¡Aprovecha! Australia prohibirá la entrada al Monte Uluru en 2019
El Parque Nacional Uluru-Kata Tjuta puede definirse como uno de los paraísos naturales más espectaculares del mundo. Un destino que recibe cada año a miles de turistas en busca de divisar los parajes más tradicionales de las antípodas. Un entorno en presidido por el Monte Uluru, el lugar preferido por los visitantes y que parece tener las horas contadas. Sí, desde la organización del parque han decidido cerrar el paso a este monolito sagrado con la finalidad de preservar su estado. Una clausura que tendrá lugar el 26 de octubre de 2019 y que supone un jarro de agua fría para los asistentes de todo el mundo.
La decisión del Monte de Uluru se enmarca como una de las normas pioneras contra un turismo de masas que arrasa con todo lo que visita. La superpoblación está consiguiendo que los lugares más turísticos del planeta se conviertan en una olla a presión en la que los únicos perjudicados son los monumentos o paisajes naturales que se visitan. Unos actos que han llevado a tomar decisiones tan inauditas como la del Parque Nacional Uluru-Kata Tjuta, que clausurará su destino fetiche al público en 2019.
Una clausura anunciada
El Monte Uluru recibe una media de 100.000 visitantes anuales según los datos del Parque Nacional Uluru-Kata Tjut. Unas cifras exageradas que están dañando el monolito hasta llegar a unos niveles nunca vistos. Las faltas de respeto de los turistas que visitan el lugar son recibidas por la cultura Arangu como una dolorosa puñalada a sus ritos y costumbres. Cabe destacar que esta espectacular formación de 348 metros de altura es un lugar que no pasa desapercibido. El principal problema es que el turismo de masas, en algunas ocasiones, no respeta el entorno y daña intencionada o involuntariamente un paraje que merece la pena conservar. Muchos de los visitantes escalan a lo alto del monolito, produciendo así daños irreversibles en el mismo que no volverán a recuperarse. Todo ello a pesar de los múltiples avisos para no cometer este tipo de actos.
Cabe destacar que desde la organización del parque han hecho todo lo posible para evitar la clausura del Monte Uluru. Actividades complementarias, rutas, itinerarios, talleres… El Parque Nacional se ubica en un espectacular desierto en el que poder encontrar todo tipo de ocupaciones relacionadas con la naturaleza. «Ha habido una reducción del 20% en el número de personas escalan el Uluru. Tenemos muchas actividades alternativas para que la gente pueda disfrutar del lugar sin necesidad de escalarlo”, señaló Sally Barnes, directora de Parques Nacionales de Australia. Unos porcentajes que no han servido de nada para convencer a unos propietarios tradicionales que no aguantan más el desprecio por parte de los turistas hacia su tierra.
Cuestión de respeto
La falta de respeto pro parte de algunos turistas ha conseguido enfurecer a toda la comunidad aborigen de la zona. Los Anangu, endémicos de Australia, consideran que no se está respetando un lugar que para su cultura es sagrado. Sammy Wilson, presidente de la junta directiva de Uluru aclaró que todo turista que decida respetar la ley y la cultura de Australia será bienvenido añadiendo que «cerrar la escalada es un motivo de celebración. No hay porque sentirse molesto, ya que vamos a cerrarlo todos juntos”.
«Si viajo a otro país y hay un sitio sagrado, un área de acceso restringido, no lo escalo, lo respeto. Es lo mismo aquí para Anangu. No estamos deteniendo el turismo, sólo esta actividad”, comentó Sammy Wilson.
Desde la organización del parque están intentando fomentar el uso de otras actividades propias del territorio. La creación de nuevos talleres y el repaso por la historia del territorio se definen como las ocupaciones principales después de la clausura del monolito. Cabe destacar que los visitantes podrán seguir observando la majestuosidad del Monte Uluru pero desde abajo, sin tener la posibilidad de contemplar las vistas desde su cima.
Finalmente, la elección de la fecha no es más que un simple homenaje al 26 de octubre de 1985, día en el que, en palabras de Sammy Wilson, «Uluru y Kata Tjuta fueron devueltos a Anangu después de muchos años de duro trabajo por parte de los ancianos».