LinkedIn y la obsesión por el éxito, o cómo la perfección está afectando tu carrera
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LinkedIn nació como un sitio para hacer contactos y descubrir oportunidades laborales. Reconozco que se ha convertido en una de mis redes sociales favoritas y que, en alguna ocasión, me ha ayudado en mi desarrollo profesional. Sin embargo, deseo analizar si esta red social es una fuente de inspiración o impone una presión que es poco saludable.
LinkedIn es un escaparate solo de éxitos
LinkedIn nos anima a mostrar la mejor versión de nuestras vidas profesionales. Nuestro perfil está cuidado, compartimos nuestros logros con detalles, damos la sensación de estar avanzando a un ritmo descomunal. ¿Qué hay de cierto en esto? ¿Lo hacemos porque es así o porque necesitamos estar a la altura de esos que no dejan de compartir logros?
Para muchos, LinkedIn se ha convertido en un lugar donde se espera que siempre destaquemos lo positivo y dejemos de lado cualquier tropiezo o desacierto. ¿Cuántos de nosotros publicamos cuando un proyecto no sale bien, pierde un cliente o cuando enfrentamos una mala racha? Esta falta de autenticidad puede hacernos olvidar que el éxito profesional está lleno de altibajos y que no pasa nada si no tenemos la vida perfecta.
Se debe tener en cuenta que la presión por tener un perfil impecable puede afectar el bienestar. Ver constantemente logros ajenos puede despertar ansiedad o hacer que nos sintamos menos capacitados, incluso cuando tenemos una carrera bien definida. Además, puede intensificar el síndrome del impostor, esa sensación de que, por mucho que logremos, siempre estamos un paso atrás en comparación con los demás.
Tengo 51 años, mucho trabajo a mi espalda y, por supuesto, mucho por aprender. No soy nadie y reconozco que me encanta compartir mis éxitos en LinkedIn. Hasta hace algún tiempo, cuando veía un perfil de un chico de poco más de 20 años que ya era CEO de algo, me quedaba impresionado. Ahora, me sale la risita floja.
Apostar por una versión más realista
Quizás es hora de que en LinkedIn busquemos un poco de equilibrio. Sería refrescante ver publicaciones donde la gente comparta no solo sus victorias, sino también las lecciones que aprenden en el camino. Mostrar que detrás de cada logro hay esfuerzo, fallos y aprendizaje podría hacernos conectar de manera más real. También nos permitiría sentirnos menos presionados y más humanos.
Doy las gracias al LinkedIn porque me ha ayudado a comprender muchas cosas y a descubrir a personas fantásticas, pero también hay fantasmas que viven alejados totalmente de la realidad.
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