Facebook: Un policía le da patadas a un gato moribundo

Un policía ha indignado a las redes sociales con una actitud que demuestra poco respeto por los animales. En este vídeo que rápidamente se ha vuelto viral en las redes sociales, vemos como un gato acaba de ser atropellado. El animal está gravemente herido, pero eso no implica que no deba ser respetado o auxiliado. Como todo ser vivo, el respeto por los animales debe existir y más viniendo de un policía. Al contrario de lo que podría esperarse de un profesional de este tipo, lo retira de la carretera dándole patadas. El animal incrementa de esta manera el dolor que ya sufre.

Las patadas de un policía hacen sufrir a un gato

😡 Es miserable y repulsivo. Un policía local de Pontedeume (A Coruña) apartando a patadas a un gatito moribundo que acababa de ser atropellado. Mientras dirige el tráfico delante de un instituto, en presencia de menores que lo graban. [HILO]#maltratadoresalacárcel pic.twitter.com/EnN4d175Jv

— Laura Duarte (@lau_duart) January 14, 2020

Estas imágenes no son aptas para todo el mundo. Cualquiera que tenga gatos en casa sabe lo especiales que son. Seres independentes que suelen ir a su aire y que son curiosos por naturaleza. Este pequeño animal ha cometido un error fatal al cruzar la calle sin mirar, un vehículo lo ha atropellado.

El gato está gravemente herido en medio de la carretera. El policía que aparece en estas imágenes no hace nada de lo que podría esperarse. En lugar de al menos intentar ayudarlo o retirarlo de la carretera con delicadeza, lo saca de la calzada a patadas. El gato que ya tiene heridas graves debe, además, sufrir las patadas de un agente de la autoridad. Un final triste y duro para un animal que no se merecía ese trato.

El vídeo ha circulado rápidamente por las redes sociales. La actitud del policía es realmente asombrosa y no justifica nada de lo que hace. Por mucho que no quisiera tocar al gato ensangrentado, podría haber esperado la llegada de alguien más o al menos retirarlo de otra manera. El animal murió poco después, no sin antes sufrir el desprecio de un ser humano y la agonía de una muerte lenta y dolorosa.