lo suficiente como para caer en la arrogancia. Continúa la encrucijada.

El sábado pasado el Comité Federal dio un mensaje claro: no apoyarán al Gobierno de Rajoy ni por activa -con un sí- ni por pasiva -con abstención-. Alegan que es incoherente apoyar a un Gobierno cuyas políticas pretenden combatir. Hasta aquí, se entiende. E incluso, resulta lógico. Huir de la gran coalición es tarea fundamental de Sánchez, quien no quiere pasar a la historia como el culpable de hacer evidente la sospecha que vienen mascullando millones de personas en este país. Esa sospecha no es otra que el PSOE le hace el juego al capital en lugar de combatirlo. Razón fundamental por la que está sufriendo una sangría de militantes y votos que resulta ya imparable. Esta decisión solamente puede cabrear a aquéllos pseudosocialistas que, como Leguina, harían un enorme favor al PSOE dejando de hablar como integrantes de la organización y fichando por otras formaciones políticas más acordes con su idea de orden, de ley, de las mujeres… Estoy segura de que con Alejo Vidal Cuadras podría pasar unas tardes agradables de vino español y palillo en boca.

Sin embargo, a renglón seguido, después de ese «NO» rotundo e inconfundible a Rajoy, el PSOE continúa con su retahíla: también le dicen no a cualquier opción que conlleve el apoyo por activa -con un sí- o por pasiva -con abstención- de los nacionalistas e independentistas. O sea, que ni una cosa ni la otra. Y es aquí cuando la situación se complica. En tal caso, ¿qué opciones quedan para formar gobierno? Por si fuera poco el bloqueo que generan las opciones que el PSOE pone sobre la mesa -que es ninguna-, se atreven a asegurar que «no iremos a unas terceras elecciones». Así es como se hace  la cuadratura del círculo, señoras y señores. No es difícil imaginarse a Sánchez vestido de mago diciendo algo así como  «nada por aquí, nada por allá…. y si quieren que se lo diga, esperen», mientras una gota de sudor cae por su sien acompañando a una sonrisa falsa y fría. Se detiene el tiempo y el conejo no sale de la chistera. Mal truco el de Sánchez que de tanto decir “NO” se ha quedado sin truco.

Lo último en Opinión

Últimas noticias