Los cruceros, la causa por la que Venecia se cansa de los turistas
El turismo es una parte fundamental de algunos lugares. De esta actividad viven gran cantidad de personas que esperan con ganas las temporadas altas. Pero como todo en la vida, de cada cosa tiene que haber una justa medida por eso podemos decir que a veces el turismo se convierte en un problema.
Al menos así piensan los habitantes de Venecia. Una ciudad que recibe cada año millones de turistas y que parece haberse cansado de esta incómoda situación. Cabe destacar que en algunos momentos del día, los ratios de habitabilidad de Venecia se multiplican por dos. Una situación insostenible por la que ya se están tomando medidas.
Los cruceros están acabando con la ciudad
Con esto no queremos decir que los venecianos odien a los turistas, ni mucho menos. Simplemente quieren dar a conocer que el exceso de esta actividad está produciendo el deterioro del entorno, pasando de ser una actividad económica a una situación perjudicial. Con las cifras en la mano, esta ciudad italiana recibe aproximadamente unos 100.000 visitantes al día. Algo que dificulta y mucho la vida normal de los venecianos que quieren seguir con su rutina.
Uno de los principales problemas de esta mala práctica podemos encontrarla en los cruceros. Las compañías que controlan estos hoteles flotantes han marcado Venecia como uno de los puntos clave para sus viajes. Incluso en algunas ocasiones se han visto barcos gigantescos entrando por el Gran Canal. Unas naves llenas de turistas que arrasan con todo porque el tiempo que tienen para malvisitar la ciudad es muy reducido. Transportes invadidos, mercados saturados, restaurantes colapsados, estas son algunas de las cosas por las que los habitantes de Venecia han levantado la voz.
En busca de la unión entre turistas y habitantes
Desde la plataforma de ciudadanos de la ciudad quieren acabar con este problema propio de la globalización. Para ello, lo único que piden es un mayor control del turismo con el fin de que la calidad de vida de los habitantes que no están de paso sea igual o similar a la de los turistas. Asimismo, tienen otra petición muy importante: conseguir una conciliación entre turistas y habitantes con el objetivo de no exterminar una de las ciudades más bonitas del mundo.