Woody Allen no sabe si volverá a dirigir: «Todo el romance del cine se ha ido»
El director sólo ha podido trabajar en Europa desde las acusaciones de abuso sexual.
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Si hay un cineasta con el que el tema de la cancelación ha sido tremendamente injusto ese es Woody Allen. El legendario director no ha vuelto a trabajar en Estados Unidos desde las acusaciones de abuso sexual interpuestas por su hija adoptiva, Dylan Farrow. Quien haya seguido un poco el caso del creador neoyorquino, sabe que esto tiene un largo recorrido en el tiempo. Una controversia iniciada en 1992, cuando su expareja Mia Farrow acusó al realizador de lo que desde 2018 volvió a replicar Dylan. Desde entonces, el cuatro veces ganador del premio de la Academia no ha dirigido en suelo norteamericano y ahora, ni él mismo cree que vaya a volver a sentarse tras las cámaras.
El pasado 2023, Allen estrenó su cinta número 50, el drama romántico Golpe de suerte. Una historia que le ha devuelto a los cines estadounidenses, después de que sus últimas películas no lograron una distribución nacional debido a las controvertidas acusaciones con las que tiene que convivir. Ya sea por sus 88 años de edad o por el desgaste mediático derivado de las polémicas, el veterano narrador ha coqueteado abiertamente con la jubilación en los últimos años y ahora, su última cinta de producción francesa, podría ser la última historia de su carrera como director. El cual por otra parte, en su última entrevista, no se siente entusiasmado con la distribución en su país.
“No me importa si me distribuyen aquí o no. Una vez que lo logro, ya no lo sigo. La distribución ya no es lo que era. Ahora la distribución es de dos semanas en un cine…y ya está. Quiero decir, Annie Hall se proyectó en cines de Nueva York durante poco más de un año. Estaría en un cine durante seis, siete meses, y luego alguien la recogería y permanecería unos meses más. Todo el negocio ha cambiado, y no de forma atractiva. Todo el romance del cine se ha ido”, le explicaba al medio Air Mail.
Woody Allen: indeciso con la idea de volver a dirigir
A lo indeciso que siempre ha sido el cómico, se le suman todos los problemas y actores que han renegado de trabajar con él, debido a las acusaciones de Farrow. Controversia que le ha impedido volver a rodar en la gran manzana, desde que en 2019 estrenase Día de lluvia en Nueva York. Por eso, cuando se le volvió a preguntar acerca de hacer otra película después de Golpe de suerte, Woody Allen se hizo eco de sus declaraciones anteriores, pero dijo estar abierto a la idea si recibe una oportunidad sin condiciones. No obstante, todo el tema relacionado con la recaudación de fondos para poder filmar le provoca poco interés:
“Estoy indeciso al respecto. No quiero tener que salir a recaudar dinero. Eso me resulta un dolor de cabeza. Pero si alguien aparece y llama y dice que quieren respaldar una película, entonces lo consideraría seriamente…probablemente no tendría la fuerza de voluntad para decir que no, porque tengo muchas ideas”. En la charla con el medio, el director transmitió una falta de pasión por el oficio de hacer películas que algunos de sus contemporáneos comparten, viendo muchos aspectos del trabajo como meras obligaciones que requieren su narración. “Hay muchos directores a los que les encanta hacer películas, elegir el vestuario y trabajar con los actores. Nunca me gustó nada de eso”, terminó de explicar.
En el mismo saco que todo el ‘Time’s Up’
El ‘Time’s Up’ ha hecho caer a gigantes influyentes como el productor Harvey Weinstein. Precisamente, todo comenzó con él. Pero al mismo tiempo, para otros se ha convertido en una caza de brujas que ha revuelto conflictos del pasado ya, aparentemente resueltos judicialmente. Este es el caso de Woody Allen. Tras iniciar una relación con una de las hijas adoptivas de Farrow, Soon-Yi, La relación entre ambos se rompió y en 1993, en una visita del director a sus hijos adoptivos mientras la actriz no estaba en casa, sucede el momento clave de todo. Farrow acusará a Allen de haberle realizado tocamientos a Dylan, grabando un vídeo doméstico en el que la niña explicaba los hechos. Por su parte, él le reclama la custodia de los pequeños, asegurando que todo es fruto de una venganza de la intérprete por haber iniciado una relación con la hija adoptiva de esta.
Los profesionales del hospital de Yale-New Haven investigan el caso y concluyen que Dylan no ha sufrido abuso sexual, señalando que la declaración proviene de una situación de estrés o bien, porque la madre le ha metido esa idea en la cabeza. El juez declara inocente a Allen, pero niega que Farrow pueda haber manipulado a su hija para hacer dicho vídeo y prohibe al director ver más a Dylan.
En 2018, una Dylan Farrow publica una carta y concede una entrevista a la cadena CBS donde asegura no entender por qué Woody Allen no ha tenido ningún tipo de consecuencia al respecto de su denuncia. El mundo de la interpretación se pone de su lado y prometen no volver a trabajar con Allen. Amazon Prime Video más tarde, rescindirá el contrato con el cineasta.