Samsung ganará 110 dólares con cada iPhone X que venda Apple
Si no estás muy metido en el “mundillo” de los smartphones, esto te va a sorprender sin duda. Y es que el más beneficiado del éxito que pueda tener Apple este año con su iPhone X no es sólo la compañía de la manzana sino su gran rival Samsung, del que parece que Apple no es capaz de dejar de depender para aportar los componentes clave de sus teléfonos como las pantallas o los chips de memoria. Si estás muy al tanto de este tipo de noticias, quizá sepas que los chips del iPhone 7, los A10 de Apple, han sido en gran parte fabricados por Samsung y cuando la compañía de Tim Cook ha conseguido que sea TSMC el que fabrique su chip A11, resulta que depende de un componente igual de complicado y caro de fabricar: la pantalla OLED. Según Macrumors, Samsung se va a embolsar nada menos que 110 dólares por cada iPhone X que venda Apple, lo que significa que va a ganar con este terminal más que con muchos de los suyos.
Macrumors cita un estudio publicado por el Wall Street Journal que afirma que Samsung ganará 4.000 millones de dólares más con los iPhone X que con los propios Galaxy S8, lo que hace que sea comprensible que la compañía coreana denomine a Apple como su “encantador contrincante” por los jugosos beneficios que le reporta. Por supuesto, la compañía de Tim Cook está tratando por todos los medios de contar con otros proveedores de componentes, no sólo por no beneficiar a su rival sino por evitar precisamente que un competidor como Samsung tenga demasiado poder en las negociaciones de precios, como sucede a día de hoy con las pantallas OLED.
Por ello, Apple está tratando de utilizar pantallas de Japan Display, Sharp y LG, al tiempo que está invirtiendo en fábricas de memorias NAND (memorias flash) de Toshiba para evitar depender también de Samsung que es el fabricante número uno también en este terreno. De hecho, aunque se esperaba que Apple hiciese rápidamente una transición a las pantallas OLED, los últimos rumores apuntan a que la compañía incorporará una nueva generación de paneles LCD en los iPhone 9 en lugar de usar pantallas OLED que, como se está viendo, suponen un verdadero quebradero de cabeza para Apple ya que son más caras, su disponibilidad en volumen es menor y además su fabricación está dominada por su gran rival Samsung.