10 trucos para hacer que la batería de tu smartphone dure más
Cada vez más, los usuarios vivimos pegados al smartphone y lo utilizamos y consultamos, casi de manera compulsiva, a cada instante para enviar y recibir mensajes, para acceder a nuestras redes sociales, para hacer fotos y publicarlas, para organizar nuestras citas y eventos, buscar en Internet, para ver vídeos, escuchar música… Ya hacemos casi todo en el teléfono, de manera que, incluso con un teléfono con una buena batería y en buen estado, es normal que cuando llegues a casa por la tarde, si no antes, veas el mensaje de batería baja o peor, directamente tu teléfono se apague en el momento más inoportuno.
Si eres de los muchos usuarios que tienen problemas para conseguir una buena autonomía de tu teléfono, a continuación te mostramos algunas de las mejores tácticas para sacar un poco más de jugo a tu terminal. Evidentemente, algunos de estos consejos significan perder alguna funcionalidad o desactivar alguna prestación del smartphone, pero es posible que entre ellas encuentres algunas de las que puedas prescindir para mejorar el número de horas que puedes usar tu móvil.
1.- Activa el modo de ahorro de energía
Esta práctica es evidente, y de hecho, en las últimas versiones de Android e iOS, cuando desciende la carga de un determinado porcentaje, el teléfono te pregunta si deseas pasar al modo de ahorro de energía, que usa distintas tácticas como bajar el brillo, desactivar la descarga automática de mensajes, reducir las animaciones de interfaz o incluso poner la pantalla en blanco y negro en algunos teléfonos como, por ejemplo los Samsung de última generación.
Por supuesto, podrías sencillamente llevar el teléfono en este modo de ahorro, pero es posible que con alguna pequeña renuncia puedas exprimir igual o más la autonomía de tu terminal.
2.- Desactiva las vibraciones
Es verdad que muchas veces preferimos dejar el teléfono en modo vibración en casa o en la oficina para no molestar a los de alrededor, o para percibir en el bolsillo que nos llaman o que nos ha llegado un mensaje. Sin embargo, las vibraciones del teléfono consumen más batería que los tonos, de manera que es mejor si puedes escoger un tono discreto. En los avisos de mensajes y demás, también puedes desactivar la vibración o, si tienes un iPhone con iOS 9 puedes asignar una vibración lo más corta posible.
3.- Usa el brillo automático o reduce el brillo de la pantalla y reduce el tiempo de actividad de la pantalla
Esta es otra de las técnicas obvias, pero si lo piensas, la mayoría del tiempo no necesitas el fulgurante brillo de tu pantalla para leer un mensaje o hacer una consulta. Así, lo mejor es llevar el brillo siempre bajo e incrementarlo cuando sea realmente necesario, como cuando quieres ver imágenes o cuando estás en exteriores a plena luz.
Por otro lado, muchas veces uno enciende el móvil para ver las notificaciones o incluso la hora, de manera que si reduces el tiempo que la pantalla está encendida tras pulsar el botón, estarás consiguiendo también un buen ahorro.
4.- Desactiva las conexiones innecesarias
Según sales de casa o de la oficina, tener la conexión Wi-Fi activa es un gasto de energía innecesaria, y además pues hacer que tu teléfono sea localizado o incluso atacado por un ciberdelincuente, así que lo mejor es que tengas siempre desactivada esta conexión. Con el Bluetooth pasa lo mismo, si no tienes emparejado un auricular o el manos libres del coche ¿para que lo necesitas? Por último, si no estás navegando de manera activa, es buena idea desactivar la conexión 4G o incluso 3G.
Ten en cuenta que, si tienes todas las conexiones activas, el smartphone está constantemente haciendo un esfuerzo para mantenerlas y para buscar puntos de acceso o conexiones y, por ejemplo, en zonas de baja cobertura, hará un esfuerzo extra para conseguir la mejor velocidad. De hecho, si estás en una zona de baja cobertura y no necesitas descargar correo o llamar, lo mejor es sencillamente que actives el modo avión (salvo que esto te haga entrar en una fase de estrés incontrolable por sentir que no estás conectado, claro).
5.- Desactiva notificaciones menos importantes
Está claro que quieres estar pendiente del correo, de los mensajes importantes, o incluso de tus redes sociales; pero seguro que no necesitas muchas de las notificaciones que envían otras aplicaciones de todo tipo (desde juegos, apps de noticias, etc.) y que no sólo consumen energía sino que te distraen de manera innecesaria. En iOS y en Android puedes controlar de manera muy detallada estas notificaciones, así que, si tienes un momento, revísalas para eliminar las menos importantes.
6.- Cierra aplicaciones cuando no las estés usando
A muchos usuarios les sucede que, como sus teléfonos tienen potentes procesadores y mucha memora, nunca cierran las aplicaciones abiertas. Pues bien, aunque los smartphones hacen maravillas para minimizar el impacto de las aplicaciones en segundo plano, estás consumen mucha más energía que si las cierras por completo. Tanto en iOS como en Android, en los ajustes puedes revisar el consumo que hace cada una de las apps que utilizas para encontrar cuál es la que hace un consumo excesivo. Entre estas aplicaciones, la de Facebook es tradicionalmente una que es de las más “glotonas” y una de las que suele tener todo el mundo abierta en segundo plano, pero lo ideal es que, de vez en cuando, te acuerdes de cerrarlas todas. Algunos teléfonos Android lo ponen menos fácil, pero siempre puedes instalar una aplicación de la Play Store que te ayude a limpiar la RAM y los procesos en segundo plano. Otra alternativa es, de vez en cuando, si vas a estar por ejemplo una hora en una reunión, apagar directamente el teléfono, de manera que no habrá nada que consuma en segundo plano (ni mensajes que te interrumpan no nada por el estilo).
7. Desactiva la localización
Aunque cada vez está más optimizada, la localización por GPS o por GPS y Wi-Fi es otro de los procesos que consume una buena cantidad de energía y, si usas aplicaciones que mantienen esta localización en segundo plano como Google Maps o aplicaciones de deporte, son también un motivo más para que tu teléfono no alcance activo una jornada de uso, de manera que, salvo que estés usando los mapas, las aplicaciones para deporte o que quieras añadir localización a una foto o algo que publicas en tus redes sociales, lo mejor es que la mantengas desactivada.
8.- Sustituye la batería
Si la autonomía de tu teléfono se ha reducido de manera sospechosa y el teléfono está en garantía, lo primero que debes hacer es llevarlo a que lo examinen porque es posible que tengas derecho a que te la sustituyan sin cargo. Si ya no está en garantía puedes llevarla a sustituir en un servicio oficial por unos 80 euros, o llevar tu smartphone a un servicio de reparaciones genérico en el que te la cambiarán por menos de la mitad de precio. En algunos teléfonos puede que incluso puedas hacerlo tú mismo si tienes algo de destreza, aunque en los últimos terminales de Apple o Samsung son procedimientos delicados y poco recomendables para llevar a cabo uno mismo.
9.- Carga correctamente tu smartphone
Una de las claves para conseguir una buena autonomía del smartphone es llevar a cabo una buena estrategia de carga de la batería. Por supuesto, si sales de casa a la oficina con un 30 por cien de batería es casi seguro que tendrás que cargarla en la oficina, pero eso no significa que debas dejar que la batería se agote para empezar a cargarla.
Se suele tener la idea errónea, derivada de las viejas baterías de níquel, de que hay que enseñar a las baterías a descargarse y cargarse por completo para evitar el “efecto memoria” de éstas; algo que no se aplica a las modernas baterías de iones de litio. En las baterías modernas, lo ideal es cargarlas alrededor de un 80 por cien y dejarlas agotar hasta un 40 por cien antes de ponerlas a cargar. De hecho, el cargarlas y descargarlas por completo somete a las baterías a un esfuerzo extra, por lo que no conviene dejar que tu teléfono se descargue por completo. No obstante, se recomienda que una vez al mes, más o menos, sí dejes que la batería se agote totalmente para recalibrarla. Por último, las baterías prefieren una carga constante y lenta por lo que, si te es posible, no utilices siempre el cargador de carga rápida y hazlo con el normal de voltaje más bajo.
10.- Evita las altas temperaturas
Las baterías de iones de litio tienen un enemigo peor que un mal hábito a la hora de cargara y son las altas temperaturas. Si tu teléfono está sometido a elevadas temperaturas, la velocidad a la que se degrada la vida de la batería se multiplica de manera significativa. A cero grados centígrados, una batería de iones de litio pierde un 6 por cien de carga máxima cada año, a 25 grados el porcentaje se eleva a un 20 por cien, y a 40 grados llega hasta un 35 por cien. Así, si eres de los que deja el teléfono en cualquier sitio como la guantera del coche al sol (o peor todavía en el salpicadero) o en lugares con altas temperaturas ya sabes por que tu batería se ha venido abajo en tan sólo un año.