La muerte favorita de la directora Leig Janiak en “La calle del terror 1994”

La directora quiso desde un principio que la historia de RL Stine tuviese calificación R y sobre todo mucha, mucha sangre.

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Leig Janiak
Kiana Madeira, Leig Janiak y Olivia Scott Welch (Albert L. Ortega/Getty Images)
Francisco-Eme
  • Francisco-Eme
  • Soy un graduado en Comunicación Audiovisual y Publicidad, que escribe desde su pasión por y para el cine, donde también intento hacerme un hueco como guionista. "Todo lo que puede ser imaginado es real", Pablo Picasso.

La calle del terror 1994 se estrenó el viernes pasado de forma exclusiva en Netflix. Se trata de la primera parte de una trilogía, en la que su segunda entrega, la calle del terror 1978 llegará este próximo viernes 9 y, su cierre La calle del terror 1666 el viernes 16 de julio. Este conjunto de películas que se centra en la maldición del pueblo de Shadyside está basada en los libros de terror adolescente de RL Stine. Sin embargo, la directora Leig Janiak quería, aparte de crear un homenaje al slasher, rodar una cinta de calificación R donde no faltasen ni la sangre ni las muertes. A partir de este punto, el artículo contiene spoilers de la trama, así que si todavía no has visto el inicio de esta aventura terrorífica llena de asesinos, podríamos destripar (nunca mejor dicho) algunas partes que sorprenden de su historia.

En una entrevista reciente para el medio Indiewire, Leig Janiak ha hablado sobre las ideas que tuvo nada más aceptar el proyecto de Netflix. “De inmediato, pensé, estas tienen que ser películas de slasher con calificación R (…) Estaba pensando en tener 10 y 11 años, ir a escondidas a la tienda de vídeos y alquilar cosas que se suponía que no debía alquilar, como Juego de niños y Pesadilla en Elm Street esa fue una parte importante siempre para mi” afirmaba Janiak. La directora quería que su trilogía de películas fuese lo suficientemente aterradora como para que verlas fuese “algo prohibido” recordando su experiencia adolescente en el videoclub. Por ello, eliminar la falsa sensación de seguridad era primordial para ella: “Quería ser capaz de golpear ese mal real y también mantenerlo divertido, pero no solo hacer que parezca que las cosas están seguras o que si realmente te gusta un personaje todo irá bien”.

Por ello, lejos de darle pena la muerte del algún personaje, Janiak tiene hasta una muerte favorita. Si, seguramente si has visto la película, puedes imaginar perfectamente que el asesinato favorito de la realizadora fue el del personaje de Kate, rebanada su cabeza por una trituradora de pan. “Fue muy divertido de filmar” dijo janiak, a la vez que valoraba el momento en el que se produce la muerte: “Es impactante y triste porque Kate es agradable (…) necesitábamos tener una pérdida real para seguir avanzando”

 

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